Teoría Constitucional
Enviado por GeorgeYali • 23 de Febrero de 2015 • 1.335 Palabras (6 Páginas) • 177 Visitas
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO
FACULTAD DE DERECHO
TEORÍA DE LA CONSTITUCIÓN
Discente: Jorge Enrique Martínez García
Relación entre el Imperio Napoleónico y la Constitución de Cádiz
El Imperio Napoleónico, conocido también como el Imperio de Napoleón Bonaparte o Primer Imperio Francés se inició en el año 1799 mediante un golpe militar Napoleón Bonaparte para tomar el poder en Francia. Poco después, fue instituido el Consulado, y se convirtió en Primer Cónsul. En 1802, fue proclamado Cónsul vitalicio y, dos años después, Emperador de los Franceses.
En los quince años en que permaneció en poder de un gran imperio en Francia, el general Napoleón Bonaparte se construyó uno de los mayores mitos de la historia universal. Fue un gran admirador del general romano Julio Cesar, y acariciaba el deseo de transformar a Francia en la mayor potencia mundial, y utilizo todos sus medios para lograr su objetivo. El Código Napoleónico consolido el poder de la burguesía. De modo general, cumplía la función de proteger a la propiedad no feudal, es decir a la burguesía. El código tenía cerca de 2 mil artículos, solo apenas siete trataban del trabajo y cerca de ochocientos a la propiedad privada. Los sindicatos y las huelgas estaban prohibidas, pero se permitía la creación de asociaciones de empleadores. En una disputa judicial referente a cuestiones salariales, por ejemplo, el Código Napoleónico determinaba que el testimonio del patrón, y no del empleado, fuese tenido en cuenta. El Código Napoleónico fue hecho por la burguesía y para la burguesía, o, en otras palabras, por los dueños de las propiedades para la protección de la propiedad.
Constitución de Cádiz
La Constitución española de 1812, conocida popularmente como La Pepa o La Constitución de Cádiz, fue promulgada por las Cortes Generales de España, reunidas extraordinariamente en Cádiz, el 19 de marzo de 1812. Se le ha otorgado una gran importancia histórica por tratarse de la primera constitución promulgada en España, además de ser una de las más liberales de su tiempo. Respecto al origen de su sobrenombre, la Pepa, no está muy claro aún, pero parece que fue un recurso indirecto tras su derogación para referirse a ella, debido a que fue promulgada el día de San José.
Oficialmente estuvo en vigor sólo dos años, desde su promulgación hasta su derogación en Valencia, el 4 de mayo de 1814, tras el regreso a España de Fernando VII. Posteriormente se volvió a aplicar durante el Trienio Liberal (1820-1823), así como durante un breve período en 1836-1837, bajo el gobierno progresista que preparaba la Constitución de 1837. Sin embargo, apenas si entró en vigor de facto, puesto que en su período de gestación buena parte de España se encontraba en manos del gobierno pro-francés de José I de España, otra en mano de juntas interinas más preocupadas en organizar su oposición a José I y el resto de los territorios de la corona española (los virreinatos) se hallaban en un estado de confusión y vacío de poder causado por la invasión napoleónica.
La constitución establecía la soberanía en la Nación (ya no en el rey), la monarquía constitucional, la separación de poderes, la limitación de los poderes del rey, el sufragio universal masculino indirecto, la libertad de imprenta, la libertad de industria, el derecho de propiedad o la fundamental abolición de los señoríos, entre otras cuestiones, por lo que "no incorporó una tabla de derechos y libertades, pero sí recogió algunos derechos dispersos en su articulado". Además, incorporaba la ciudadanía española para todos los nacidos en territorios americanos, prácticamente fundando un solo país junto a las excolonias americanas.
Relación con el Presidencialismo Norteamericano
El sistema presidencialista norteamericano tiene su origen en el proceso de ruptura que desemboca en la revolución americana de 1776, dando lugar a un profundo debate sobre la necesidad de un diseño institucional alejado de la impronta monárquica característica de Gran Bretaña, la antigua metrópoli: el resultado de dicho debate será la constitución de 1787, que sienta las bases de un sistema que será fuente de inspiración en el resto de la región a lo largo de los siglos XIX y
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