Capítulo I: El Comienzo De Todo

[pic 1]Capítulo I: El Comienzo De Todo

Estábamos en la Plaza L’Amore* como a diario desde hace más o menos 4 años, y cuando digo estábamos, es porque, desde hace 4 años junto con mi novia Mónica venimos a la misma plaza a tomar el mismo café en la misma cafetería aburrida que preparaba el  peor café del mundo, pero como a ella le gustaba, yo lo hacía todo por hacerla feliz y complacerla para tener una relación duradera. Como siempre pido mi Café Negro Extra Latte con Chocolate y Canela a 35ºC, era el más aceptable de todos. Pido mi Croissant de Jamón, Queso y Queso Crema.

Justo cuando estaba a punto de darle el primer mordisco a mi croissant, siento que dicen mi nombre en las lejanías, me parece algo muy extraño, puesto que estoy en un lugar de Francia donde no conozco a nadie, a pesar de estar habituando ese lugar constantemente, no había entablado ninguna relación amistosa con nadie, siempre estaba hablando con mi novia o esas cosas así, cuando volteo –sin ganas de hacerlo- veo a alguien sumamente misterioso, una sombra casi sin rostro, se movía como un as de luz muy rápidamente, tan rápido que me hacía temblar del susto, estaba atónito y tembloroso, justo cuando la persona que considero más importante en el mundo para mí (puesto que mis padres fallecieron y no tengo parientes cercanos conmigo en Francia), me pregunta porque estaba así, no respondí. Me pregunta por segunda vez que sucedía pero tampoco responde, al parecer estaba en un hipnótico trance, un sueño muy raro del que no podía despertar, quise responder pero ese ente me hacía sentir tan incómodo y a la vez tan emocionado y excitado que me cohibí de contestar aquella pregunta.

-¿Qué sucede Carlos, que has visto?- fue un grito tan estruendoso que fue un momento impactante y de trágame tierra, quería desaparecer, me apeno mucho que me gritara porque soy una persona de bajo perfil que no me gusta en lo absoluto llamar la atención, pero con ese grito todos los que estaban en aquel anticuado café voltearon a verme con un giro de cuello tan impresionante como el de Regan, la protagonista de El Exorcista, el metraje de 1973.

Lo único que pude hacer en ese instante fue beberme mi café caliente más rápido de lo normal esperando a que los demás dejaran de verme y que mis nervios se calmaran un poco. Espere y espere, sentí que pasaron 10 horas para poder calmarme, pero cuando al fin lo conseguí, decidí contarle a Mónica lo que había sucedido desde hace unos meses. Estaba aun con la guardia arriba pero más calmado, le conté que había estado asistiendo a un psicólogo, la Doctora Charlotte, la mejor en el campo de psicología en toda Francia debido a que, había tenido un problema, últimamente, sentía que me molestaban, personas que no pertenecían a este plano, o al menos, era eso para mí, le conté que la primera vez que sucedió fue mientras trabajaba, escuche que mi jefe me llamaba con una voz un tanto angustiada y preocupante, cuando fui a ver que quería, tuve una visión de mi jefe guindado en el techo con la soga al cuello, vi como se había suicidado, pero eso solo era en mi mente, pues, cuando reaccione vi a mi jefe sentado en su escritorio siendo el tipo pedante y arrogante que jamás en su vida me dirigiría la palabra sin que algo sumamente grave estuviese sucediendo, lo ignore, esa misma semana encontraron a mi jefe guindado justo como yo lo vi y en la pared izquierda había un escrito: “Te lo advertí”, escrito con sangre, tal parece que alguien me lo había enseñado justamente una semana antes que pasara, siento que hay personas de otro mundo advirtiéndome cosas importantes las cuales darán un giro inesperado y trágico a mi vida. No te había querido decir pero vi como murieron mis padres, vi cuando mi papa se ahogaba y no lo pude salvar, vi cuando mi madre angustiada pego un grito ahogado mientras yo inmóvil como en estado REM, no pude reaccionar tampoco para tomar a mi madre antes que cayera al abismo donde se encontraba.

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