Teoría Pedagógica y debate educativo -Didáctica Magna -

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN

Teoría Pedagógica y debate educativo

-Didáctica Magna -

Brianda Franco López

Didáctica Magna

Es importante que el ser humano se conozca y se ame a sí mismo, así conocerá y amará a Dios. Éste lo proveyó de todo lo que fuera a necesitar, lo llenó de gloria y se unió a él eternamente como si fueran uno solo. Todo ello con excepción de cualquier otra criatura visible o invisible. Así, espera el creador que su palabra no quede únicamente plasmada en objetos sino en los corazones de los hombres. De ahí que es imprescindible que quienes tienen como labor el formar individuos, los hagan conscientes de estos aspectos, para que comprendan la gloria y el honor que les han sido concedidos y en esa lógica dirijan sus acciones en el mundo.

El hombre, al estar hecho a imagen y semejanza de Dios, su perfección la destina a ser superior al resto de criaturas de la naturaleza. Unido al creador gozará de unión eterna ya que su cuerpo y alma están diseñados por el mismo. El ser humano existe a tres planos en esta vida: vegetativa, animal e intelectiva o espiritual y debemos de buscar en gran medida en desarrollo de ésta última ya que nuestro crecimiento continúa en la eternidad. Eso es lo que verdaderamente origina que los sujetos vayan más allá, no su formación en la naturaleza, aunque con el paso del tiempo y conforme a su desarrollo biológico, comprende más sobre sí mismo, adquiere saberes sobre entorno, su propia situación y cómo puede darle el rumbo que desea a su existencia. El conocimiento ilumina al hombre, ello unido a la fortaleza que brinda el alma, le permite llevar a cabo acciones más fuertes y bien dirigidas.  La sabiduría es lo que ayuda significativamente al ser humano a conducirse por senderos verdaderamente gloriosos en los que jamás se conoce lo suficiente, con lo que se facilita su mejora de manera permanente.

El conocimiento del curso que se toma en la vida terrenal y en la que continúa, permite al hombre disfrutar y aprender de su existencia hasta que su cuerpo se debilita, momento en que el ser humano emprende un viaje hacia un sitio mejor, tal como lo hizo Cristo al venir a la tierra a reparar la imagen de Dios para luego regresar a su lado, ya sin temores sobre la muerte debido a que, como ya había enfrentado ésta, no podía dominarlo más.  Al igual que Cristo, quien culminó su misión en la tierra para continuar con una eterna, los seres humanos debe aprender de ello y aceptar que serán llevados a otra parte de la que no se sale jamás debido a que es la plenitud absoluta, la perfección y el goce de todas las vidas anteriores.

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