Postura respecto a la educación inclusiva
Enviado por vpinedamx • 15 de Agosto de 2015 • Ensayo • 1.086 Palabras (5 Páginas) • 248 Visitas
Cursos Estatales de Actualización
Vigésima Tercera Etapa
Educación inclusiva
Tarea compartida para la atención a la diversidad
Postura respecto a la Educación Inclusiva
Sesión 5
Enrique E. Velázquez López
A partir de la necesidad de brindar a todo ser humano opciones educativas de calidad, la Educación Inclusiva surge como una alternativa educativa que considera la gran diversidad de alumnos que a una escuela pueden acudir. En este sentido, la inclusión como educación para todos, busca establecer las condiciones necesarias para desarrollar las estrategias y acciones pertinentes que tengan la capacidad para dar respuesta a esta diversidad, bajo un marco democrático y sin discriminación; ello implica desde luego, lograr el acceso de todos los niños a la educación básica, en el sentido de asegurar la igualdad de oportunidades y de ejercer el derecho de una educación para todos.
Lograr el acceso de toda la población a la educación básica es un compromiso de todos que implica una serie de transformaciones profundas tanto en las políticas, que permitan generar procesos de gestión para la atención a la diversidad, como en los involucrados en la educación de los alumnos, que posean una actitud abierta y dispuestos a transformar sus prácticas, ya sean docentes, directivos, e incluso, padres de familia. Por lo tanto, esta alternativa promueve y provee un currículo que responda a las exigencias de aprendizaje de todo el alumnado, independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos aquellos con discapacidad y/o que enfrentan cualquier tipo de barrera para el aprendizaje.
La UNESCO[1] define la educación inclusiva como “un proceso orientado a responder a la diversidad de los estudiantes incrementando su participación y reduciendo la exclusión en y desde la educación”, y este concepto nos presenta dos palabras clave que debemos siempre tener en mente a la hora de pretender desarrollar prácticas inclusivas: participación y exclusión.
Por un lado la participación implica no solo que el alumno que enfrenta barreras para el aprendizaje se “integre” al resto de sus compañeros durante determinada actividad, ya que la integración se refiere únicamente que “los colectivos que se incorporan a las escuelas tienen que adaptarse a la escolarización disponible (currículo, métodos, valores y normas), independientemente de su lengua materna, su cultura o sus capacidades” como menciona la profesora Rosa Blanco[2], lo cual implica que al incorporarse el niño debe de hacer lo posible por ser igual a los demás, pertenecer al “estándar”, sin importar la situación particular en la que se encuentre, por lo cual, al verse “diferente” que el resto de sus compañeros conlleva a una exclusión e incluso a una autoexclusión del resto de sus compañeros. La participación inclusiva en cambio demanda “que las acciones estén dirigidas principalmente a eliminar las barreras físicas, personales e institucionales que limitan las oportunidades de aprendizaje y el pleno acceso y participación de todos en las actividades educativas”[3]
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