Plantilla

NACIONALISMO E IDEOLOGÍA DOMINANTE: EL MARCO SOCIOHISTÓRICO

De acuerdo con el grado de desarrollo en que se encuentra una sociedad, con las relaciones de dependencia o de predominio internacional, con la presencia reciente o ancestral de su población y de étnica, con el grado alcanzado de unificación nacional, con la importancia y el tipo de su religión, con las guerras o agresiones exteriores de que ha sido víctima o ha promovido, pero, sobre todo, de acuerdo con las movilizaciones y enfrentamientos civiles y el tipo de alianzas y acuerdos de clase que de ellos hayan resultado, veremos cobrar más importancia a ciertos valores y objetivos sociales respecto a otros y, en función de ello estructurarse el contenido básico de un determinado modelo cultural o ideología dominante. Las sociedades dependientes con un cierto grado de desarrollo, la cuestión del nacionalismo tomará formas más encubiertas y en cierta forma más complejas que en la situación, por ejemplo, de un país colonial que busca su independencia o que ha accedido a ella recientemente. También será vivida de una forma distinta la dimensión nacional respecto a aquellos países cuyo eje fundamental en el plano de la producción sigue estando orientado hacia el mercado internacional, es decir, países fundamentalmente primario-exportadores, aunque en este caso habría que preguntarse incluso si la explotación de sus recursos es realizada sobre todo por extranjeros o por nacionales. El nacionalismo actúa lógicamente como la más amplia frontera en el plano de la sociedad global. Es por algo que la amenaza exterior y las guerras redundan casi siempre en la reconstrucción de un modelo cultural, en la unificación nacional en la movilización colectiva en un sentido único que tiene a aplazar los conflictos interiores, aunque se puedan citar también ejemplos excepcionales en los que la derrota o la presencia de una crisis previa de la organización social y de la dirección produzcan efectos totalmente contrarios.

Por los más distintos medos se busca entonces superar esta crisis: cuando las condiciones han sido favorables se ha intentado rebasar el impase, como en el caso de Brasil, fortaleciendo un nacionalismo y una imagen de grandeza nacional frente a los pueblos más débiles que lo rodean y creando la ilusión, al mismo tiempo, de que las inversiones extranjeras y el crecimiento que éstas traen consigo redundan en el bienestar, en el aumento del consumo y en la modernización, aunque esto sólo sea cierto para una relativamente reducida clase media, el endurecimiento político, la eliminación por la fuerza o por la amenaza de los sectores de oposición y la instauración de un Estado. En el intento de este paso dentro de la continuidad hacia nuevas bases de coherencia del modelo cultural, la organización social puede verse seriamente amenazada, porque no es fácil conciliar y reorientara la contradicción o la no correspondencia que se da

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