TRANSFORMACIÓN CURRICULAR UNIVERSITARIA
Enviado por • 19 de Septiembre de 2014 • 1.652 Palabras (7 Páginas) • 376 Visitas
TRANSFORMACIÓN CURRICULAR UNIVERSITARIA
Por: Lic. Erika Pirona
Desde finales del siglo XX, la educación universitaria se ha visto impactada por situaciones nuevas que exigen en el futuro inmediato, repensar su propósito y reorientar la concepción del currículo universitario, así como también los roles del estudiante, del docente y del gerente educativo en el marco de una sociedad globalizada, informatizada y sometida a una crisis paradigmática que todo lo cuestiona y lo evalúa a la luz de diferentes perspectivas, muy a diferencia de lo que se vivía en el contexto universitario en la primera mitad del siglo XX, cuando se suponía la estabilidad y recurrencia de actividades y procesos de forma casi permanente y pronosticable.
Para este momento, la dinámica mundial y el desarrollo económico de los países industrializados, exigen que las instituciones universitarias integren en la función que deben cumplir no sólo el descubrimiento, la generación, difusión y la aplicación del conocimiento, sino también el ofrecimiento de respuestas a las necesidades sociales de cada momento, es decir, hacer realidad la denominada pertinencia social, de manera que se satisfagan las demandas de la sociedad con calidad. En este sentido, la Unesco establece que la pertinencia de la educación superior en relación con el servicio a la sociedad, debe propiciar un análisis que incorpore lo inter y lo transdisciplinar, como una manera de contar con una visión más concreta y holística de esa realidad social. Morín, también comparte esa afirmación, cuando expresa que
El pensamiento complejo, que está en la esencia de la interdisciplinariedad, mantiene una tensión permanente entre la aspiración a un saber no parcelado, no dividido, no reduccionista y el reconocimiento de lo inacabado e incompleto de todo conocimiento. La esencia de la educación, en su visión del pensamiento complejo, radicaría en los siete saberes fundamentales que la educación del futuro debe tratar en cualquier sociedad y en cualquier cultura: 1. El conocimiento del conocimiento; 2. Los principios de un conocimiento pertinente; 3. Enseñar la condición humana; 4. Enseñar la identidad terrenal; 5. Enfrentar las incertidumbres; 6. Enseñar la comprensión y 7. Enseñar la ética del género humano (Morín, 2007: 9).
Una visión latinoamericana crítica asume simultáneamente, desde la vivencia de nuestros pueblos, diversos retos: 1) Una sociedad capitalista en crisis, que intensifica diariamente situaciones globales de injusticia, inequidad y asimetrías; 2) Una organización internacional del conocimiento, manejado desde las grandes potencias, caracterizado por la fragmentación, el individualismo y la competencia, y 3) una universidad plegada al capital internacional, productora de egoísmos en mutua competencia. Se logra mayor éxito en la medida que los estudiantes se desarraigan de sus contextos vitales y respiran una lógica de instrucciones y de obediencia irrestricta a la autoridad.
Un posible mapa de ruta, pensado desde el sur, a partir de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) coloca la educación como un derecho y un deber, apuntando hacia el desarrollo humano, a la democracia plena, a la valoración del trabajo liberador y a la transformación social. Y, desde la Ley Orgánica de Educación (LOE), propicia el desarrollo humano, la formación crítica, pero también la participación activa y protagónica. En el caso específico de Venezuela, sector universitario, poco tiempo después de la Conferencia Regional de la UNESCO celebrada en La Habana 1996, se inició un proceso transformación, aunque otros lo llaman modernización de la Educación Superior, basándose principalmente en los aspectos tocados en la reunión de La Habana, como por ejemplo: la pertinencia, la calidad y el financiamiento de las Instituciones de Educación Superior, entre otros.
Pero quizás uno de los aspectos en los cuales se ha centrado dicho proceso es en la reforma curricular, dando origen al inicio de revisiones curriculares en las Instituciones Educativas venezolanas, que han traído como consecuencia la reducción en algunos casos el tiempo de graduación en las licenciaturas de 5 a 4 años, como ocurre en muchos país de mundo, la creación de programas a distancia y basados en el aprendizaje virtual en algunas universidades, entre ellas la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR), la Universidad Simón Bolívar (USB), Universidad Central de Venezuela (UCV), la flexibilización de los planes de estudio al incorporar en ellos la unidades curriculares electivas y el empleo de diversas modalidades y estrategias formativas.
Los requerimientos de transformación y modernización que se le plantean a la institución universitaria venezolana, con el fin de hacer pertinente su adaptación a los cambios que ha experimentado la sociedad en las últimas décadas, exigen en su conjunto reformas cuyos alcances aún están por delinearse con mayor precisión orientaciones curriculares, aunque ya están siendo motivo de análisis en las instituciones venezolanas de educación universitaria, en el sentido de que ya algunas de ellas avanzan en la incorporación de la formación por competencias;. Estos cambios involucran, como elementos fundamentales, la revisión del modelo académico de la universidad y su reestructuración académico – administrativa.
En cuanto al modelo académico se refiere, una de las fases de la misma incluye el análisis y evaluación de los componentes curriculares que han propiciado la formación de un determinado tipo de profesional y que orientan, además, la vinculación de la universidad con su entorno. Así, para asumir la transformación curricular plena, es necesario repensar la universidad y su rol histórico. Hemos de convertirla en un espacio privilegiado
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