Sobre La Práctica Docente
Enviado por uliga • 19 de Mayo de 2014 • 1.675 Palabras (7 Páginas) • 166 Visitas
TRABAJO DE ESCRITURA FINAL
INSTRUCCIONES PARA SER PROFESOR/A
Introducción
La propuesta en esta segunda instancia del Trabajo de Campo es adentrarse en el pensar y en el quehacer del docente. Se trata de una tarea por demás compleja y con un fuerte compromiso ético.
Se dice que es una tarea compleja porque sus protagonistas son sujetos que actúan en función de sus emociones, sentimientos, subjetividades, representaciones y lo hacen en la complejidad de escenarios cambiantes.
Es importante tener en cuenta las experiencias de los otros para valorarlas y aprender de ellas, experiencias dignas de ser oídas y narradas. “Las narraciones de la docencia merecen ser contadas y escuchadas desde distintas posiciones, no para ser aceptadas como recetas o verdades, sino para ser pensadas y discutidas, para mediar en la propia formación.” (Ficha de Cátedra)
Interesa incursionar en estas vivencias del quehacer docente no como un relato del pasado o hecho anecdótico, sino como una instancia de reflexión que sirva para construir una experiencia que contribuya a nuestra formación docente.
Se trata de “…repensar nuestro lugar como formadores y como personas en formación”. “Formarse es adquirir una cierta forma. Una forma para actuar, para reflexionar y perfeccionar esa forma”. (Ferry, 1997)
Desarrollo
Al compartir el espacio de Planificación con las docentes del Taller de Ciencias del CEM N° 106, pude vivenciar la magnitud que encierra la palabra planificación, en correspondencia con lo aprendido en nuestro trayecto de formación.
Planificar no es sólo volcar en un papel los objetivos, los contenidos, las actividades para el trabajo del aula, es mucho más que eso. Va más allá.
La planificación tiene que ver con un proceso más amplio, dinámico, con momentos y contextos cambiantes, con sujetos complejos, con elaboraciones tentativas y pasibles de ser sometidas a crítica en función de su mejora.
Después de las formalidades de la presentación y ya en un momento de distención, así aludió una de las docentes del Taller de Ciencias: “chicos…llegaron a nuestro espacio de catarsis…”. Es decir, ese espacio de planificación que comparten involucra el marco de las relaciones interpersonales, su trama, las problemáticas institucionales, las directivas llegadas del Consejo, las opiniones de los docentes respecto de la realidad del sistema, sus ideas sobre la enseñanza y el aprendizaje en el aula. Todo esto alude a un espacio que se vive a pleno.
Las docentes comentan que el Taller de Ciencias de 1° Año, enmarcado en la Transformación, está integrado por las siguientes asignaturas: Matemática, Física, Biología y Química.
Una vez a la semana las docentes dan la clase en forma integrada coincidiendo en un mismo horario, los demás días lo hacen de manera independiente.
Acerca de la actualidad educativa, las reformas del sistema y en especial “La Transformación”, las profes no ocultan su desencanto: “Cada vez es más complicado dar las clases…”, es el comentario unificado.
Es importante señalar que esta opinión proviene de docentes con trayectoria y experiencia en el aula. Las dificultades a las que ellas refieren, tienen que ver con las modalidades que impone la Transformación, con un nuevo sujeto de aprendizaje cada vez más complejo y un sistema que pretende contenerlo, a veces, de manera perjudicial.
“Los chicos aprenden lo que quieren, lo que les interesa. Es sumamente difícil incentivarlos…si no les gusta el tema…no te dan bolilla y es muy difícil poder hacer algo…”, nos dicen. En este diálogo coincido en que aceptar la dirección del docente y lograr el respeto depende, muchas veces, de las ganas del alumno.
Cabe aclarar que no estamos abocando en favor de los métodos tradicionales de enseñanza autoritarios y verticalistas. El espacio del aula debe poder construirse a partir del respeto, del diálogo, la participación, la solidaridad, la aceptación del otro como mi semejante con sus inquietudes y necesidades. Un espacio en que convivir con las diferencias, sea posible.
Sabido es que debemos partir de los intereses del alumno, de sus necesidades y pensando siempre en generar instancias de motivación, pero…¿hasta dónde esto es así? ¿siempre el alumno debe acordar sobre lo que tiene que aprender? ¿porqué es tan complicado esperar que el educando acepte las sugerencias y pedidos del adulto?.
Esto tiene que ver con que el adolescente va adquiriendo un protagonismo cada vez más activo a partir de los derechos que genera, pero nada hay de sus obligaciones, nadie le dice nada respecto de sus deberes. Quizás este sea uno de esos deberes, aceptar algo que no sea de su predilección.
¿Acaso la educación no puede posibilitarnos una mejor calidad de vida? Definitivamente sí…lograr una mejor calidad de vida tiene que ver con esfuerzo, sacrificio, dedicación, compromiso, responsabilidad, el aprendizaje de todo aquello que nos resulte útil y necesario para nuestro propósito. Algunas veces significa hacer cosas que no son de nuestro agrado, pero claro, la vida no solo consiste en hacer lo que nos gusta, sino también todo aquello que no nos gusta.
La observación en el aula también significó una experiencia de aprendizaje para la construcción de mi formación como futuro docente.
El ámbito privilegiado para el desarrollo de la práctica pedagógica es la clase escolar, por qué no el espejo en que podré ver reflejado mi futuro desempeño como docente. Tomando las palabras de Filloux: “…no puedo tomar
...