TEORIAS SOBRE EL DESARROLLO COGNITIVO

TEORIAS SOBRE EL DESARROLLO COGNITIVO

PIAGET

Piaget escribió más de 50 libros y cientos de artículos sobre el razonamiento de los niños. Su meta era entender cómo se desarrolla la mente del adulto, en particular su capacidad para el razonamiento. La idea  fundamental de Piaget era que el desarrollo mental se deriva de las propias acciones del niño en el ambiente físico. De acuerdo con Piaget, en el juego y la exploración, los niños están en un esfuerzo constante por averiguar lo que pueden hacer con los diversos objetos que existen en su mundo. Al actuar sobre los objetos, los niños desarrollan representaciones mentales llamadas esquemas;  o planos mentales para las acciones. A medida que los niños se hacen mayores, desarrollan nuevos esquemas, más complejos y abstractos, menos ligados al  ambiente inmediato o a las acciones reales.

Piaget pensaba que los esquemas se desarrollan por asimilación y acomodación. La asimilación es el proceso mediante el cual se incorporan nuevas experiencias en los esquemas existentes. Dada  su condición de biólogo, Piaget consideraba que la asimilación de la información era similar a la comida. Pocos estímulos nuevos encajan a la perfección en un esquema existente. La asimilación por lo regular requiere que los esquemas existentes se amplíen o cambien en cierto modo para acomodar el nuevo objeto o evento. Piaget se refirió a este proceso como acomodación. La adición de nueva información a la mente cambia un poco la estructura de los esquemas que están presentes.

Los tipos de acciones que más favorecen el desarrollo mental son las llamadas operaciones, que se definen como acciones reversibles (acciones cuyos efectos pueden revertirse por medio de otras acciones) ejemplo: juegos con plasticina, encender y apagar la luz, etc. Los niños pequeños realizan innumerables operaciones mientras exploran el mundo, y al hacerlo desarrollan gradualmente esquemas operacionales o planos mentales que les permiten pensar en la reversibilidad de sus acciones. La comprensión de la reversibilidad de las acciones proporciona la base para entender los principios físicos básicos. El niño que puede imaginar que presionar hacia abajo el interruptor de la luz, regresará la organización física a su estado previo tiene la base para entender el principio de causa y efecto.

4 tipos de esquemas, 4 etapas del desarrollo

        Piaget consideró cuatro tipos de esquemas que representan maneras cada vez más complejas de entender el ambiente físico. Su investigación lo convenció de que los cuatro tipos se desarrollan de manera sucesiva, en etapas aproximadamente correlacionadas con la edad del niño.

1. ETAPA SENSORIOMOTRIZ: proporciona la base para actuar sobre los objetos que están presentes, pero no para pensar en los objetos ausentes. Durante la etapa sensoriomotriz (del nacimiento a alrededor de los dos años), el pensamiento y la acción física manifiesta son lo  mismo. La tarea principal en esta etapa es desarrollar clases de esquemas específicos para diferentes categorías de objetos. Los objetos que el niño explora se asimilan en esquemas para succionar, agitar, golpear, apretar, retorcer, soltar, etc. Dependiendo de las propiedades del objeto. Con el tiempo los esquemas se desarrollan de tal forma que el niño puede usarlo como símbolos mentales para representar objetos particulares y clases de objetos en su ausencia, dejando de ser esquemas sensoriomotrices.
2. ETAPA PREOPERACIONAL: Los esquemas preoperacionales surgen de los sensoriomotrices y permiten al niño pensar más allá del aquí y el ahora. Los niños en  esta etapa (aproximadamente de los dos a los siete años) tiene una habilidad desarrollada para simbolizar objetos y eventos que están ausentes y al jugar se deleitan ejerciendo esa habilidad. Se llama preoperacional porque, aunque pueden representar objetos ausentes, no permiten el niño piense en las consecuencias reversibles de sus acciones.
3. ETAPA DE LAS OPERACIONES CONCRETAS:  es aproximadamente de los 7 a los 12 años. Estos esquemas permiten al niño pensar en las consecuencias reversibles de las acciones, por ende le proporcionan la base para entender principios como la conservación de la sustancia o la causalidad. Esto viene dado por tres aspectos del razonamiento: identidad, compensación y reversibilidad.  Al alcanzar el dominio completo de su identidad, el niño sabe que si nada se agrega y nada se elimina el material sigue siendo el mismo. Al comprender la compensación, sabe que un cambio aparente en una dirección puede ser compensado por uno en otra, por ejemplo: el líquido alcanza un nivel más alto en el vaso, entonces este debe ser más estrecho. Al comprender la reversibilidad, es capaz de anular mentalmente  el cambio realizado. Otra operación importante que se domina en esta etapa es la clasificación, que depende que la capacidad del niños para concentrar la atención en una sola característica de los objetos de un conjunto y agruparlos de acuerdo con ella. La clasificación más avanzada en esta etapa comprende el reconocimiento de que una clase puede estar incluida en otra. La clasificación también se relaciona con la reversibilidad. La capacidad de invertir en la mente un proceso, permite al niño advertir que hay más de una forma de clasificar un grupo de objetos.

La seriación es el proceso de hacer arreglos ordenados de mayor a menor o viceversa. Esta comprensión de las relaciones secuenciales permite al niño construir una serie lógica. El niño desarrolla un sistema de pensamiento lógico, que sin embargo sigue vinculado a la realidad física. Es por esto que los primeros esquemas  para las operaciones se conocen como concretos, porque siguen estrechamente ligados a las experiencias reales del niño en el mundo, es decir dependen de la presencia de objetos reales.

1. ETAPA DE LAS OPERACIONES FORMALES: las operaciones formales representan principios que se aplican a una amplia variedad de situaciones. Por ejemplo el concepto general de conservación de la sustancia, es un ejemplo de una operación formal. Cuando dichos esquemas caracterizan una parte importante del pensamiento de una persona, se dice que está se encuentre en la etapa de las operaciones formales (que empieza aproximadamente al inicio de la adolescencia y continua a lo largo de la adultez). Los esquemas de las operaciones formales permiten que la persona piense de forma teórica y aplique los principios incluso a acciones irreales. El centro del pensamiento cambia de lo que es, a lo que puede ser. Mientras que el pensador de las operaciones concretas está limitado a la aritmética y  la ciencia empírica (basada en hechos), el pensador de las operaciones formales es capaz de entender la ciencia teórica (basada en principios) y las matemáticas formales.

LIMITACIONES DE LA TEORÍA DE PIAGET

El problema de las etapas: existen cuestionamientos sobre la existencia de etapas separadas del desarrollo del pensamiento.  Un problema con el modelo de etapas es la falta de congruencia en el pensamiento infantil, ya que si hay etapas distintas y si en cada una el pensamiento del niños se basa en un conjunto particular de operaciones, una vez dominado debería mostrar cierta coherencia al resolver todos los problemas que requieren esas operaciones, pero no sucede de esa manera.

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