RAMÓN ROSA Y LA EDUCACIÓN HONDUREÑA

RAMÓN ROSA Y LA EDUCACIÓN HONDUREÑA

Crear un nuevo ciudadano a través de la educación fue un proceso difícil en Honduras. Ramón Rosa tuvo la ardua tarea de organizar e implementar la política educativa de las Reformas Liberales en todo Honduras. Antes de que Rosa reorganizara la educación secundaria y universitaria, trató de organizar una educación primaria gratuita y obligatoria, proporcionada por el Estado, pues creía que era la base del conocimiento. De igual forma, creía que la educación científica enriquecería, moralizaría y haría justa y responsable a la nueva sociedad civilizada hondureña; insistió en organizar la enseñanza primaria como base de todo conocimiento, y esta educación fue declarada obligatoria y libre bajo la responsabilidad del Estado. Rosa deseaba entonces que la educación secundaria forjara a los jóvenes para que tuvieran éxito en los estudios universitarios o para aprender habilidades prácticas; La juventud aprendería la lingüística, la geografía, la historia, la literatura y la física matemática en estos niveles.

En su ensayo "Importancia de la instrucción pública", Rosa también indica su plan para educar al ciudadano hondureño. Rosa escribió en 1879

“...Instruir es formar buenos ciudadanos para la república y es crear elementos de progreso para los pueblos. La instrucción es el alma de las sociedades que revelan, en la esfera de los hechos [de] los institutos de los países libres: la instrucción es también la fuente impalpable pero viva, de la prosperidad y cultura de las naciones.”

Señaló de igual manera cómo otras naciones latinoamericanas estaban implementando la educación positivista e hizo recomendaciones para que Honduras siguiese su ejemplo.

El documento de 1874, llamado "Importancia de la instrucción pública", destaca sus pensamientos no fundamentales sobre la educación. Menciona específicamente los modelos de enseñanza primaria positivista argentina y chilena y asocia directamente a victoriano Lastarria con la innovación de los libros de texto. Rosa parece estar muy influenciado por él y específicamente hace referencia a su llamado a la educación primaria:

“José Victoriano Lastarria ha consignado un principio cuya importancia debe ser indiscutible, más que para todos, para los países latinoamericanos: la primera necesidad social de un pueblo es la instrucción primaria”

Rosa creía que la educación ya no podía ser administrada por las autoridades religiosas. Argumentó que la instrucción religiosa y doméstica no era lo suficientemente adecuada: la educación católica ya no era apropiada para educar; quería la educación a través de la ciencia y la comprensión de la historia, civilizara al público en general. Para Rosa, la instrucción siempre había sido un agente civilizador. Como parte del "despertar" científico del siglo XIX, Honduras debía participar en la educación. Por lo tanto, era necesario hacer la instrucción pública obligatoria y gratuita. Honduras necesita buenos maestros, un nuevo currículo y textos, y recursos, que antes no se habían abordado para mejorar la educación. Explicó entonces que la falta de instrucción primaria era característica de la vida hondureña. Las escuelas hondureñas no habían moldeado el corazón y el carácter de la juventud y no estaban adecuadamente preparadas para vivir vidas prácticas sin conocimiento ni relaciones morales, sociales, políticas e industriales ni las leyes de la naturaleza.

Constitución social en Honduras 1880

Este ensayo, escrito seis años después de la "Importancia de la instrucción pública" es un examen de los problemas que afectan la sociedad hondureña y cómo la filosofía positivista podría resolverlos. El ensayo comienza por referirse a ciertas personas como "primitivas" y que necesitan ayuda para progresar.

Rosa afirmó entonces que había quienes habían llegado a la madurez, eran inteligentes y morales y sabían exactamente lo que se necesitaba hacer para alcanzar su destino (¿refiriéndose a la sociedad europea?) y continúa abogando por una sociedad hondureña productiva y cooperativa.

"Un feliz y bendito imperio, que mantiene la armonía social, imparte las bendiciones de la justicia, difunde la luz de la ciencia y forma el concierto admirable de la civilización".

Aquí Rosa consideraba la política como el método para resolver los problemas sociales porque no los estaba resolviendo, sino que cumplía los objetivos de los que estaban en el poder.

Como pensador liberal y positivista, pidió políticas responsables que se centraran más en la sociedad hondureña. La política debía preocuparse por el progreso de una república; Esta república fue fundada sobre la base de la libertad y sobre el trabajo y la educación de sus ciudadanos.

Rosa luego esbozó las expectativas de la ciudadanía después de participar en el trabajo y la educación:

La aplicación de esas ideas requiere hábitos de orden y de trabajo profundamente arraigados en una sociedad, a través de la educación, la moral, la intelectualidad y la política, en todas las clases sociales, una opinión pública bien informada sobre sus derechos y deberes, un alto estado de desarrollo De todos los elementos que componen la civilización del país, y un sentimiento noble y amplio de patriotismo, ante el cual se silencia la voz de la pasión y disminuye la influencia de los intereses personales, de la secta y del partido.

El gobierno tenía la responsabilidad de educar a aquellos que no tenían acceso a ella a fines del siglo XIX. El público hondureño necesitaba ser educado para entender la importancia del trabajo para que el progreso alcanzara a la población hondureña. Rosa aludió a la pereza, que es una "característica" general de los afrodescendientes y de los pueblos indígenas en la teoría científica de la raza; también creía que el conocimiento de la historia y la sociedad hondureñas era indispensable para el progreso de la nación y que Honduras "no puede ignorar nuestras condiciones sociales". Además, explica que "nuestro partido progresista ... mira hacia atrás en el pasado, acepta que Los obstáculos dolorosos que enfrenta y, lleno de fe y esperanza, fija su vista en el futuro mejor que se encuentra al final del viaje ".

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