Organización Educativa
Enviado por Anigroegcortez • 11 de Octubre de 2013 • 9.784 Palabras (40 Páginas) • 420 Visitas
Análisis de la Organización Educativa
Dentro del análisis de la organización como ciencia, con unas características propias, creemos que es bastante lógico enmarcar a la escuela como organización, aunque reconocemos con March, que la organización de centros educativos puede considerarse desde posturas empresariales como parásito organizativo, por su tendencia a tomar prestadas teorías y prácticas de otras ciencias, aunque es obvio que las organizaciones educativas no son sino un tipo específico de organización.
Parece bastante lógico, pues , que, si organización es una “unidad social creada con la intención de alcanzar unas metas especificas” (Muñoz y Román), la escuela se enmarque en las organizaciones sociales en general. La escuela tienen unos fines o metas claramente determinados por la sociedad que le encomienda la educación de sus hijos. Los hacen explícitos la Constitución Española de 1978, las Leyes Orgánicas (LGE, 1970; LODE, 1985; LOGSE, 1990, LOPEG, 1995; LOCE 2002) y demás Decretos que regulan la vida escolar de cada pueblo o nación. Por otra parte la escuela posee los elementos constituyentes de una organización:
• Está formada por individuos: alumnos, profesores, administrativos, etc. Se habla de comunidad educativa.
• Orientada hacia fines y objetivos: desde los comunes instructivos a otros de tipo religioso, o ideológico.
• Posee funciones diferentes que le asigna la sociedad en la que está enmarcada o el grupo social que la creó.
• Coordinación racional intencionada, que ha llegado a un alto grado de complejidad y jerarquización.
• Continuidad en el tiempo; desde los primeros documentos escritos hay referencias de la escuela y son producto de ella. Es quizá la escuela la organización formal más primitiva.
Pero además, las escuelas tienen otras características específicas que las hacen diferenciarse de los demás tipos de organizaciones. Muchas de esas características vienen dadas por los aspectos normativos, por la edad de sus usuarios, por el contexto en el que se desenvuelven y por los fines que persiguen. Así, por ejemplo Gairín señala entre ellas:
• Indefinición de metas, por la variedad de ellas y la falta de priorización
• Naturaleza de las metas, difícilmente categorizables y complejas, por los valores que subyacen y el poco interés por innovar e investigar. Señalamos, recogido de Dalin, su naturaleza “doméstica” y su “profesionalismo”.
• Ambigüedad de las tecnologías, al depender sus actividades de circunstancias derivadas de la particularidad individual.
• Falta de preparación técnica, derivada de su complejidad y de la imposibilidad de tener un modelo único de profesor, por lo tanto de no poder caracterizar sus actuaciones, que hacen que se mueva en la ambigüedad y con mucha flexibilidad.
• Debilidad del sistema, derivada de las propuestas de Weick, y Meyer y Rowan entre otros, que contraponen estructuras y metas estableciendo relaciones sutiles, no necesariamente estables, entre los componentes del sistema.
• Vulnerabilidad o debilidad, debida tanto a factores externos como internos, por su carácter abierto ya que recibe los impulsos y la cultura de la realidad social o económica en la que se inserta.
Entre las características que definen las escuelas como organizaciones diferenciadas, hemos de notar también las que han ido elaborándose a través del tiempo y las que se le han adquirido en la última etapa, las más configuradora de los centros educativos como organizaciones específicas.
• Funciones de guarda y custodia de los alumnos desde edades muy tempranas hasta la adultez. Uno de los efectos perversos achacados a la Reforma LOGSE al aumentar la edad de escolarización obligatoria, fue que era más económico tener a los alumnos en la escuela que en la calle o en las cárceles.
• Funciones instructivas, ya que en los centros los alumnos aprenden los saberes necesarios para su vida adulta.
• Funciones formativas, para que los alumnos desarrollen sus potencialidades personales de forma aceptables socialmente.
• Funciones socializadoras, ya que como grupo secundario la escuela integra a los componentes de la sociedad en los grupos.
• Funciones acreditadotas y legitimadoras de los conocimientos adquiridos.
• Desarrollo de su propio aprendizaje como organización, integrando sus tradiciones y valores con las nuevas propuestas y necesidades.
• Colaboración con la comunidad en la que se inserta el centro para poder responder a las necesidades y expectativas que le vayan llegando.
• Generadoras de valor añadido en las personas y en el entrono en el que se insertan.
• Posibilidad de múltiples formas y modelos de escuela, en función de las necesidades a las que respondan.
• La escuela es una organización formal
Está altamente jerarquizada, no surge de manera espontánea, sino institucional, “enfatiza la razón, la eficiencia, el arreglo lógico de las funciones, las órdenes por escrito...” (Terry). Su alto grado de formalismo ha sido a veces duramente criticado. Además la escuela tiene una fuerte estructura típica de las organizaciones formales, desde la legislación, o la descripción de los integrantes y sus funciones, a los edificios.
Sin embargo participa y admite en su seno a todo un conglomerado de organizaciones formales e informales. Entre las primeras podemos citar a las Asociaciones de Padres, las de Alumnos o las de Profesores. Entre las informales los grupos de iguales, la amistad, el sexo, las etnias, los barrios, etc. Que forman a veces grupos con alto nivel de estructuración y condicionan las decisiones del poder. “las escuelas como organización formal caracterizada por un conjunto de funciones coordinadas, dirigidas a conseguir mentas con eficacia, permanecerá como tal en el futuro” (Sáenz Barrio). La alta formalización de las instituciones educativas se muestra en la interacción de roles, de funciones, el nivel jerárquico, la burocracia generada, el sistema de coordinación general y los subsistemas correspondientes.
Pero Owens reconoce la dificultad de que las estructuras formales eliminen las corrientes y las interacciones informales en los centros. Por ello cree que se establecen diferencias sustantivas entre el organigrama formal de cada centro y el funcionamiento real del mismo. Así el director puede mandar a un profesor determinadas tareas, pero éste, si no son de su agrado, puede enfrentársele y ser apoyado por un grupo de profesores. La complejidad de la formalización de los centros también tiene que ver con su cultura, con sus tradiciones y con el contexto.
• La escuela es una organización sistémica abierta
La
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