La gran Contraloria Social en Venezuela.
Enviado por TrinaBastardo • 16 de Febrero de 2017 • Documentos de Investigación • 4.939 Palabras (20 Páginas) • 304 Visitas
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA[pic 1]
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA FUERZA ARMADA
NÚCLEO CARABOBO-SEDE VALENCIA
ADMINISTRACIÓN Y GESTIÓN MUNICIPAL
2DO SEMESTRE – SECCIÓN D01
MICROECONOMIA
CONTRALORIA SOCIAL
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MIERCOLES, 28 DE OCTUBRE DE 2015
INDICE
Pág.
Introducción………………………..……………………………………………….. 03
La participación ciudadana………….……………………………………………. 04
El papel del ciudadano frente a las políticas públicas……………….………... 05
Contraloría social…………………………..……………………………………… 08
Importancia de la contraloría social………………………….………………….. 10
Requisitos para ser un contralor ………………………………………………… 11
La Contraloría Social como Herramienta de Seguimiento y Control de la Gestión
Pública……………………………………………………………………………………… 11
Principios básicos de la Contraloría Social...……………………………………. 12
Ventajas de la Contraloría Social.………………………………………………… 12
Basamento legal que rige a la Contraloría Social……...……………………….. 13
Conclusión…………………………………….…………….………………………. 17
Bibliografía……………….…………………………………….……………………. 18
INTRODUCCIÓN
Con la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela según Gaceta Oficial Nº 36.860 de fecha 30/12/1999, se abre el camino para que los ciudadanos y ciudadanas asuman un rol protagónico con carácter participativo en la formulación, ejecución y control de las políticas públicas del estado. Este espacio de participación se ha profundizado a través de la creación de los consejos comunales, puesto que representan la forma de organización social operativa por excelencia, sin desvirtuar otras de tipo similar para este propósito.
La investigación contribuirá con el desarrollo social de las comunidades fomentando la participación ciudadana colectiva a través de los Consejos Comunales en la construcción, ejecución y vigilancia de las políticas públicas en pro de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. También las instituciones públicas serán beneficiadas en tanto la aplicación de sus políticas y que produzca en las comunidades organizadas impacto económico, social, científico, tecnológico, entre otros, permitiendo generar confianza entre los ciudadanos y las instituciones gubernamentales al reflejarse resultados tangibles.
Este trabajo aborda la pregunta sobre, qué mecanismos diseñar de tal manera que el ciudadano cuente con las herramientas necesarias para cumplir con su deber y derecho como garante y corresponsable de la gestión pública, en busca de mejorar su calidad de vida. Así mismo, se centra en describir la necesidad que el ciudadano asuma su rol contralor del accionar de los entes públicos a través de la participación ciudadana. También muestra algunas bases conceptuales y sintetiza la base legal que rige el ejercicio de la contraloría social.
La Participación Ciudadana.
Como Motor Principal del Control Social para (Serrano, 1998), la ciudadanía es el producto de un proceso social de igualación de las condiciones sociales, y constituye la base política de la democracia y del estado. Las características de la ciudadanía moderna son: la igualdad de derechos y obligaciones de los individuos, la pertenencia a una comunidad política, la existencia de marcos institucionales y normativos que dan garantías ciudadanas, y la existencia de un espacio público donde se ejercen las derechos y obligaciones que constituyen la ciudadanía.
La participación es definida por (Serrano, 1998) como “…El grado de influencia formal que la población tiene en las decisiones y programas de su gobierno local, es decir, en la capacidad de transmitir información a su gobierno, de decidir lo que el gobierno debe hacer, y de controlar que estas decisiones se implementen adecuadamente…”
La participación ciudadana se encuentra en el centro del nuevo quehacer político, visto como un paradigma que fundamenta la democracia participativa y protagónica plasmada en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela aprobada en el año 1999. En tal sentido, para (El Troudi et al, 2005) “la participación no es un concepto único, estable y referido sólo a lo político. Es una dinámica mediante la cual los ciudadanos se involucran en forma consciente y voluntaria en todos los procesos que les afectan directa o indirectamente” Los mismos autores también señalan que “en el marco de la democracia participativa y protagónica, la participación es una práctica que debe estar presente en todos los procesos de toma de decisiones en los asuntos de interés público”, esto significa que termina convirtiéndose en una herramienta que abre puntos de encuentro entre los ciudadanos y sus gobiernos, permitiendo el perfeccionamiento de políticas públicas en total acuerdo a las necesidades de las personas y controlando la ejecución de las mismas.
A continuación se describen, según (El Troudi et al, 2005), algunos ejemplos de participación:
a) Asistir a reuniones.
b) Salir a la calle a manifestarse a favor o en contra de algo.
c) Cuando de manera pacífica se niega pública y notoriamente a comprar, hacer o decir algo que la mayoría considera correcto.
d) Cuando vota en los procesos electorales,
e) Cuando ejecuta determinadas tareas: campañas de alfabetización, de vacunación, entre otras.
f) Cuando hace sentir su voz en una reunión.
Todas estas son, sin duda, formas de participación, pero, a nuestro pensar, la principal forma es la participación en la toma de decisiones que le afecten e involucren a otros, y en el control de la ejecución y mantenimiento en el tiempo de las medidas adoptadas. Como una manera de resaltar la importancia que tiene la participación, cuyo fin último es estimular al ciudadano para que se integre y sea partícipe de las decisiones que se tomen en pro de mejorar su calidad de vida, (El Troudi et al, 2005) indican que: “…El poder popular es un proceso que se construye a partir de cada logro colectivo que se alcanza. Cada uno de estos logros deben expresar serios avances en la inclusión de los otros. El poder popular debe expresar la confluencia y el mayor consenso posible para la acción por parte de los movimientos sociales, los partidos políticos, la institucionalidad y las voces disidentes de las minorías. Apoyarse en las propias fuerzas colectivas y la experiencia acumulada contribuye a elevar la conciencia ciudadana y, con ella, a elevar la confianza comunitaria en sus propias capacidades y potencialidades, es decir, la elevación de la autoestima colectiva. Ello implica, una valoración de todas las formas de participación de base que vayan apareciendo…”
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