PAUTAS PARA UN MATRIMONIO CIVIL

MATRIMONIO CIVIL

Nos hemos reunido en este espacio para celebrar uno de los momentos de mayor trascendencia en la vida del ser humano como es la unión entre dos personas bajo el vínculo del matrimonio. Esta unión con carácter permanente entre dos seres que se aman, que han decidido compartir sus vidas y que hoy lo están materializando mediante este acto también trae algo hermoso y es el nacimiento de la familia, la cual es célula fundamental de la sociedad y que hoy Jorge y Carolina le están dando vida a través de la institución del matrimonio.

Antes de iniciar quiero preguntarle a los contrayentes lo siguiente:

• viene usted de manera libre y espontánea para unir su vida a y celebrar este matrimonio?

• Existe algún impedimento, amenaza o constreñimiento que sin su voluntad, lo obligue a realizar este acto?

• , viene usted de manera libre y espontánea a unirse a y celebrar este matrimonio?

• Existe algún impedimento, amenaza o constreñimiento que sin su voluntad, lo obligue a realizar este acto?  

El matrimonio, sin importar la forma como se realice ya sea por lo civil, por la iglesia o por cualquier otra forma que legalmente establecida, es un contrato sublime, que realizan el hombre y la mujer para convivir bajo el mismo techo y el mismo lecho con el fin de auxiliarse mutuamente, respetarse el uno al otro, amarse y para procear sus hijos.  

LECTURA

La decisión que han tomado de compartir sus vidas acogiéndose al vínculo establecido por la sociedad civil y la Ley, deberá servir para unirlos a un más en el amor y para garantizar la unidad plena.

El amor deberá predecir la relación entre ustedes que por ministerio de la ley quedaran unidos ante la comunidad; este amor que ha determinado a los contrayentes acogerse al vínculo matrimonial para perpetuar la especie, deberá servir en el trascurso de los años para estimular una aproximación cada vez más estrecha entre los casados.

La prolongación de la especie y la fundación de la familia reposan sobre esta institución del matrimonio quien reconoce que el individuo no puede basarse en sí mismo para alcanzar la integridad de su misión como ser humano.

La dualidad conyugal supera las imperfecciones de cada uno de los esposos considerados individualmente. Los casados deberán guardarse tanto en los momentos luminosos como en las sombras de la adversa fortuna, respeto, fidelidad y amor.

Procuraran con todo respeto y ternura corregirse mutuamente sus defectos, practicar la tolerancia y proceder en todos los casos con generosidad, equidad y templanza evitando aquellos agravios de palabra o de obra que por su naturaleza irremediable comprometen la estabilidad del matrimonio.

El carácter irreparable de las ofensas inferidas entre los casados no solamente pone a prueba la institución del matrimonio sino que repercute de por vida sobre la descendencia; por tanto la paciencia junto con el amor mutuo no solamente preservara la armonía entre los esposos sino que contribuirá evitar en el hogar aquellas escenas de tensión que generalmente se traducen en traumatismos psicológicos permanentes en quienes la padecen.

Los casados deberán entregarse por entero el uno al otro para la formación de la familia con el pleno sentido de responsabilidad que adquieren entre sí para con sus descendientes y frente a la comunidad cada cual aportara su contingente según las necesidades de la familia para constituirse en elementos de progreso ante la sociedad a la cual deberán entregar ciudadanos formados y educados en una atmosfera propicia para ser útiles a la patria.

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