Page Y Arias - Los Partidos Politicos

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Participación, Representación y partidos: Una perspectiva histórica

Introducción

No sé ha logrado aún desarrollar una definición de partido aplicable a todos los casos existentes, no existe tampoco todavía una teoría general que dé cuenta del fenómeno partidario en todos sus aspectos. De tal modo que es más conveniente estudiar los modelos de partido, estos modelos son tipos ideales construidos a partir de una variable, como ser la estructura organizativa de los partidos, su origen, el tipo de representación que los caracteriza, o las relaciones que establecen con otros partidos, etc.

Desde el punto de vista sociológico, Weber, define a los partidos políticos como “formas de socialización que, descansando en un reclutamiento formalmente libre, tienen por fin proporcionar a sus dirigentes dentro de su asociación y otorgar por este medio a sus miembros activos determinadas probabilidades ideales o materiales”. Hay otras definiciones más acotadas que vinculan los partidos a la competencia electoral en el contexto de la democracia representativa, para Sartori un partido político es “cualquier grupo político que se presente en las elecciones y pueda hacerse un lugar a través de las elecciones, colocando a sus candidatos en los cargos públicos. Page y Arias los definen como una asociación que se organiza con el fin principal de acceder y conservar el poder político, y que para ello busca obtener cierto grado de consenso de la sociedad civil o de una parte de ella, cuyos intereses pretende representar.

Los partidos políticos pueden distinguirse a partir de su origen, que puede ser de carácter parlamentario o de carácter externo.

La aparición, el desarrollo y los cambios estructurales de los partidos políticos están íntimamente ligados a la progresiva ampliación de la participación política a la que se fueron sumando los diversos sectores de la sociedad dentro de sistemas representativos restringidos y posteriormente democracias, de modo que la historia de los partidos políticos puede ser entendida en función de la ampliación de la participación política y de los esfuerzos que se han visto obligados a realizar para adaptarse a las nuevas exigencias de la actividad política derivadas de los sucesivos cambios institucionales, culturales y sociales. Los partidos políticos han sido un instrumento esencial a través del cual los distintos grupos se han incorporando al sistema político, permitiéndoles expresar sus reivindicaciones y participar del proceso decisorio. Siendo la trasmisión de las demandas sociales y la canalización de la participación política dos funciones esenciales de los partidos políticos en los sistemas de representación modernos.

2 El origen de los partidos

El ascenso político de la burguesía, durante el siglo XVII, producto de la alianza táctica que trabaron con ella los monarcas europeos para luchar contra los estamentos y de esa forma centralizar el poder, que se tradujo en diferentes reformas administrativas, como la unificación de los estados nacionales, el desarrollo de un aparato burocrático centralizado, la creación de ejércitos nacionales, etc. De modo que la burguesía ganó protagonismo económico y social, generándoles aspiraciones políticas, que se concretaron con las revoluciones burguesas, entre fines del siglo XVII y el siglo XVIII y la consiguiente aparición de los parlamentos.

La prehistoria de los partidos políticos modernos se remonta a la aparición de las primeras constituciones liberales que limitaron el poder de los monarcas y dieron lugar a la instauración de los primeros parlamentos europeos. Su génesis se encuentra en la creación de grupos en el ámbito parlamentario, a partir de la comunidad de doctrinas políticas, la identidad regional y hasta intereses mucho más acotados. La victoria definitiva de la clase burguesa sobre la aristocracia, se concretará recién en la primera mitad del siglo XIX, en Francia, los primeros grupos políticos de carácter moderno, aparecieron luego de la revolución.

En los últimos momentos del Antiguo Régimen, una vez convocados los Estados Generales, los representantes del Tercer Estado que pertenecían a una misma región, se reunían primero a raíz de las cuestiones regionales comunes para luego pasar a discutir cuestiones de alcance nacional. En estos clubes, los elementos burgueses se reunían a discutir sobre las cuestiones de política nacional y de estas cuestiones surgían las principales propuestas y cursos de acción. Una vez que los representantes del Tercer Estado se autoproclamaron Asamblea Nacional, y más tarde Asamblea Constituyente, las decisiones sobre el tipo de constitución que debía adoptarse marcarían las diferencias entre los clubes, aunque todos coincidían en limitar los poderes del monarca y terminar con los privilegios de la aristocracia, luego de la caída de la monarquía entraron en desacuerdo dividiéndose en los que pensaban en una república con participación limitada y que defendían un ideal de democracia avanzada. El club de los Girondinos, fue el más representativo de la tendencia republicana, el club de los Jacobinos fue el representante de las tendencias más radicales, siendo estos dos grupos protagonistas del gobierno revolucionario. Durante los primeros años del periodo revolucionario, se asistió a una politización acelerada de las ciudades y los burgos, los grupos y clubes se proliferaron.

3 Los primeros parlamentos y los partidos de notables

Los grupos parlamentarios dan origen a los partidos de notables, que representan en el parlamento los intereses de la burguesía y la aristocracia. Tales organizaciones, funcionaban prácticamente sólo durante los períodos electorales, se encargaban de que se cumplieran los procedimientos previstos por la ley para las elecciones y de recolectar votos en favor de algún candidato. Los notables eran personalidades locales prominentes que financiaban la actividad de la organización, elegían los candidatos y diseñaban los programas. El grupo parlamentario es el centro desde el cual se constituye la agrupación, este gozaba de un amplio margen de maniobra tanto frente a los electores como frente al partido. No tenían un fuerte componente ideológico ya que tienen orígenes de carácter parlamentario. Mientras la política partidaria se redujo al accionar de estos partidos de notables, los parlamentarios representaron a sus electores sociológica y jurídicamente, ya que pertenecían a su mismo grupo social y defendían sus intereses. Cada diputado votaba libre en el parlamento, según su propio juicio personal pero sin tener en cuenta a su propia fracción, o sea, una representación individual, ya que cada legislador no es representante de sus electores si no que éste tiene la confianza de aquellos, una confianza que pasa

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