Unidad Curricular: Ética Profesional Docente

Unidad Curricular: Ética Profesional Docente

Profesor: Lascano, José.

Año: 4° año

Estudiante: Cortez, Carolina Antonella.

Consignas de trabajo:

1. Lea atentamente los textos que se adjuntan.
2. Extraiga y comente las normas, principios y valores que se proponen en la escuela secundaria.
3. Extraiga y comente los principios que rigen en la profesión docente.
4. Busque material bibliográfico, videos, etc. sobre el tema y relacione con los textos anteriores.

Normas, Principios y Valores en la Escuela Secundaria

1. Es importante destacar que aunque estas tres palabras estén vinculadas de alguna manera u otra, tienen un significado distinto que se desarrollara a continuación:

• Los valores son los principios y creencias de los seres humanos que nos permiten determinar nuestra manera de ser y orientar nuestra conducta, es decir, nos ayudan a preferir, apreciar y elegir una cosa en lugar de otra, o un comportamiento en lugar de otro. Además, los valores involucran nuestros sentimientos y emociones y son fuente de satisfacción y plenitud.
• Los principios son un conjunto de preceptos de carácter universal (aplican a todos los individuos) que permiten la vida armoniosa en sociedad y para que esto suceda deben ser cumplidos y así, el sistema funcione adecuadamente.
• Las normas son todas aquellas leyes o reglas que se establecen para ser cumplidas por un sujeto específico en un espacio y lugar determinado.

    Ahora bien, teniendo que cuenta estas tres definiciones, es fundamental destacar que las normas y los valores son inseparables pero no hay que confundirlos entre sí. Las normas se inspiran en valores pero no prescriben valores. El descubrimiento de un valor y la adhesión a él son procesos que tienen una parte personal biográfica y ponen en juego la libertad de cada persona y de cada colectivo humano. Las creencias, las convicciones se construyen “de adentro hacia fuera” y no de “afuera hacia adentro. Por otra parte, las normas no son plurales, son únicas: la misma norma es para todo y por lo tanto no cae dentro de lo optativo. A esto lo podemos llamar principio de igualdad ante la ley, que también está en el corazón de la democracia.

    La presencia de normas en la escuela significa la presencia de límites a determinados comportamientos que se consideran inapropiados, por lo tanto son materia educativa y parte del currículum de enseñanza. El aspecto prescriptivo de una norma establece deberes, derechos y prohibiciones es decir pone límites a todos los actores escolares. Para que la institución cuente con una buena normativa escolar esta debe institucionalizar, suponer y poner en marcha una relación organizada entre las personas. A continuación algunos criterios:

1. Ninguna norma escolar puede contradecir lo que establece la Constitución Nacional ni otro marco legal o reglamentario vigente en el Estado Nacional y/o Provincial.
2.  Las normas escolares están llamadas a transitar por el espacio público en donde se someten a debate, en donde se piensa con los otros buscando normas de mejor calidad, las más razonables.
3. Estos principios traen también una consecuencia: no todo se puede normar o legislar.
4. La norma no conocida no obliga. Es decir, no se puede pedir a directivos, docentes, familias ni alumnos que cumplan con normas de las que no fueron informados claramente con anterioridad y a las que no hayan dado su consentimiento.
5. Las normas encuadran hechos que han sido atestiguados por testigos presenciales o pruebas.

    Cabe destacar que es propio de una cultura democrática limitar el poder del Estado y establecer un espacio protegido de privacidad. En las normas escolares ocurre lo mismo; es importante saber que hay que tener cuidado de no avanzar sobre este espacio de privacidad. En este terreno, la calidad democrática de una escuela se concreta en la aceptación de la privacidad y en el respeto.

    Nuestra sociedad necesita escuelas que tengan normas de mejor calidad; normas que hayan sido bien pensadas y fundamentadas, y que estén establecidas claramente, de forma tal que puedan ser respetadas y cumplidas. Es por eso que las normas de convivencia en una escuela se deberían alinear con el proyecto educativo y los fines institucionales que serían educar y socializar a los individuos.        

    Como decía, Emile Durkheim, la escuela es una “sociedad en pequeño” donde el aprendizaje de la socialización debe continuar en la misma con sus rasgos propios y siempre teniendo en cuenta que inicia en la familia.

    Situándonos en el contexto de la escuela secundaria obligatoria, las orientaciones para la organización pedagógica e institucional de misma son las siguientes:

1. Dictar el reglamento interno para su funcionamiento.
2. Cumplir un rol proactivo ofreciendo a las autoridades sugerencias y propuestas para la creación de un buen clima escolar.
3. Analizar y proponer estrategias de prevención de los problemas de convivencia escolar que existan en la escuela.
4. Promover la participación de todos los sectores y actores institucionales en la elaboración y/o modificación de los Acuerdos Escolares de Convivencia.
5. Emitir opinión o asesorar, con carácter consultivo, a la conducción del establecimiento cuando tenga que abordar un caso de transgresión grave a los acuerdos de convivencia.
6. Difundir el Acuerdo Escolar de Convivencia dentro y fuera de la comunidad educativa.
7. Generar instancias de participación para el abordaje y la resolución.

    En las “Orientaciones para la organización pedagógica e institucional de la educación secundaria obligatoria” se presenta la “asimetría democrática” como una nueva forma de gobierno y autoridad en las escuelas, que habilita a pensar con otros la gestión institucional sin suprimir la diferencia de roles y responsabilidades entre los adultos y los jóvenes. Existen algunas estrategias que se dan como sugerencias para aligerar las dificultades que sabemos que se presentan cuando nos aventuramos en un terreno nuevo y difícil:

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