Teoria y diseño curricular.

En primera instancia la autora Martha Casarini Ratto, nos brinda una aproximación respecto al currículum, a fin de que esa comprensión general de la temática nos permita adquirir una visión del currículum, lo cual nos deja entrever la complejidad de su conceptualización, donde se lleve una relación estrecha y congruente entre la teoría y la practica que se aplica en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Para comenzar a estudiar en concreto el significado del currículum es preciso comenzar con su índole etimológica, esta proviene del latín y se deriva del verbo curro que quiere decir carrera.

En el latín clásico se utiliza curriculum vitae o curriculum vivendi porque hace referencia a una carrera de vida.

En palabras de H. Aebli la expresión “currículos” significa que los alumnos se dirigen a su objetivo, porque los currículos son los caminos del aprendizaje, es decir, el curriculum debe ser un ciclo completo y una secuencia ordenada de estudios para que así los estudiantes puedan llegar a obtener un curriculum que progrese y que avance.

El currículo necesita desarrollar una visión histórica, se tiene que llegar a conocer que el currículo no debe ser cambiado ni alterado, ya que todo cambia y se transforma en respuesta de las circunstancias histórica, política, económica y los intereses humanos, así como las motivaciones personales y grupales.

Se necesita elaborar una definición que llegue a proporcionar una visión y entendimiento más claro. Partiendo del entendimiento de que el curriculum tiene una naturaleza prescriptiva, es decir, que define algo que se caracteriza por ser una pretensión de realidad, un querer ser, un deber ser. Precisamente es aquí donde se elige formar un concepto integral ya que la elección de uno u otro concepto de curriculum dependen de la capacidad para integrar en un esquema prescriptivo para la acción, tanto para las reflexiones derivadas de la práctica como los aportes teóricos provenientes de la investigación curricular, de la enseñanza y del aprendizaje.

Existen tres importantes definiciones americanas del curriculum que nos ayudarán a generar un concepto integral.

“Es el conjunto de experiencias planificadas proporcionadas por la escuela para ayudar a los alumnos a conseguir, en el mejor grado, los objetivos de aprendizaje, proyectados según sus capacidades”. (Neagley y Evans, 1967)

“Es el esfuerzo conjunto y planificado de toda escuela, destinado a conducir el aprendizaje de los alumnos hacia resultados de aprendizaje predeterminados”. (Inlow, 1996)

“En vista de las deficiencias de la definición popular, diremos aquí que el curriculum es una serie estructurada de objetivos de aprendizaje que se aspira lograr. Este prescribe (o al menos anticipa) los resultados de la instrucción”. (Jonson, 1967)

Es sencillo observar que estos conceptos otorgan un sentido más amplio en el contexto de un modelo curricular que señala a logros terminales de los alumnos luego de haber concluido con un plan de estudios programado en el tiempo.

Si se toma como base el sentido de que la Educación es un medio para llegar a un fin, considerando este como resultado de aprendizaje, entonces el curriculum actúa como una planeación necesaria tanto de los fines, como de los medios educativos para obtenerlos.

En este modelo medios-fines es donde se pregunta sí estas reflexiones cubren de manera adecuada los requerimientos

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