Popol Vuh

UNAM Facultad de Filosofía y Letras

Roberto Gómez Martínez

UNIDAD 3

1. Después de leer el Popol Vuh señala:

1.1. ¿Cuántos hombres fueron creados por los dioses y cuáles fueron sus destinos?

Primero me interesa establecer que la obra muestra con claridad una relación de interdependencia: la existencia de los hombres se debe a un acto creador de los dioses, fruto de su voluntad, de su palabra y del acuerdo común; al mismo tiempo, la propia existencia divina sólo se justificará si su creación, los hombres y las mujeres entendidos como comunidad son seres agradecidos con sus dioses, los invocan, los adoran, los alimentan. Sobre esta consideración, el Popol Vuh refiere tres intentos de creación del hombre.

Los primeros hombres que crearon los dioses fueron los hombres de lodo; estos hombres podían hablar, mas carecían de entendimiento y de fuerza; además eran incapaces de realizar movimientos, de sostenerse y de multiplicarse, pues se deshacían en la humedad. El Creador y el Formador, al ver las limitaciones de esos hombres que les impedía cumplir el propósito por el que fueron creados, decidieron destruirlos.

Los segundos hombres fueron labrados en madera. Éstos también hablaban, pero a diferencia de los hombres de lodo, pudieron multiplicarse en gran número en la tierra; sin embargo, tampoco tuvieron alma ni entendimiento, por lo que no recordaban a sus creadores y formadores ni hablaban con ellos; andaban a gatas y sin rumbo. Entonces, el Corazón del Cielo los destruyó a través de una inundación producida por un gran diluvio; y puesto que se olvidaron de su madre y de su padre, fueron castigados de diversas maneras: se les vaciaron los ojos, sufrieron decapitación, les devoraron las carnes, sus huesos y nervios fueron rotos y magullados. Por si faltara poco, cayó una lluvia negra, y los animales, piedras, madera y utensilios de cocina tomaran venganza por el maltrato a que los hombres de madera los habían sometido. Les destrozaron las bocas y las caras. Los que sobrevivieron tuvieron una descendencia que puede verse en los monos que habitan en los bosques.

Los siguientes hombres fueron los hombres de maíz. De mazorca amarilla y mazorca blanca crearon los dioses su carne y su sangre. Fueron cuatro los primeros hombres creados: Balam-Quitzé, Balam Acab, Mahcutah e Iqui-Balam. Fueron dotados de habla y sabiduría, de bondad y de apariencia hermosa. A diferencia de los anteriores hombres, los hombres de maíz se mostraron agradecidos ante sus dioses. Y puesto que grandes eran su saber y su comprensión, los dioses vieron en ello un peligro, pues podrían igualarse a sus creadores y formadores, por lo que decidieron limitar el alcance de su sabiduría. Después de esta acción, los dioses crearon también a las mujeres.

1.2. ¿Cómo se relacionan los viajes de Hun-Hunahpú y Vucub-Hunahpú y el de los gemelos a la región de Xibalbá?

Existe un elemento en común, el juego de pelota, que se ubica en el camino de Xibalbá, el lugar del inframundo. Cuando practican este juego Hun-Hunahpú y Vucub-Hunahpú, los señores de Xibalbá se muestran agraviados, sienten que no les respetan, así que ordenan a sus mensajeros mandar a llamar a los hermanos para, con el pretexto de retarlos al juego de la pelota, darles muerte. Cuando se despiden de su madre, los hermanos le dejan en prenda sus instrumentos de juegos, presintiendo tal vez que van a morir. Los hermanos, seres sabios, logran evitar las primeras trampas que les tienden los señores de Xibalbá, excepto cuando llegan al cruce de los cuatro caminos, donde escogen el camino negro, que es la ruta que los lleva a su derrota. Cuando llegan ante los señores de Xibalbá, deben saludar a éstos por su nombre, pero son burlados y saludan a muñecos de palo y luego los engañan haciéndoles sentarse en una banca ardiente. La última prueba para los hermanos es pasar la noche en la Casa Oscura, con un ocote prendido y encender tabaco, pero sin que ambos se consumiesen. La imposibilidad de que esto ocurra es el pretexto perfecto para que los señores del inframundo ordenen la muerte de los hermanos. La cabeza de Hunahpú es colgada de un árbol, el jícaro, que de inmediato dio unos frutos redondos, confundiéndose con ellos la cabeza de Hunahpú.

El viaje de los gemelos tiene el mismo origen. Cuando éstos saben de la existencia de la pelota que dejaron su padre y Vucub-Hunahpú, la recuperan y se ponen a jugar en el camino de Xibalbá; los señores del inframundo vuelven a indignarse y envían a sus mensajeros a que inviten a los jugadores a visitarlos para practicar el juego con ellos. El fin es el mismo: tener un pretexto para darles muerte. Los gemelos, Hunahpú e Ixbalanqué, aceptan el reto. Sólo que ahora todas las pruebas que los señores de Xibalbá ponen contra sus oponentes son burladas por éstos. Los gemelos logran la destrucción de los señores de Xibalbá.

1.3. ¿Cómo se gestan los gemelos y cómo influye ese evento en su vida posterior?

A la muerte de Hun-Hunahpú y habiéndose convertido en un fruto del mismo árbol donde fue colgada su cabeza, los señores de Xibalbá ordenan que nadie se entere de la existencia de los frutos del jícaro. Pero una doncella llamada Ixquic supo del fruto, y movida por la curiosidad y el deseo de consumirlo, se presentó ante el árbol. La calavera de Hun-Hunahpú la llama entonces y le pide a Ixquic extender su mano derecha, y en lugar del fruto, él lanza en la palma extendida de Ixquic un chisguete de saliva. Ella queda embarazada de él, quien le transmite su propia condición, de manera que Hunahpú e Ixbalanqué heredarán de sus padres lo mejor de cada uno. Esto posibilitará que los gemelos sean personajes más sabios y más astutos, características que les permitirán vencer a los falsos dioses Vucub-Caquix, que se ostentaba como el sol, y los dos hijos de éste: Zipacná, que presumía de ser el creador de las montañas, y Cabracán, que se ufanaba de destruir las montañas. Esa ventaja genética también les facilita vencer a los señores de Xibalbá.

1.4. ¿Cuál es el mito principal que se narra en el Popol Vuh?

A mi parecer, es el nacimiento y las hazañas de los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué por las siguientes razones.

Son divinidades que se imponen a los falsos dioses que representan la soberbia y la vanagloria, actitudes opuestas a la grandeza del Creador y del Formador y a los valores comunitarios.

Son dioses que se enfrentan a los señores del inframundo, encargados de ocasionar los males que llevan a los hombres a sufrir diversos tipos de muerte. Es una lucha de la vida contra la muerte.

El pueblo quiché identifica a los gemelos como el origen de su cultura. Son los dioses, según dice el final de la segunda parte, que representan

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