Sistema Penal Mexicano

EL SISTEMA PENAL MEXICANO

La sociedad manifiesta una profunda desconfianza hacia el sistema de justicia penal en su conjunto. En realidad, el debate va más allá de la disyuntiva entre la oralidad y el procedimiento escrito. Se trata de encontrar la manera en que se garantice una justicia penal eficaz que goce de la confianza ciudadana.

Ha sido objeto de múltiples discusiones los alcances y las características de la propuesta de reformas existentes. La necesidad de aclarar que los juicios orales se inscriben en una lógica garantista y no necesariamente en una visión de eficientar el sistema penal, de lo contrario, la sociedad se puede desilusionar al no ver resultados concretos respecto de la disminución de índices de criminalidad pues el proceso penal no está directamente relacionado con estos. Por lo que la oralidad es sólo la forma en que se desarrolla un proceso y que lo trascendente es cómo se imparte justicia.

Por lo que para garantizar ese alivio a la sociedad, es necesario tener en cuenta los siguientes puntos:

• Profesionalizar la actuación de todos aquellos que intervienen en el sistema de justicia penal, desde la acusación hasta la ejecución de sentencias

• Se debe escuchar el reclamo de la sociedad en cuanto a la necesidad de que la víctima del delito sea resarcida y, además, tenga la posibilidad de interponer los recursos necesarios en caso del no ejercicio de la acción penal por parte del Ministerio Público.

• Considerar que el establecimiento de salidas alternativas al procedimiento penal reduce el número de procesos penales y aumenta la eficiencia y eficacia del sistema.

• Asegurar que los procesos penales cumplan con los principios de concentración, inmediación, contradicción y publicidad, consignados en la Constitución

• Cambiar la forma en que se redactan las sentencias: acabar con los “machotes” y generar resoluciones jurisdiccionales que respondan efectivamente a las circunstancias del caso que se juzga.

• Revisar los proyectos legislativos en materia de justicia penal así como los programas relativos a prevención del delito. Revisar el caso de la justicia penal para adolescentes. Tomar en cuenta las experiencias exitosas y transformarlas en iniciativas de cambio para la justicia penal.

• Consolidar el principio de presunción de inocencia. Revisar los códigos penales a fin de depurar todos aquellos delitos que no deben perseguirse de oficio, así como para establecer una nueva clasificación de delitos graves.

• Revisar el desempeño de los abogados y establecer mecanismos que permitan mejorar la calidad del servicio que prestan.

• El procedimiento penal mexicano cuenta con muchas características atribuidas a los procesos orales. Se requiere buscar alternativas que permitan aprovechar la regulación existente para hacer más eficientes los procesos

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