Sindrome de invalidez aprendido

Sindrome de invalidez aprendido

Sindrome de acomodación al abuso sexual

Personas sometidas a intensos abusos pueden percibir un momento como propicio para hacer cesar los ataques, Personas sometidas a intensos ciclos de violencia pueden percibir un momento como propicio para hacer cesar los ataques.

Es decir, a nivel no ya de la antijuridicidad, sino de la culpabilidad, al no poder exigírsele a la imputada una conducta distinta, dados los antecedentes de vejación y agresiones sufridos por la joven acusada a manos del ofendido y sus condiciones emocionales y psicológicas y, en consecuencia, que no pueda reprochársele su actuación. No podemos olvidar que la imputada no tenía a nadie que le diera abrigo y el ofendido era quien le daba cobijo e incluso dinero, valiéndose de las condiciones de gran vulnerabilidad presentes en la niña y sacaba provecho de ello, abusándola sexualmente. La jurisprudencia de la Sala Tercera ha analizado casos en circunstancias muy similares a las del que aquí se conoce, analizando la doctrina alrededor de la figura del “tirano de la casa”, particularmente aplicable en supuestos de violencia intrafamiliar, pero que también pueden presentarse en supuestos de abusos sexuales o físicos reiterados y permanentes en el tiempo, en especial, cuando media una relación de dependencia y de poder del agresor. Así, en la sentencia 2010-00852, de las 12:05 horas, del 12 de agosto de 2010 dicha instancia desarrolló los supuestos que pueden presentarse, en contextos en los que no se presenta una agresión actual e inminente que como vimos, sí se dio e en este caso-, pero se está frente a situaciones de una amenaza real, de un peligro inminente, precisamente por estar sumido el autor o un tercero a quien se quiere proteger, en una situación de abuso reiterado, que representa un peligro permanente para su integridad física o su vida y se reacciona lesionando la integridad física o la vida del agresor. Aunque el supuesto que dio base a ese pronunciamiento, no reunía los presupuestos de una conducta justificada por una legítima defensa, los conceptos allí desarrollados resultan plenamente aplicables y útiles para el análisis que aquí se hace y, dada su trascendencia, merecen traerse a colación y citarse. Así, se indicó “ […] Visto el análisis intelectivo de la sentencia, es claro para esta Sala que el Tribunal de Juicio no realizó una valoración suficiente de los elementos de prueba existentes en autos acerca de la grave situación de violencia doméstica padecida por la hija de la encartada. Esta inadecuada valoración de la prueba generó, como se verá, una incorrecta fundamentación jurídica por parte de los jueces de juicio. Desde el punto de vista del análisis requerido por la teoría del delito, - tal como lo estableció el Tribunal-, es evidente que la acción atribuida a la acusada, es decir, la acción de disparar y matar a J. es una acción típica. De igual manera, es correcta la conclusión de los jueces al descartar que la acusada haya sufrido una agresión directa y actual, o una agresión inminente de parte del hoy difunto. Dado que la agresión ilegítima es un requisito objetivo de la legítima defensa, y tomando en cuenta que en el caso concreto ese requisito no concurrió, efectivamente debía desecharse la posición de la acriminada de que actuó amparada en defensa de su propia integridad.

Consecuentemente, el análisis debe centrarse en la culpabilidad y, más concretamente, en la determinación de si existen o no causas que la excluyan o

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