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Prevencion De Riesgos Laborales

sandrinireus1 de Agosto de 2014

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TEMA 4: Incendios

1.FUEGO E INCENDIO

En primer lugar, es necesario conocer qué es y cómo se produce el fuego para poder atacarlo con eficacia.

La combustión es una reacción química que tiene lugar cuando los vapores desprendidos por una sustancia combustible se combinan con gran rapidez con el oxígeno en el aire. Esta reacción se produce con desprendimiento de energía luminosa y calorífica, conformando el fuego.

2.PREVENCION

El incendio es un factor más de riesgo de nuestra sociedad, que nos amenaza constantemente. En muchos de los incendios sus efectos podrían ser evitados o disminuidos. Para ello es necesaria la prevención ante estos sucesos.

revención de incendios es la única arma útil de que se dispone para hacer frente a dicho peligro.

3.EXTINCION DE INCENDIOS

Para que se produzca un incendio es necesario que se den estos tres elementos unidos entre sí:

• Combustible.

• Oxigeno (Carburante).

• Calor.

Otro factor que debemos tener en cuenta es la energía de reacción, ya que es el propiciador del fuego y que da lugar posteriormente a la reacción en cadena. Por tanto, cuando un fuego está ardiendo y para que se mantenga ardiendo, son cuatro los elementos que concurren: calor, combustible, carburante y la reacción en cadena.

Si para que exista el fuego, es totalmente necesaria la unión de tres elementos, su extinción se logra separando cualquiera de ellos.

1. Eliminación del combustible

Combustible es toda aquella materia que es capaz de destilar vapores inflamables. Naturalmente sin combustible es totalmente imposible obtener fuego.

Cuando el incendio se ha producido es imposible eliminar el combustible que arde, por lo tanto es imposible apagar el incendio por este método.

Lo que sí es cierto es que una forma de reducir el riesgo de incendio, es no almacenando combustibles cerca de los lugares peligrosos.

2. Eliminación del oxígeno

Se denomina carburante al oxígeno contenido en el aire en una proporción del 21 % en volumen, que en los incendios es el segundo elemento activo de la reacción de combustión.

Indudablemente, sin el oxígeno del aire es imposible la existencia del fuego.

El método para eliminar el oxígeno en la combustión, recibe el nombre de sofocación, y puede definirse como el proceso que impide que los vapores combustibles se pongan en contacto con el oxígeno.

Ejemplo:

Esto es lo que se consigue al echar arena a un fuego o cubrirlo con una manta.

3. Eliminación del calor

El último elemento indispensable para tener fuego es el calor. Continuamente estamos rodeados de materiales combustibles y de aire en contacto íntimo, sin que por ello se produzca fuego. Siempre es necesario unir a estos elementos la energía calorífica indispensable para iniciar la reacción de la combustión.

Los combustibles, necesitan para poder arder, desprender valores inflamables mediante el calor, o sea, alcanzar su temperatura de inflamación. Por tanto, si una vez que esto ha sucedido se consigue rebajar esta temperatura, el fuego desaparecerá.

Ejemplo:

Esto se da cuando se arroja agua a un incendio.

Como resumen de todo lo anterior hay que decir que el calor se transmite en las tres formas siguientes:

• TRANSMISIÓN: el calor se transmite a través de las sustancias conductoras, pudiendo provocar la propagación de un incendio.

• RADIACIÓN: el calor se transmite en ondas caloríficas en todas las direcciones, por lo que todos los combustibles alcanzados por estas ondas pueden llegar a su temperatura de ignición.

• El CALOR RADIANTE es culpable de multitud de incendios. Es bastante normal el fuego originado por aproximar demasiado las estufas a las cortinas u otro material inflamable.

• CONVECCION: el aire caliente y los gases de la combustión tienden a elevarse por su menor densidad con respecto al aire frío. Por ello las corrientes de aire son muy peligrosas, en caso de incendio, si van dirigidas hacia materiales altamente inflamables.

4.CLASIFICACIÓN DE INCENDIOS

Indudablemente, todos los combustibles no se comportan de la misma forma al arder, por lo que es totalmente necesario clasificarlos para conocer, que sistemas de extinción son los más apropiados en cada caso.

1. Incendios de clase A

Son los originados por combustibles sólidos que dejan cenizas y rescoldos al arder.

Ejemplo: Madera, la paja, papel, etc.

El método de extinción más apropiado para estos fuegos es el enfriamiento.

