Pedagogia
Enviado por romsol • 26 de Noviembre de 2012 • 3.404 Palabras (14 Páginas) • 359 Visitas
Introducción
En este trabajo analizaré algunos elementos en torno a las utopías de la obra de Comenius en el marco de la pedagogía moderna, luego abordaré algunos aportes a la pedagogía de John Dewey, quien realizó una critica bastante importante a la escuela tradicional. Como conclusión, haré algunas comparaciones sobre estas dos pedagogías, desde mi punto de vista.
La pedagogía moderna de Comenius
El paradigma transdiscursivo de Comenius expresado en Didáctica Magna constituye el núcleo de la pedagogía moderna. Esta obra fundante es el instrumento teórico principal que responde al desafío de la educación del cuerpo infantil en la modernidad a través de una tecnología social nueva: la escuela.
Funciona como paradigma transdiscursivo, como un modelo constituido por elementos relacionados entre sí que contribuye a la explicación de la realidad desde una visión particular, y que tiene por cualidad su continuidad. Aparece delineando lo que 350 años después se constituye como la organización que predomina la educación.
Comenius instaura dos grandes utopías que parten de un elemento sobre el cual se basa la pedagogía y que el mismo autor sintetiza: “Conviene formar al hombre si debe ser tal”. Esto tiene dos implicancias:
• El hombre en tanto es tal, tiene la capacidad de ser educado. Cuando habla de formar se hace referencia a mecanismos racionales de actividad sobre el otro, que necesitan ser dirigidos.
• El educador tiene una de las responsabilidades más grandes: hacer que el hombre sea hombre.
A partir de esto se pueden nombrar las dos grandes utopías:
• De orden sociopolítico: Este ideal se resume en el título “ideal pansófico”, que expresa el fin de la escuela como instrumento capaz de enseñarle todo a todos.
• De orden metodológico: la armonía y equilibrio entre enseñante, enseñado y método: el orden mismo de las cosas. Todos los caminos están estipulados. El orden escolar será capaz de eliminar la improvisación, la incertidumbre, la indisciplina por medio del método escolar.
Con respecto a la utopía de “enseñar todo a todos”, insiste en que deben ser educados pobre y ricos, mujeres y hombres, inteligentes y estúpidos. Pero esta universalidad tiene sus límites y encontramos en su propuesta una respuesta a las pretensiones y la concepción del mundo de la burguesía. Quiere que los pobres y los estúpidos vayan también a la escuela, pero hasta cierto punto. Tan sólo asisten a la misma sus dos primeros niveles, el maternal y el común - y el maternal puede llamarse escuela mediante un significado erróneo, ya que este nivel se trata de la educación familiar-. El tercer nivel queda restringido para los más capaces y a los que dispongan los medios para acceder a la misma, y el último, la universidad o academia, queda reservado exclusivamente para “la flor de los hombres”.
También el acceso a las mujeres está limitado en cierta medida en su obra. El énfasis en los dos sexos desaparece en los niveles superiores, y el lugar de la mujer en su época no estaba en algo más que los oficios, sino en la familia, la religión y los niños. La educación de la mujer responde a lo que es necesario para el cuidado familiar, la salvación propia, del marido y de los hijos.
De este modo, Comenius instaura un cambio importante, pero también se justifican las diferencias sociales como fruto, no de los privilegios del contexto donde se desarrolla el hombre, sino de las capacidades de cada uno en un sistema de igualdad de oportunidades. En la escuela los individuos muestran sus diferencias, cada uno muestra sus capacidades y en función de ellas encontrarán un lugar dentro de la escuela y en la sociedad. A través de la gradualidad del sistema de enseñanza se asignan diferentes funciones para los distintos niveles sociales en su paso por el mismo, legitimándose así la desigualdad social.
En la Didáctica Magna el empeño esta puesto sobre el método, al que el docente debe seguir cuidadosa y rigurosamente. Supone la existencia de un orden general que el docente necesariamente lo acepta y lo pone en funcionamiento.
Uno de los principales fundamentos tiene que ver con el camino que va a tomar el que va a enseñar. Todos los preceptos ordenan el quehacer del educador con el fin de que nada de su accionar quede librado al azar o a su propia iniciativa. El método esta dado desde arriba, el educador tiene que cumplirlo y de este modo se lograran los fines propuestos para la escuela.
Sin embargo, su rol no es solamente el de cumplir con el método establecido, sino que también el docente es el único que ocupa el lugar - rígido, inamovible- del que sabe en la escuela, el alumno es el que no sabe, es el ignorante.
El docente tiene un lugar único y privilegiado en la escuela, es el responsable de educar a un grupo de chicos, en el mismo tiempo y lugar y con los mismos saberes. El docente ocupa el lugar del que sabe y el alumno del que no sabe, el depositario futuro de saberes.
El docente es también un intelectual, pero es un intelectual vigilado por el discurso que determina las actividades de enseñanza que debe desarrollar. El docente es el responsable de todo lo que ocurre en la escuela siendo él quien tiene que cumplir con el método establecido por los pedagogos.
Por ejemplo, en cuanto a la disciplina escolar, la responsabilidad del mantenimiento del orden es del docente y no del alumno, y en el caso de que haya algún acto de indisciplina es el educador el que tiene la culpa. Son sus errores en la aplicación del método didáctico los que determinan las situaciones indeseables, conflictivas.
Con respecto a la infancia moderna, en Comenius no se encuentra aun una infancia pedagogizada. En la Didáctica Magna, la infancia es un hecho dado, un estado que no se puede evitar en una trayectoria predeterminada del hombre. La posición del infante implica la posición del alumno y las características del niño en general. Niño y alumno son indiscernibles en la pedagogía de Comenius. Quien esta en la posición de alumno esta dentro de la infancia, cualquiera sea su edad.
Comenius sugiere una alianza familia- escuela. Para el autor la educación de los hijos es responsabilidad natural de los padres. Sin embargo, por falta de tiempo y por escasos conocimientos adecuados por parte de los mismos, es necesario que los padres confíen la educación de sus hijos a los maestros.
Los educadores son profesionales que con métodos racionales actúan ordenadamente sobre los niños. Este traspaso de la esfera privada -familia- a la esfera pública -escuela- requiere de un contrato fundamental entre las dos partes. El docente es el responsable de la tarea de educar, por consiguiente los padres deben reconocer y aceptar la validez y legitimidad
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