PENA DE MUERTE

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INTRODUCCIÓN

A lo largo de toda la historia, en todos los países, se ha manifestado lo que conocemos como “la pena de muerte o pena capital”, desde los antiguos aztecas que “la aplicaban, mediante descuartizamiento, decapitación, lapidación, garrote u horca” (El Financiero, 2020). hasta la actualidad por medio de métodos como la decapitación, ahorcamiento, inyección letal, armas de fuego, etc.

De acuerdo con los siguientes datos “al concluir 2019, 106 países (la mayoría de los países del mundo) habían abolido la pena de muerte para todos los delitos y 142 países la habían abolido en la ley o en la práctica”. (Amnistía Internacional, 2020).

Desafortunadamente, 24 países más aún no la ejercen, teniendo a “China, Irán, Arabia Saudí, Irak y Egipto” (Amnistía Internacional, 2020) como los que más ejecuciones tuvieron, estos países utilizan esta forma de castigo, para actos cometidos como violación sexual, tráfico de drogas, adulterio, corrupción, terrorismo, etc.

A simple vista, se puede decir que aun que parezca un tipo de castigo demasiado cruel puede ayudar a provocar incapacidad para reincidir a otros delincuentes, pero

¿realmente este tipo de actos ayudará a disminuir la delincuencia? ¿será un buen método para castigar o va a en contra de los Derechos Humanos que toda persona sin excepción alguna debe de poseer?

Esta polémica con respecto a si es la manera correcta o no de castigar a quien a cometido algún crimen, algunos consideran que, es la única forma de poder erradicar la delincuencia y hacer justicia, otros que es completamente inhumano y que va en contra de los Derechos Humanos.

Por ello, en el presente ensayo hablaremos de la pena de muerte, sus ventajas y desventajas, si es moral o no, sus posibles repercusiones y claro, si este tipo de condena ayuda a disminuir la delincuencia.

Para Ignacio Villalobos, la pena de muerte es "un castigo impuesto por el poder público, al delincuente, con base en la ley, para mantener el orden jurídico" (Santos, 2009). Desde mi punto de vista no creo que se la manera más apropiada de mantener el orden jurídico, más bien, considero que es una forma bastante inhumana, despiadada, y salvaje de hacer “justicia”. Por lo que me declaro absolutamente en contra de la pena de muerte.

La primera razón es que ninguna persona, se merece este tipo de castigo, independientemente de los delitos que haya cometido, durante su vida, sigue siendo persona y por el simple hecho de serlo, su derecho a la vida se ve altamente dañado con este tipo de castigos. “La pena de muerte constituye una violación de derechos humanos y, en particular, del derecho a la vida y del derecho a no sufrir tortura ni tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes. Estos dos derechos están consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada en 1948 por las Naciones Unidas". (Amnistía Internacional, s.f.).

En segundo lugar, se tiene que el Derecho Penal, existe para erradicar la venganza física de las personas hacia sus agresores, sustituyendo claro está, a lo que se conoce como la ley del talión, en donde el Estado va a ser quien castigue al delincuente no la persona, pero ¿qué pasa cuando el propio gobierno atiende a esta venganza?, eso es lo que justamente hace le pena de muerte. “Ejecutar a una persona porque le ha quitado la vida a otra es venganza, no justicia” (Amnistía Internacional, s.f.). He de aclarar que no estoy diciendo que no debe de haber justicia para las personas o las familias de quienes han sufrido algún tipo de violencia, si se trata de una violación, abuso, secuestro, algún delito grave que haya afectado la dignidad de otra persona, debe de haber un castigo grave, pero como condenas muy largas, no su muerte.

Un argumento que las personas que están a favor de esta pena suelen utilizar es que es económica, y sí, ciertamente es muy económico pues “no es necesario hacer gran inversión en la construcción y mantenimiento de las instalaciones penitenciarias”, (Santillana, s.f.), pero por favor cuánto dinero no es ocupado en

construir otro tipo de infraestructura, utilizado para otros medios o robado por el mismo gobierno y que no se puedan construir mas cárceles.

En cuarto lugar, tenemos que, no reduce el crimen. Este argumente que nuevamente utilizan las personas que están a favor, es falso, de acuerdo con Amnistía, “no existen pruebas verosímiles de que la pena de muerte disuada de cometer delitos de forma más eficaz que la pena de prisión. De hecho, en los países en los que se ha prohibido la pena de muerte no han aumentado las cifras relativas a la delincuencia. En algunos casos, la realidad es que han disminuido. En Canadá, la tasa de asesinatos en 2008 fue inferior a la mitad de la de 1976, cuando se abolió la pena de muerte en el país” (Amnistía Internacional, s.f.).

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