Caso Finch electronics

CASO FINCH ELECTRONICS

Atticus Finch, Doctor en Física y Matemáticas, fundó Finch Electronics, en 1995 en Ginebra, con la ayuda de su novia Harper Lee, algunos contactos en la industria, algunas pequeñas patentes y varias ideas en las que quería investigar y profundizar. Como empresa de ingeniería de desarrollo, especializada en circuitos electrónicos, Finch Electronics siempre estuvo ocupada con gran prestigio en trabajos de desarrollo por cuenta ajena (80% de su investigación) y sólo a partir de 2000, en la fabricación en serie y venta de productos en pequeña escala surgidos de sus trabajos de investigación para terceros. Diez años después, la empresa facturaba un millón de euros, tenía 25 empleados, un prestigio inigualable por la calidad de sus proyectos de ingeniería de desarrollo, y recibía más solicitudes de productos y trabajos de desarrollo de los que podía realizar.

Durante los primeros años Atticus Finch se encargó de hacer la labor de investigación y solución de problemas técnicos, sin preocuparse de otras cosas, dejando a Harper al frente del personal de oficinas y de los libros de Contabilidad (muy escasa) y teniendo un ingeniero al frente de cada una de las seis secciones en que estaba dividida la empresa.

Pero al principio del siglo XXI, para complacer a sus clientes, tanto él, como alguno de sus mejores investigadores, tuvieron que ocuparse más de la fabricación de algunos productos creados a partir de sus patentes, de su servicio de mantenimiento y de funciones de carácter comercial, alejándose de su labor de investigación (que era lo que le gustaba). Llegó un momento en que la empresa estaba recibiendo más solicitudes de productos y desarrollos de las que podía atender.

Presionado por su representante de ventas en Frankfurt (el único que tenía), según el cual el dinero se encontraba en los pedidos de repetición de productos en serie y aunque en el fondo él estaba convencido de que no tenía que dedicar más tiempo a la función comercial, Atticus accedió a reunirse con dos consultores, en 2005, para discutir una posible redefinición de la política comercial de su empresa. Después de muchas conversaciones a lo largo de varios meses, los consultores le plantearon a Finch dos alternativas:

1. “Contratar un Director Comercial permanente que introduzca más a Finch Electronics en el negocio de la fabricación y venta de productos, forme y dirija un equipo de ventas, confeccione un presupuesto de inversiones de capital y controle el negocio durante sus ausencias”.

2. “Buscar la unión con alguna empresa inglesa o americana que se hiciera cargo de la Administración y Comercialización de los productos en serie de Finch Electronics, mientras él se dedica a investigar. Quizás se pudiera formar una sociedad anónima en la que Finch tuviera mayoría, digamos un 51 %”.

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