Nocaima educadora

NOCAIMA, HACIENDO SENTIRME COMO EN MI HOGAR

LIZ CASTAÑO

SEMESTRE II PFC-ESCUELA NORMAL SUPERIOR DISTRITAL MARIA MONTESSORI

Era 28 de abril de 2019 a las 5 y media aproximadamente, cuando el bus en que nos dirigíamos hacia nuestra expedición pedagógica emprende su viaje, el frio que hacia en ese momento creaba en mi unas inmensas ganas de dormir, me imaginaba mi cama, mi almohada, mis cobijas y mis peluches; pero eran tan inmensas mis ganas de conocer algo nuevo, que por justa razón no deje que la sensación de sueño me dominara; sentía algo, algo que creaba en mi cierta impaciencia del querer llegar ya a nuestro destino. Nocaima, Nocaima Cundinamarca, ese era el municipio al que llegaríamos, ya había realizado cierta consulta sobre él, pero no es lo mismo verlo en imágenes que sentir su clima, respirar su aire y explorar su gente, naturaleza, y por sobre todo su niñez; 3 horas, casi 4 de viaje, pasando por la entrada al municipio de san Francisco, La Vega, y observando letreros que señalaban la Vía a Honda Tolima y a Medellín Antioquia, cada vez que íbamos avanzando su temperatura iba creciendo, el calor se acercaba mas a mi y golpeaba mi cuerpo haciendo que pequeñas gotas de sudor resbalaran por mi cara, era fascinante. Llegamos, por fin después de varias horas sobre ruedas; era inexplicable la sensación que sentía, pues fue cuestión de minutos para que al bajarme del bus me transportara inmediatamente a Falan Tolima, lugar donde residía anteriormente, era tan igual, su clima, sus montañas, y por sobre todo su ruralidad; al dar ingreso dentro de la institución “I. E. D. Normal Superior De Nocaima”, me sentí como en casa, sin dar paso a exageraciones, fue muy emotivo para mi darme cuenta que me estaba sintiendo como si estuviera en La escuela Normal de Falan; el recibimiento que nos ofrecieron nuestros compañeros de la escuela Normal de Nocaima fue maravilloso, estaba verdaderamente orgullosa de ver como al igual que yo habían mas personas formándose para la hermosa labor de ser maestros; tenia muchas ganas de saber mas acerca de ellos, así que no tardamos mucho en dar paso a la presentación y al gran proceso de conocimiento evidenciando en ellos, sus procesos de investigación, sus practicas pedagógicas, sus metodologías de enseñanza y aprendizaje, sus currículos, su forma de planear una clase, y muchísimos mas puntos referentes y en común con nosotros escuela normal María Montessori. Luego de una extensa labor de reconocimiento, dimos continuidad con la presentación cultural acerca de nuestras prácticas pedagógicas y el gran agradecimiento de nosotros a ellos y de ellos a nosotros, por abrirnos sus puertas y ofrecernos las grandes brechas de conocimiento a otras perspectivas que rodean nuestra labor docente. [pic 1][pic 2][pic 3][pic 4]

El hambre ya me estaba agobiando, así que nos dirigimos al hotel a descargar un poco nuestro cansancio y luego hacia el restaurante en donde nos tenían preparado un delicioso almuerzo, pero ahí no termina todo; a eso de las 3 de la tarde dimos inicio al reconocimiento del casco urbano del municipio; fue hermoso e indescriptible lo que sentía, quería llorar y gritar de felicidad al mismo tiempo, pero me contuve, así paso nuestro primer día, en donde las preguntas que rodeaban mi cabeza no me dejaban casi ni dormir, quería saber más y más, no quería irme sin conocer de sur a norte (pero fue imposible, era muy grande el municipio), pero solo pensé en un momento, “debo volver”.[pic 5]

Eran las 5 y media de la mañana del 29 de marzo, y ya estábamos emprendiendo energías para el nuevo día que nos esperaba, estaba feliz y curiosa, en mi pasaban muchas imágenes de como seria ese día “¿será que la escuela a la que iríamos queda muy lejos? ¿será que sus niños son calladitos o habladorsitos? ¿será que nuestras actividades si les van a agradar?” preguntas como estas me tenían muy inquieta antes de llegar a la escuela; pasada mas o menos media hora de camino, llegamos a la escuela rural de Tobia chica, en donde su maestra nos recibe con todo el agrado del mundo y los niños reflejaban en sus gestos la emoción de ver gente nueva en su escuela; estos momentos desplegaban en mi ese recuerdo de como curse mi primaria, mis compañeritos de clase eran la imagen plasmada en los niños de Nocaima, muchos de ellos llegaban cansados y sucios después de recorridos hasta de dos horas a pie de su casa a la escuela, era igual a como mi recuerdo me llevaba a mi niñez, sentí nostalgia, porque es impresionante ver como estos niños se mostraban tan agradecidos por todo lo que su maestra estaba habiendo por ellos, y haciendo una breve comparación con los niños de Bogotá, no podría hallar una similitud con ellos, todo era diferente, su forma de vida, sus pensamientos emprendedores, su curiosidad y exploración era muy diversa a los niños de  Bogotá; en mi surgió la necesidad de saber todo de ellos, la intervención pedagógica con los niños me respondió a varias incógnitas, pero para mi no era lo suficiente para satisfacer mi curiosidad, así que por un momento decidí emprender un camino de reconocimiento en toda la escuela, hallando cosas que jamás podría haber evidenciado en Bogotá, algunas de estas eran paso para hacerme pensar en la calidad de vida que estos niños podrían tener.[pic 6]

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