Sistematización

SISTEMATIZACIÓN DE LA PRIMERA JORNADA DE PRÁCTICAS DE 4° AÑO

El diagnóstico es un proceso con carácter instrumental, que permite recopilar información para la evaluación- intervención, en función de transformar o modificar algo, desde un estadio inicial hacia uno potencial, lo que permite una atención diferenciada. Se aplica entre otros objetivos, con la aspiración de lograr un aprendizaje exitoso en los escolares, evitar el fracaso escolar y lograr mayor eficiencia en la labor educativa.

Una de las mejores herramientas para conectar y construir un puente entre las experiencias de trabajo y la teoría, es la sistematización.

La sistematización es la ordenación y organización permanente de la información. Esta es un instrumento para el educador y los estudiantes, donde permite teorizar sobre la experiencia; es darle un orden lógico a los pensamientos, las actividades y la información entorno a nuestro objeto de estudio.

Para lograr estos objetivos de un primer acercamiento con el grupo, es necesario, después de dicho diagnóstico, realizar una sistematización crítica, analítica y reflexiva de la propia práctica.

La práctica reflexiva supone revisar las propias experiencias para favorecer la construcción de nuevos saberes. La implicación crítica conlleva un compromiso con la práctica así como con las condiciones sociales en que la misma se asienta. Y por último, un análisis reflexivo que invite a la meditación y mejoramiento de la tarea educativa.

Por ello, la presente sistematización tiene la intensión de presentar un análisis de la pasada práctica docente perteneciente al séptimo semestre de la Licenciatura en Educación Preescolar, que comprendió del 7 de Octubre al 22 de Noviembre de 2013, en el Jardín de Niños “Lupita Diez de Arriaga” localizado en la colonia Chapultepec Sur, Morelia Mich; con el grupo de 2° “A” a cargo de la educadora María Luisa Vargas García. Con el objetivo de explorar e identificar el ritmo de desarrollo de aprendizaje de los niños, sus habilidades y capacidades, así como las debilidades y necesidades, generales y específicas; se aplicaron diversas actividades didácticas con carácter diagnóstico, utilizando la modalidad de secuencia, se abarcaron los diferentes campos formativos, a fin de aproximarse un poco a la realidad del grupo y poder elegir una adecuada ruta de mejora para futuras prácticas de intervención docente, que posibiliten el pleno y sano desarrollo del niño.

El periodo diagnóstico se dividió en dos partes: una semana de observación y ayudantía, y posteriormente, siete semanas de intervención docente, en las cuales como se mencionó anteriormente, se abordaron los distintos campos formativos marcados por el Programa de estudios 2011, dando la posibilidad de tener un amplio panorama del grupo, para el análisis del mismo.

Es por ello que, la importancia de un buen diagnóstico se centra, en que partiendo de las debilidades detectadas en el grupo, y de manera más específica, en algunos casos particulares, la docente pueda guiar los saberes y nuevos aprendizajes de los niños hacia una meta en común, progresiva y permanente, que posibilite un desarrollo integral del preescolar.

El Jardín de Niños “Lupita Diez de Arriaga” labora en el turno Matutino, atendiendo a una población infantil total de 90 niños, la cuál es muy escasa comparada con la cantidad de niños que regularmente se inscriben en un Preescolar. Es un centro escolar muy amplio, cuenta con seis aulas didácticas de las cuales, una es para primer grado, dos para segundos grados y tres para los terceros; posee además, una dirección y una bodega para el material de Educación Física, también existe un arenero que es utilizado una vez a la semana por cada grupo, con los distintos roles establecidos, una biblioteca que al igual que el arenero, es visitada un día de la semana por grupo, un aula de música y movimiento, una sala audiovisual y una cocina, tiene siete baños, seis para uso de los niños, distribuidos dos por cada dos salones y un último ubicado en la dirección para uso del personal, un patio y un área de juegos con resbaladillas, llantas de colores, pasamanos, columpios, y aros.

Aparte de que la infraestructura del preescolar es muy vasta, se encuentra dentro del mismo, la subdirección académica.

En relación a todo esto, se podría decir que el preescolar tiene la ventaja de ser un lugar muy amplio y en el cual se cuentan con muchas áreas, estas áreas son unos laboratorios vivos, una fuente inagotable de aprendizajes que aportan significativamente al mejoramiento de la calidad educativa.

Mi intervención docente la efectué en un grupo de 2° grado con un total de 15 niños, de los cuales siete son mujeres y ocho hombres, con una edad que oscila entre los 4 y 5 años; el número de integrantes fue factor importante para un mejor desempeño de la labor, ya que como el grupo es pequeño, pude tener un acercamiento más individualizado con cada niño y prestar atención al proceso o estrategia que seguían en el desarrollo de cada una de las actividades.

El proceso de enseñanza- aprendizaje, caracterizado por ser dinámico, está permeado por diversos agentes que confluyen en un mismo espacio y se relacionan entre sí, todos con un mismo objetivo, el niño.

Para darle un seguimiento ordenado y coherente a la información, comenzaré por mencionar los factores físicos que intervienen de manera significativa en la práctica, sirviendo de apoyo para el logro de los propósitos perseguidos.

Tomando como punto de referencia que el aula y su organización es un espacio que favorece la adquisición de conocimientos, partamos de la idea de que, los espacios de aprendizaje son aquellas áreas en donde se crean las condiciones para que el individuo se apropie de nuevos conocimientos, de nuevas experiencias, de nuevos elementos que le generen procesos de análisis, reflexión y apropiación.

El tamaño del aula debe ser lo suficientemente grande como para que los niños puedan desplazarse libre y cómodamente al trabajar, así como poseer la capacidad de albergar el mobiliario y material necesario para favorecer la labor docente. Por ello, es importante mencionar, que el aula de clases en la que me tocó practicar, es de proporciones adecuadas al número de niños que en ella se atiende, las condiciones en las que se encuentra permiten, que la tarea educativa se lleve a cabo sin alguna situación de riesgo.

Es relevante considerar el espacio, la distribución del mobiliario, puesto que estos elementos contribuyen a las relaciones interpersonales que se dan dentro del aula, favorecen la construcción del conocimiento y colaboran con el éxito de las situaciones de aprendizaje. Al respecto, Hohmann, (1984) expone que “el espacio

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