Necesidades Educativas Especiales

Deficiencia Mental: modelos psicológicos de evaluación e intervención”

Autor: Celedonio Castañeda Secada

La terminología para designar lo que hoy en día se conoce como Trastorno Generalizado del Desarrollo y más concretamente como deficiencia o retraso mental, se inició en Francia con Binet que evaluó la inteligencia y clasificó aquellos diagnósticos en cuatro categorías; idiota, imbécil, débil y retrasado.

Posiblemente no existe otro concepto en el que se de mayor desacuerdo y controversia a la hora de elegir una terminología adecuada que este, el cual permita determinar qué es una persona que tiene reducidas o limitadas sus capacidades mentales.

Discapacitado versus minusválido

Creo que es de suma importancia poner atención a éstos términos establecidos por la sociedad, pues la forma en que nos dirigimos a alguien será determinante para muchos aspectos...

Por lo que Celedonio Castañedo dice:

"Hasta hace poco tiempo predominaba el uso, y aún se sigue utilizando, de "minusválido"; el Diccionario de la Real Academia Española (1992), lo sitúa como un adjetivo de "discapacitado". Cuando la procedencia de esta palabra "discapacitado" es un "calco del ingles desabled", tomo 1, p. 758. Sin embargo, su adjetivo compuesto del "latín minus" y "válido", no tiene esa connotación o uso en inglés básico, ya que "minus" en dicha lengua significa menos. En consecuencia si nos atuviéramos a su significado literal una persona así llamada sería menos (-) que los otros "válidos" (+) o llamados "normales", o que los más válidos, los "superdotados" (++). Matemática simple y pura que castiga o premia con signos.

Sin intentar llegar a un dogmatismo cerrado, creo que sería conveniente que el Real Patronato de Prevención y Atención a Personas con Minusvalías revisase esta denominación genérica, es lamentable que en denominación preceda el término "minusvalías" a una noción tan humana como es "persona.

Deficiencia mental versus Retardo o retraso mental.

El primero (RM) se reserva para nombrar a aquellos individuos cuyo desempeño educacional y social es inferir a lo que se espera de ellos, en cuanto a sus habilidades intelectuales,

El segundo (DM) designa a aquellas personas cuyas condiciones hacen que sus capacidades mentales o intelectuales se encuentren disminuidas como resultado de causas patológicas orgánicas.

Modelos psicológicos de evaluación de la deficiencia mental.

En psicología y pedagogía nos interesan tres de estos paradigmas de la evaluación que son:

1) El déficit en la inteligencia y el grado de deficiencia.

2) Las dificultades en la conducta adaptiva

3) El grado de educatibilidad

Modelo psicométrico: Inteligencia y Deficiencia Mental

Los test psicológicos contienen únicamente pruebas verbales.

Para saber si una persona tiene retraso mental o deficiencia mental se toma como criterio el CI (coeficiente intelectual) y la EM (edad mental), así como la realización de diversos test o pruebas de inteligencia.

En lo que respecta a los test o pruebas de inteligencia que se pueden utilizar, como todo instrumento, conducen a menudo a un error de medición debido a la baja fiabilidad y validez que pueda tener, a la competencia del profesional que administra la prueba, al estado emocional y maduraciones en el que se encuentra la persona que está siendo evaluado, etc. De este modo ningún test psicológico de inteligencia puede tomarse como criterio para determina si una persona es o no DM. Ya que las implicaciones negativas del mal uso de un instrumento psicológico son incalculables para la persona diagnosticada, por eso se requiere de mucha cautela para dar un diagnostico.

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