Maturana

Introducción

Se realiza un ensayo con las ideas principales del segundo capítulo, El Emocionar, del ensayo “Amor y Juego. Fundamentos olvidados de lo humano”, de Humberto Maturana.

El autor hace un entrelazamiento continuo entre lenguajear y emocionar, dice que lo humano se da en el conversar y que las actividades humanas ocurren como conversaciones o redes de conversaciones.

En este ensayo, se encuentra referente al texto estudiado: una reflexión sobre el emocionar, el emocionar matrístico y el origen de nuestra cultura patriarcal. Finalizando se expone una opinión crítica en relación a "Papel que juegan las emociones en el ser humano, al momento de iniciar el proceso de socialización, y como estas condicionan las relaciones humanas”.

Para Humberto Maturana, la emoción define la acción, para el autor, nosotros siempre estamos en una dinámica emocional. Crecemos como miembros de una cultura involucrados en su red de conversaciones, obtenemos nuestra identidad y nuestra conciencia individual y social, seguimos como algo natural el emocionar de nuestras madres y de los adultos con los que nos rodeamos. Sin darse cuenta, las madres enseñan el emocionar de manera vivencial.

Es así, que sin percibirlo, una vez que hemos crecido en una cultura, todo en ello nos parece natural y guiamos nuestros actuar por el emocionar que hemos aprendido dentro de nuestra cultura. Maturana, sostiene que se aprende el emocionar mientras se vive con otros desde el útero, desde la niñez hay una relación entre el emocionar y el lenguajear, en nuestra adultez el fluir de nuestro emocionar guía nuestro actuar.

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Cuando hablamos de emociones estas son disposiciones dinámicas corporales que detallan el dominio de acciones en la que el organismo se mueve. Las emociones son las que permiten definir si los gestos que se entregan son caricias o agresiones. Nuestro lenguajear y emocionar están entrelazados, cuando lenguajeamos nuestras emociones, cambian como resultado de nuestras palabras; y nuestras palabras cambian como resultado del cambio en nuestras emociones. Nuestra manera de vivir, toma lugar en nuestra forma de relacionarnos unos con otros y el mundo que generamos en nuestra vida diaria a través del conversar.

Desde la infancia temprana las personas se hacen seres sociales, en la convivencia social con sus madres y establece que un niño que no vive una buena infancia con una relación integral de confianza con su madre no se desarrolla de manera completa como ser humano. En las culturas prepatriarcales matrísticas europeas los niños pasaban de la infancia a la edad adulta en armonía.

Maturana, hace referencia que

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