Educación

Los audiolibros y lenguaje braille como motivadores de la lectura en estudiantes con capacidades visuales diferentes.

En el sistema educativo y sociedad chilena actual, la responsabilidad y compromiso de la iniciación y motivación hacia la lectura recae esencialmente en los profesores. Lo anterior debido a la ausencia de las familias por motivos laborales y el decaimiento de la lectura como consecuencia de una sociedad que promueve las tecnologías digitales.

En este mismo contexto, sabemos que la motivación y gusto por la lectura, en los primeros años escolares, es fundamental para el desarrollo del proceso lecto-escritor, ya que permite la adquisición del lenguaje, ampliar vocabulario, comprender el mundo letrado y la lógica de leer. Sin embargo, motivar a los estudiantes a leer, que les interese, se torna complejo y carece de modelo en los hogares. Es por ello, que en la escuela se debe repensar las metodologías de acercamiento al mundo letrado y así motivar a los y las estudiantes a leer, por gusto, y para adquirir conocimiento. Esta situación, se torna más compleja aún en presencia de estudiantes que poseen capacidades diferentes como estudiantes con discapacidades visuales, ya que no encuentran modelos y apoyo lector en las familias, ni escuela. En suma, la complejidad de motivar a leer a estudiantes ciegos, en las escuelas, se debe a la poca accesibilidad e inexistencia de literatura en lenguaje para ciegos, como sería textos en lenguaje braille y audiolibros.

Sumarse al uso de las tecnologías e incorporar software que conviertan textos escritos en audiolibros y la creación de textos braille, favorecería la lectura y/o comprensión auditiva de variados textos, en estudiantes con discapacidades visuales. Promoviendo así, el gusto y motivación hacia a lectura, desde estrategias didácticas lúdicas, que responden al desarrollo de otros sentidos, como lo es la audición.

Los aulibros, a diferencia del lenguaje braille, tienen características atractivas para un lector. Muchos de ellos poseen no solo traducciones habladas del libro, si no efectos sonoros, onomatopeyas, voces enfáticas, lenguaje paraverbal, convirtiéndose en versiones semi teatrales capaces de captar la atención e imaginación de un lector no vidente, tanto como vidente.

Podría pensarse que la utilización de audiolibros en un aula común con estudiantes integrados, solo favorecería a estudiantes con discapacidades visuales, sin embargo según Gardner (2009:89) y su teoría de “inteligencias múltiples”, el comprender auditivamente enriquecería el proceso de enseñanza inicial de lectura en estudiantes que respondan a un estilo de aprendizaje auditivo. Apelando de esta manera, a metodologías que no solo responden a estilos visuales, como lo son los cuentos compartidos, libros gigantes, entre otras.

Es necesario, que las escuelas con proyectos de integración, consideren en el acercamiento hacia la lectura nuevas tecnologías y metodologías que permitan despertar interés y acerquen a los estudiantes con discapacidad visual al mundo de la lectura, con la finalidad de una real inclusión establecida en la ley 20.422 cuyo objetivo

“es asegurar el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, con el fin de obtener su plena inclusión social, asegurando el disfrute de sus derechos y la eliminación de cualquier forma de discriminación fundada en su discapacidad”. (Artículo 1º ley 20.422).

Por ello pensar en nuevas metodologías como los audiolibros y textos en lenguaje braille, sería una estrategia para acercar a estudiantes con discapacidad visual al mundo letrado, a la lectura. Y de este modo, disminuir las barreras académicas a las que se ven enfrentados los y las estudiantes con capacidades visuales

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