La Alimentacion En El Rendimiento Escolar
Enviado por monsenilla • 6 de Julio de 2014 • 1.547 Palabras (7 Páginas) • 454 Visitas
Promediando el ciclo lectivo ya algunos niños comienzan a sentir cansancio por las exigencias, no sólo del ámbito académico sino también de aquellas actividades extraescolares que la mayoría realiza. Sumado a esto la llegada del frío demanda un mayor gasto calórico y la buena alimentación está directamente relacionada con las defensas del organismo necesarias para hacer frente a las enfermedades.
Pese a esto, el cuidado de una dieta que favorezca un buen desempeño en estas circunstancias no suele estar entre las prioridades. Quizás haya padres que conozcan qué alimentos aportan a un futuro sobrepeso pero muy pocos conocen cómo colaborar por este medio con el desempeño escolar de sus hijos de manera de potenciar el rendimiento intelectual.
“En esta época es habitual que las mamás vengan a la consulta a buscar algo mágico para que sus hijos rindan más, pero lo mágico simplemente es conocer qué alimentos hacen bien”, aseguró la nutricionista Delia Escobar, Presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición Mendoza.
Explicó que para poder aprender hay que poder atender, interpretar y luego memorizar, “esto es un proceso cognitivo del cerebro que se verá perjudicado o no de acuerdo al estado de las neuronas”.
Es poco habitual no poder realizar este proceso, lo cual ocurre en casos de neuronas atróficas desde su gestación. Un adulto o un niño sin dificultades no debería tener mayores complicaciones para concretarlo, para interpretar, memorizar o idealizar. Sin embargo, actualmente muchos alumnos presentan problemas para prestar atención, para poder elaborar un cuento y de hecho en el pasaje de la secundaria a la universidad muchos fracasan en los exámenes de ingreso por no saber interpretar textos.
Para Escobar, esto puede deberse a que las neuronas no están en buenas condiciones. “Su anatomía es como una gran casa donde tiene de todo”. La membrana de las neuronas y de todas las células están formadas por grasas y pueden no estar recibiendo los nutrientes que necesitan y terminar dañándose. “Es que hoy las grasas son los malos de la película”, destaca la profesional.
Esas membranas están formadas principalmente de fosfolípidos y grasas esenciales, como Omega 3, 6 y 9; estas últimas sólo pueden incorporarse a través de los alimentos ya que el organismo no las elabora, a diferencia de lo que ocurre por ejemplo, con el colesterol. Por lo tanto si no hay un buen aporte se caerá en un déficit.
Desde y hacia el interior de las células hay un tránsito de sustancias: salen los desechos de sus procesos y entran los nutrientes que la sangre le provee para funcionar. La membrana, como pared externa, cumple un rol fundamental en este sentido, de manera que si no está en buenas condiciones, este procedimiento no puede realizarse adecuadamente.
“Lo que pasa es que la dieta occidental es muy deficitaria en Omega 3, no así en Omega 9 ya que consumimos mucho, pero deben guardar una relación”, asegura la nutricionista.
La proporción recomendada de concentración en sangre es de 1 parte de Omega 3 por 5 partes de Omega 9; sin embargo actualmente esta diferencia está estimativamente en 1 por 50.
Consecuencias
Esta situación es muy negativa si se tiene en cuenta que es lo que conforma la membrana -que es como una esponja- porque cada uno de ellos cumple una función.
El Omega 9 genera inflamación que es un mecanismo de defensa natural del organismo, utilizado habitualmente; pero necesita algo que equilibre a través de un proceso inverso y ese es justamente el rol que le compete al Omega 3. Ante un bajo nivel de concentración de éste último prevalece el primero por lo que las membranas permanecen inflamadas dificultando la circulación de desechos y nutrientes al interior de la célula.
Recomendaciones.
En definitiva, una buena alimentación es indispensable para un buen rendimiento escolar.
Omega 3. Es necesario lograr un mayor equilibrio entre estas grasas esenciales. Las nueces, los pescados (especialmente los de mar, enlatados) el aceite de oliva y las semillas de chía pueden proporcionar un gran aporte. También se encuentra en las almendras, lino, soja, lechuga, coles y espinacas entre otros.
2) Hierro. Para el cerebro también es muy necesario. Su consumo se ha visto perjudicado porque para evitar el sobrepeso las harinas se han vuelto cada vez más tabú. Éstas fueron fortificadas por medio de una ley que así lo estableciera para resolver el déficit de hierro que representaba un verdadero problema de salud pública.
3) Ayunos. Es una costumbre arraigada entre los chicos. En este sentido Escobar destacó que “quienes están en ayunas tienen comportamientos inadecuados, se tornan irritables, ansiosos y depresivos”.
Al pasar mucho tiempo sin ingerir
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