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PRODUCTOS RIEB


Enviado por   •  10 de Junio de 2012  •  2.120 Palabras (9 Páginas)  •  460 Visitas

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Escrito original de cuatro cuartillas en la que dé respuestas a las siguientes interrogantes:

 ¿Qué ejemplos de soluciones a problemas sociales contemporáneos conoces que sean el resultado del trabajo de las ciencias sociales y las humanidades?

 ¿Cómo pueden ser enseñadas las competencias para la vida a lo largo de toda la vida en un mundo en cambio rápido y constante?

 ¿Qué es el concepto de pensamiento complejo, y cuál es la importancia de introducir este concepto en la práctica docente?

A lo largo del bloque se trabajaron temas sobresalientes en la sociedad contemporánea, los cuales nos hacen reflexionar acerca de ellos y buscan propiciar un cambio para cubrir con las necesidades demandadas en la actualidad. Es por eso que en este escrito se mencionan las humanidades y ciencias sociales, así como algunas soluciones a problemas sociales; se señalan las competencias para la vida y lo que se necesita para desarrollarlas y que se lleven a cabo como el pensamiento complejo.

Las Humanidades y las Ciencias Sociales son las encargadas de la comprensión de los fenómenos que suceden en la sociedad. Estas han enriquecido la visión sobre lo que son los grupos humanos y sus relaciones con los contenidos; además han transformado los conceptos de ciencia, técnica y tecnología, así como la relación con la ética, la moral y los valores.

Entre los problemas sociales contemporáneos más destacados se encuentran la explotación de los recursos naturales y energéticos; la contaminación ambiental de ríos, lagos, mares, océanos, aire, tierra y subsuelo; los conflictos sociales y niveles de pobreza; las epidemias sin precedentes; el hambre en regiones del mundo; la exclusión; la violencia; la desigualdad, la discriminación; poca participación ciudadana y democrática, entre otros. Estos problemas tienen como consecuencia los efectos en el cambio climático y constituyen una amenaza para la salud humana, para la vida futura de la sociedad y la preservación de los ecosistemas.

Por lo tanto es deber de las humanidades y las ciencias sociales favorecer el análisis y reflexión pertinentes de los fenómenos anteriores para propiciar un aprovechamiento eficiente de los ecosistemas, así como el desarrollo sustentable de una sociedad. Para lograrlo es necesario comprender su complejidad, los factores involucrados y las alternativas de solución naturales, sociales y humanidades, de esta manera se podrán tomar decisiones políticas, económicas y culturales que resuelvan el problema.

Entre las soluciones a los problemas sociales contemporáneos se encuentran la reforestación; que bosques y ríos se aprovechen de manera que se mantenga del equilibrio ecológico; que no se degraden los servicios que ofrece el ecosistema; permitir la renovación de recursos como madera, animales y agua, con temporadas establecidas de caza para ciertas especies de animales y tala de árboles; programas de reciclado; exposiciones, talleres y conferencias acerca de temas relevantes como violencia, inclusión, igualdad, discriminación y valores; la reincorporación de la asignatura de Formación Cívica y Ética para la formación de hábitos, de la ética y los valores; programas de solidaridad como colectas voluntarias de alimentos, cobijas y vestimenta; destinar un porcentaje de impuestos para la educación; incorporación a la sociedad del conocimiento, entre otras.

Para combatir los problemas sociales contemporáneos es necesario generar acciones y políticas que alienten el progreso y aprovechamiento de la ciencia y tecnología para el desarrollo del país y a su vez permitir la aplicación pública de las distintas formas de conocimientos, atendiendo a las diversas necesidades, problemas y fines socialmente relevantes.

Se debe construir un proyecto nacional que propicie el desarrollo de una sociedad del conocimiento, para lograr que prevalezca en el país condiciones de justicia social, pluralidad y democracia participativa; donde sus miembros desarrollen las capacidades de apropiarse de los conocimientos disponibles y generados en cualquier parte, y de aprovecharlos para comprender y resolver mejor sus problemas.

En la actualidad la educación no puede centrarse únicamente en la “transmisión” de contenidos declarativos, sino que requiere una mayor comprensión de cómo funcionan las sociedades y cómo podemos participar activamente en su transformación, a través del desarrollo de una cultura científica, tecnológica y humanística que aproveche las distintas formas y tipos de conocimientos necesarias para resolver las problemáticas que nos aquejan.

A este proyecto se le ha denominado Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB), el cual es un modelo educativo basado en el desarrollo de competencias. Una competencia es la capacidad de responder a diferentes situaciones, e implica un saber hacer (habilidades) con saber (conocimiento), así como la valoración de las consecuencias de ese hacer (valores y actitudes).

Se pretende que el desarrollo de competencias ayude al alumno a tomar decisiones, comprender el mundo, hacer frente a riesgos y a situaciones de emergencia y de supervivencia, fomentar el desarrollo personal y potencial, disfrutar de una vida privada y social exitosa, para enfrentar eficazmente contextos y problemas de la vida cotidiana.

Considerando el nuevo modelo educativo basado en competencias y las exigencias que reclama la sociedad en un mundo de cambio rápido y constante, es necesario tener docentes y educadores calificados y dotados de competencias interdisciplinarias para que sean capaces de enseñar a los alumnos las competencias para la vida. Que estos docentes estén capacitados para desarrollar competencias y valores las cuales sean relevantes para la vida futura de los estudiantes y además cubran con las necesidades presentes. Para ello es preciso que los abordajes de los contenidos estén ligados a la práctica y a la interactividad, basados en la experiencia personal y en la experimentación.

El problema ya no es la cantidad de la información que reciben los niños, sino la calidad y el buen uso de la misma. Para eso el docente debe dotar al alumno de las herramientas básicas para resolver cualquier tipo de situación, debe enseñarles “aprender cómo aprender” (manera adecuada de hacerlo) y cómo autorregular el propio aprendizaje (qué voy aprender y qué quiero aprender) y de esta manera, constituir ciudadanos gestores de su propia educación.

Para alcanzar lo anterior hace falta que el educador este dotado de un pensamiento complejo que le permitirá realizar su labor docente de forma satisfactoria.

El pensamiento complejo es la capacidad de interconectar distintas dimensiones de lo real. Ante la emergencia de hechos u objetos multidimensionales,

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