EL MOBBING MATERNAL

EL MOBBING MATERNAL

PRESENTACION

El embarazo se ha convertido en uno de los principales riesgos laborales, según un estudio de  la Fundación Madrina el 90% de las mujeres embarazadas sufren  Mobbing  Maternal, es decir, son presionadas en el trabajo por razón de su embarazo o maternidad. En el 25% de los casos, estas mujeres son despedidas, pero el porcentaje se eleva al 50% cuando la mujer pide la jornada reducida al incorporarse al acabar su licencia de maternidad o tras los permisos por enfermedad del hijo. El embarazo es la primera causa de despido, principalmente para las mujeres entre 18 y 25 años  y el miedo al despido unido al desconocimiento de los derechos laborales son las principales causas de que muchas mujeres no denuncien y sigan calladas.

La cultura empresarial de nuestro país se caracteriza por seguir siendo estrictamente patriarcal; además de la dificultad de accedo de la mujer al ámbito laboral, se encuentran todo tipo de trabas y obstáculos, incluidos el acoso maternal. Desgraciadamente el embarazo no se concibe como parte del desarrollo natural de una mujer, sino como un factor limitativo en el desarrollo profesional y productivo.

El mobbing maternal es el mayor acoso de sufre una mujer por el hecho de ser madre. El mobbing se desarrolla en cuatro esferas; la familiar o de pareja, la social, la administrativa y la laboral; la maternidad se ha convertido en un factor de desigualdad laboral y social, y su embarazo en un factor de riesgo, frente a la violencia, el abuso o la pérdida del empleo. La realidad de muchas madres en el mercado laboral sobre el mobbing maternal según el estudio de la fundación Madrina fueron las siguientes: El 32% de las mujeres sufre mobbing durante su embarazo y un 50% después del parto, especialmente después de su baja por maternidad. En total un 82% de las mujeres gestantes y madres sufren discriminación laboral; En relación al tipo de contrato, el 68% de las mujeres madres o gestantes trabajadoras que padecen mobbing tiene contrato fijo y el 23% contrato temporal. Entre las consecuencias del mobbing se destaca que el 60% genera “cambio de funciones” por parte de la empresa, otro 31% sufre “reducción de su salario”, el 23% sufre “despido” y el resto abandona la empresa por sí misma.

Este acoso laboral-maternal también provoca efectos colaterales socio-sanitarios en la mujer. Así, el 46% de los casos sufre secuelas psicológicos, el 5% sufre trastornos somáticos graves de salud y otro 5% padece secuelas importantes como crisis matrimoniales, especialmente porque la pareja no comprende el problema y acusa a la mujer del mismo, resintiéndose la convivencia. La duración media de la persistencia del acoso o mobbing por razón de la maternidad es de 3 meses, oscilando entre 1 y 8 meses, pudiendo llegar a situaciones de hasta 3 años de padecimiento.

La anterior ilustración obedece al estudio de caso de Mobbing Maternal como actividad dentro del componente evaluativo del curso de Bioética de la Especialización en Seguridad y Salud en el Trabajo – sexta cohorte, ofertada por la Universidad Católica de Manizales.

ANALISIS DE CASO        

TEMA: El Mobbing Maternal

1. ¿Qué principios Bioéticos pueden estar vulnerándose en el caso de Mobbing Maternal?

1. El valor absoluto de la vida humana y su inviolabilidad:

La vida humana no es solo un proceso biológico-orgánico, sino que es la vida de una persona, que vale por sí misma; es un sujeto, en este sentido, la persona no es un medio, un objeto o un instrumento que se puede usar, manipular, desechar o incluso matar, pues esta persona posee una dignidad y unos derechos propios, al igual que cada uno de nosotros. La vida del hombre tiene un valor absoluto y es inviolable porque solo él es persona.

Mobbing Maternal comienza por el enfriamiento de las relaciones, ruptura con la comunicación resumiendo el contacto única y exclusivamente a los temas imprescindibles y con una hipotética modificación de las condiciones laborales dentro del puesto que desempeñe la mujer. Además de este mobbing maternal, existe una rama de presión psicológica ejercida por la empresa que se fundamenta en la inestabilidad laboral de las mujeres que contrata, negando siempre contratos indefinidos e impidiendo la estabilidad necesaria que necesita cualquier persona para desarrollar con plenitud su profesión.

Estas razones sumadas a la presión social, familiar y económica que sufre las mujeres gestantes, las conducen en algunos casos a interrumpir el embarazo pues consideran bajo la presión que ejercen sobre ellas, que su estabilidad laboral se verá afectada durante y después de su periodo de gestación, viviendo su embarazo con el temor de ser discriminadas en sus lugares de trabajo y despedidas de sus empleos, ubicando a la mujer en una encrucijada en su rol de ser madre y su condición natural de proveedora y benefactora para su hijo.

Es en ese punto donde se vulnera el primer principio de la Bioética, ya que si bien la decisión de abortar al sujeto en formación es de la madre, y que por el solo hecho de ser un embrión fecundado cuenta con derechos y dignidad, también se convierte en responsabilidad atribuida a la empresa pues está considerando a ese sujeto como un objeto que se puede desechar y perciben matar al sujeto como un medio para conseguir la productividad que necesitan de la madre trabajadora y además para asumir sus compromisos económicos en el transcurso de la gestación de la empleada.

1. El nexo inseparable entre vida/verdad/libertad:

La vida, la verdad y la libertad son bienes inseparables, como si fuesen eslabones de una misma cadena: si uno se rompe, los otros también se quebrantan. No se está en la verdad cuando no se acoge y se ama a la vida, y no hay libertad plena si no está unida a la verdad. Cuando separamos la libertad de la verdad se hace imposible la fundamentación de los derechos de la persona sobre una base racional y entonces se cae en comportamientos arbitrarios y totalitarios que terminan afectando a la persona en sí.

Con respecto al mobbing maternal este principio de la Bioética es vulnerado en tanto no se considere a la Mujer como un sujeto con libertad de decisión sobre su desarrollo bilógico y personal; la mujer que hoy hace parte de las fuerzas laborales tiene la libertad de decidir el momento de ser madre sin que esta decisión se convierta en objeto de discriminación, aislamiento o detrimento en su espacio laboral ya que estos comportamientos en su entorno pueden coaccionar a la mujer a privarse de ser madre o desde otro escenario a privar de la vida a un nuevo sujeto apartándola de su propia verdad por seguir los patrones impuestos por terceros que solo atienden a las necesidades organizacionales sin pensar en las necesidades del individuo.

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