2. Incendios de clase B

Son todos los originados por combustibles líquidos o que destinen líquido por el calor.

Ejemplo: Alquitrán, gasolina, aceites, etc.

El método de extinción más apropiado para estos fuegos es el de sofocación.

3. Incendios de clase C

Son los originados por combustibles gaseosos.

Ejemplo: Butano, propano, metano, etc.

El mejor sistema para apagar estos fuegos es eliminar la salida del gas, cerrando la válvula más próxima.

Estos incendios al igual que los de clase B pueden ser extinguidos por sofocación.

4. Incendios de clase D

También son llamados fuegos especiales. Pueden estar originados por ciertos productos químicos o por metales combustibles.

Ejemplo: Sodio, potasio, titanio, litio, etc.

Antes de manipular cualquiera de estos productos es importantísimo consultar sobre el sistema de extinción apropiado.

5. Incendios de clase E eléctricos

Son los incendios originados en equipos o instalaciones eléctricas que se encuentren en presencia de tensión eléctrica.

Se debe siempre cortar el suministro eléctrico y extinguirlos por sofocación con agentes extintores no conductores.

5.AGENTES EXTINTORES

Una vez conocidos los diferentes tipos de fuego que se pueden presentar, es necesario conocer las armas con las que se les puede hacer frente, o sea, los agentes extintores de dichos fuegos. Además, es importante saber contra qué tipo de fuego podrá ser utilizado cada uno de ellos.

1. Agua:

El agua es el agente extintor más abundante, antiguo y económico de los actualmente en uso.

Extingue los fuegos, principalmente por enfriamiento y puede ser utilizada en forma de chorro o pulverizada. El agua a chorro sólo deberá utilizarse en fuegos de clase A. El agua pulverizada se podrá emplear en fuegos de clase A, en líquidos combustibles de clase B, llamados pesados, como el fuel-oil.

2. Anhídrido carbónico:

También llamado nieve carbónica o CO2, es un gas inerte, más pesado que el aire, por lo que utiliza como elemento de sofocación de incendios.

Principalmente, es eficaz en fuegos de clase B e incendios eléctricos. Su mayor aplicación la tiene en los fuegos eléctricos por no ser conductor y no dejar residuos.

3. Polvo seco:

Generalmente es un compuesto de bicarbonato de sosa y un agente hidrófugo que impide el apelmazamiento del polvo, por absorción de la humedad ambiental.

Existen diferentes teorías sobre como este agente extingue fuegos, siendo la más aceptada la que defiende el doble efecto de la sofocación y paralización de la reacción de combustión.

Actualmente se emplean principalmente dos tipos de polvo seco, el polvo seco químico normal y el polivalente, limable o antibrasa. Éste último refresca mucho más el combustible, por lo que es más efectivo que el normal para fuegos de tipo A.

Además, existen también una serie de formulaciones de polvo seco especiales para combustibles de tipo D.

Generalmente, el polvo seco normal es efectivo en los fuegos de clase B, C e incendios eléctricos. Se pueden emplear en los de clase A, pero seguidamente habrá que utilizar agua para que no se reaviven las llamas.

4. Espuma:

Existen dos tipos de espuma:

o Espuma química:

La espuma química se forma por la mezcla de una solución ácida en otra básica. Al mezclarse íntimamente ambas soluciones, reaccionan produciéndose anhídrido carbónico, con el consiguiente aumento de presión que lanza la espuma extintora, que es el producto de la reacción. Este tipo de espuma tiene el inconveniente de atacar los metales, ser conductora de la electricidad, y disolverse en los alcoholes por lo que prácticamente no se usa en la actualidad.

o Espuma física:

La espuma física, es una masa de burbujas unidas entre sí por un estabilizador, que se aplica en forma de manta sobre líquidos en combustión, que impide y apaga el fuego por sofocación.

Esta espuma se produce mediante un proceso mecánico, mezclando agua y aire con una sustancia estabilizadora llamada generalmente, líquido espumógeno.

Hay que tener presente que la espuma se disuelve en los hidrocarburos solubles en agua, como son los alcoholes, acetona, etc. por lo que no es posible emplearla en incendios de estos combustibles.

La espuma, se debe dirigir siempre hacia paredes verticales para que se cubran por su propio peso las superficies incendiadas. Nunca se debe utilizar en la extinción de incendios conjuntamente con el agua, ya que ésta, rompe la manta de espuma.

La espuma es eficaz para combatir incendios de clase B con la salvedad antes comentada y en los

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