Tres modelos que se presentan y que al analizarlos bien podríamos concluir que de ninguna manera alguno de ellos presenta lo que en realidad es una maestra
Enviado por rosariocasval • 25 de Abril de 2018 • Informe • 441 Palabras (2 Páginas) • 199 Visitas
Ser Maestra es una lucha continua,
vencer la ignorancia con el saber,
vencer la dejadez con el deber,
colocar la bandera “Si lo puedo lograr”.
El capítulo tercero del material, “El oficio de ser maestro” de Eduardo Mercado Cruz, titulado Cenicientas, madrastras y tías; se nos presentan tres modelos de maestras si podemos llamarles así, por un lado la maestra cenicienta que espera la llegada de su príncipe, una maestra abnegada, entregada y sumisa; en cambio, la maestra madrastra se goza en humillar a sus alumnos, golpea y regaña; después tenemos la maestra tía que es todo lo contrario a la maestra madrastra, este modelo se encuentra entre una mamá y una maestra, ya que consiente, juega y goza estar con los “sobrinos”.
Tres modelos que se presentan y que al analizarlos bien podríamos concluir que de ninguna manera alguno de ellos presenta lo que en realidad es una maestra; al tomar alguno de estos modelos podríamos caer en el error de desvalorizar el trabajo docente de una mujer y dejarlo únicamente al nivel de niñera, y esto realmente es triste y aún más cuando somos nosotras mismas las que provocamos dicha desvalorización.
Es cierto además que nuestra sociedad está llena de perjuicios que muchas veces parece imposible disolverlos y más aún cuando nosotras los asumimos y compramos las etiquetas de “no se puede”, “eso no es para mujeres”, “eso es de hombres”, “eres demasiado frágil”, etc. Eso también lo llevamos a las aulas, y me pregunto ¿que compartirá una maestra que se deja llevar por la sociedad y olvida que tiene la oportunidad de cambiar el mundo de cada alumno que tiene en el aula?, difícil poder dar una respuesta hasta cierto punto concreta pues influyen muchas cosas, pero considero que lo que más influye es el valor para romper esquemas e ir más allá de lo que marca la sociedad, en pocas palabras ir contracorriente.
También es cierto que muchas mujeres se hacen presentes ante su sociedad, preparadas académicamente, realizadas personalmente y valientes para enfrentar y afrontar los obstáculos que la misma sociedad presente; que alegría poder encontrarse a maestras que no asumen otro papel que no les corresponde dentro de una aula, sino por el contrario buscan perfeccionar su ser maestras.
Podría concluir con una firme esperanza de ir conformando mi ser docente con lo que ello significa, sin asumir algún modelo que la sociedad me presente, más bien, presentarme ante la sociedad como una alternativa que no se estanca o se deja redireccionar, pues teniendo definida la meta, es imposible dejarse vencer en el camino, es mejor caer y levantarse, pero seguir luchando y construyendo la maestra que responda a su gran y bella misión.
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