Emile Durkeim
Enviado por moreymilmi • 14 de Octubre de 2012 • 2.642 Palabras (11 Páginas) • 626 Visitas
EMILE DURKHEIM
EDUCACION Y SOCIOLOGIA
La palabra educación se ha empleado para designar el conjunto de los influjos que la naturaleza o los otros hombres pueden ejercer, ya sobre nuestra inteligencia, ya sobre nuestra voluntad.
La acción de las cosas sobre los hombres es muy diferente, por sus procedimientos y sus resultados, de lo que proviene de los hombres mismos; y de la acción de los contemporáneos difiere de la que los adultos ejercen sobre los más jóvenes. Solo esta última nos interesa aquí, y, por lo tanto, a ella conviene concretar la palabra educación.
Según Kant, el objeto de la educación es desarrollar en cada individuo toda la perfección de que es susceptible. Es desarrollar al máximo todas las potencias que residen en nosotros. Este desarrollo armónico es necesario y deseable, no es integralmente realizable, porque esta en contradicción con otra regla de la conciencia humana que no es meno imperiosa: la que nos ordena consagrarnos a una tarea especial y restringida. Tenemos, según nuestras aptitudes, funciones distintas que desempeñar, y hace falta que nos pongamos a tono con la que nos incumbe. Es por ello que una armonía perfecta no puede presentarse como fin ultimo de la conducta y de la educación.
Menos satisfactoria es todavía la definición según la cual la educación tendría por objeto hacer del individuo un instrumento de felicidad para si mismo y para sus semejantes. Spencer, ha intentado definir objetivamente la felicidad. Para él, las condiciones de la felicidad son de la vida. Un espíritu cultivado prefiere no vivir a tener que renunciar a los goces de la inteligencia.
Tocamos con esto a la censura general en que incurren todas las definiciones. Parten del postulado de que hay una educación ideal, perfecta, que vale para todos los hombres indistintamente; y es esta educación, universal y única, la que en teórico trata de definir. Pero en primer lugar, si se considera la historia, nada se encuentra en ella que confirme semejante hipótesis. La educación ha variado infinitamente según los tiempos y según los países. Atenas pretendía formar espíritus delicados, discretos, sutiles, enamorados de la medida y de la armonía, aptos para saborear lo bello y los goces de la pura especulación; en Roma se pretendía, que los niños se hicieran hombres de acción, apasionados por la gloria militar, indiferentes a lo que concierne a las letras y a las artes. En la edad media la educación era, ante todo, cristiana; en el renacimiento toma el carácter más laico y más literario; hoy día la ciencia tiende a tomar el lugar que antiguamente tenia el arte en la educación.
Los hombres de cada tiempo lo organizan voluntariamente para realizar un fin determinado; que si esta organización no es en todas partes la misma, es porque la gente se ha equivocado sobre la naturaleza del objeto que conviene perseguir, o sobre los medios que permiten alcanzarlo.
Cada sociedad, considerada en un momento determinado de su desarrollo, tiene un sistema de educación que se impone a las gentes con una fuerza generalmente irresistible. Hay en cada momento del tiempo, un tipo regulador de educación, del cual no podemos apartarnos sin chocar con resistencias vivas, que contienen las veleidades de disidencias.
Cuando se estudia históricamente la manera como se formaron y se desarrollaron los sistemas de educación, nos damos cuenta de que dependen de la religión, de la organización política; del grado de desarrollo de las ciencias, del estado de la industria, etc. Si los separamos de todas estas causas históricas, quedan incomprensibles.
Para definir la función educativa, haría falta decir en que consiste esa educación, a que tiende, a que necesidades humanas responde.
DEFINICIÓN DE LA EDUCACIÓN
Para definir la educación hace falta, considerar los sistemas educativos que existen o que han existido, relacionarlos, separar los caracteres que les son comunes. La reunión de estos caracteres constituirá la definición que buscamos.
Para que haya educación, es necesario una generación adulta y una generación de jóvenes, y una acción ejercida de los primeros sobre los segundos. La naturaleza de esta acción es múltiple, puede decirse que hay tantas clases de educación distintas en esa sociedad como medios distintos. Vemos variar la educación según las clases sociales y hasta con los medios.
Cada profesión constituye aptitudes particulares y conocimientos especiales, en las que predominan ciertas ideas, ciertas costumbres, ciertas maneras de ver las cosas; y como al niño se lo debe preparar en vista de la función que será llamado a desempeñar, la educación, a partir de una cierta edad, ya no puede seguir siendo la misma para todos los sujetos a quienes se aplica. Para encontrar una educación absolutamente homogénea e igualitaria haría falta que nos remontásemos hasta nuestras sociedades prehistóricas, en el seno de las cuales no existe, ninguna diferenciación; y aun esta clase de sociedades no representa mas que un momento lógico en la historia de la humanidad.
No hay pueblo donde no existía un cierto número de ideas, de sentimientos y de prácticas que la educación debe inculcar a todos los niños indistintamente, sea cualquiera la categoría social a que pertenezcan. Aun allí donde la sociedad esta dividida en castas, cerradas las unas a las otras hay, siempre una religión común a todos, y, por tanto, los principios de la cultura religiosa, que es entonces fundamental, son los mismos en toda la extensión de la población.
Cada sociedad se forma un cierto ideal de hombre, de lo que este debe ser, tanto del punto de vista intelectual como físico y moral; que este ideal es, hasta cierto punto, el mismo para todos los ciudadanos. Es este ideal, a la vez uno y diverso, lo que constituye el polo de la educación. La sociedad no puede vivir si entre sus miembros no existe una suficiente homogeneidad, fijando de antemano en el alma del niño las semejanzas esenciales que exige la vida colectiva. Pero, por otra parte toda cooperación sin una cierta diversidad, seria imposible: la educación asegura la persistencia de esta diversidad necesaria, diversificándose y especializándose ella misma.
Llegamos a la siguiente definición: la educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que todavía no están maduras para la vida social. Tiene por objeto suscitar y desarrollar al niño cierto numero de estados físicos, intelectuales y morales, que exigen de el la sociedad política en su conjunto y el medio especial, al que esta particularmente destinado.
CONSECUENCIA DE LA DEFINICIÓN PRECEDENTE: CARÁCTER SOCIAL DE LA EDUCACION.
La educación consiste en una socialización metódica de la generación joven. En cada uno de nosotros puede
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