UN BUEN TRABAJO Y ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES Y LAS RELACIONES LABORALES            

        Uno de los signos de este tiempo corresponde al alto grado de interdependencia que hay entre las naciones, poco a poco la globalización ha generado un proceso de cohesión internacional que se puede evidenciar en todas las áreas, especialmente en el campo de la cibernética por la importancia que ha adquirido la internet y las llamadas redes sociales. Esta realidad es mucho más palpable cuando se trata de mirar el ámbito de la economía y sus procesos globales, hay una especie de efervescencia mundial por agruparse, reunirse, formar bloques entre los países, sobre todo aquellos que comparten cercanía geográfica (como la Unión Europea), que en du mayoría buscan consolidar bloques regionales que les permitan intercambiar  con ciertas ventajas arancelarias los productos en los que cada país tiene mayor potencialidad.

        Así, por ejemplo en el caso de América latina se ha podido observar un esfuerzo por crear nuevas alianzas estratégicas, como la  Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), la Unión de Naciones de América del Sur (UNASUR), Petrocaribe, o, la consolidación de antiguos grupos como el Mercosur; todos ellos orientados a crear mercados regionales con un cierto grado de proximidad político-ideológica, de cualquier manera, lo que se quiere destacar aquí es que la presencia de las “organizaciones internacionales” se ha vuelto algo completamente cotidiano en la sociedad actual. Como señala Coll (2007), “En estos momentos, la humanidad es cada vez más consciente del grado de interrelación global que ha alcanzado de la economía”.

        Ahora bien, la naturaleza de una organización internacional y su importancia la deciden quienes la conforman de acuerdo a sus intereses, y siendo la realidad de Latinoamérica una realidad permeada por la crisis de sus economías es lógico que las iniciativas a relacionarse entre los países se oriente en esa área. Es allí mismo donde entra en juego el fenómeno del trabajo y más específicamente de las relaciones laborales.  Si los países conforman bloques económicos, en muchos aspectos, eso supone un intercambio de mano de obra entre ellos, el caso más emblemático en este sentido puede ser el de Venezuela con respecto a Cuba, China o Bielorrusia, sin embargo en el contexto internacional es muy común que las relaciones laborales estén asociadas a los organismos internacionales.  

En este último aspecto hay que destacar que uno de los primeros y grandes logros de la globalización ha sido la internacionalización de los derechos laborales que se concretan en las relaciones que se establecen entre los trabajadores y su patrono, ya sea este, el Estado o la empresa privada. Por supuesto, que en ese proceso, la figura de los sindicatos es fundamental, de hecho, los mismos gremios se internacionalizan, tal como lo indica Godoy (1989), “A través de los sindicatos y federaciones nacionales ya existentes se  crean nuevos sindicatos mundiales, (o revitalizan los antiguos) se  lucha por los derechos sindicales internacionales y demandan nuevas formas de representación política que resulten más apropiadas para el s. XXI que para el siglo pasado”. Es así como, el análisis documental realizado, permite afirmar que la evolución de organizaciones sindicales internacionales muestra como sobrevivientes actuales a nivel mundial a tres grandes federaciones sindicales mundiales: la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL, mayoritaria y de origen socialista-social demócrata), la Confederación Mundial del Trabajo (CMT, de origen cristiano) y la Federación Sindical Mundial (FSM, de origen comunista).

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