RACIONALIDAD DE LOS INDIVIDUOS EN LA SOCIEDAD

RACIONALIDAD DE LOS INDIVIDUOS EN LA SOCIEDAD

Más allá de la capacidad que tienen los seres humanos de pensar, evaluar, entender y actuar, el Homo economicus (hombre económico) adopta ciertos principios de optimidad, para satisfacer algún objetivo o finalidad conforme a sus intereses, respondiendo a estímulos económicos, siendo capaz de procesar adecuadamente la información que conoce, y actuar en consecuencia a esta, como “hombre de negocios vivo y humano”. Frase utilizada por Adam Smith para referirse al hombre de la época, o como lo menciona el autor en uno de sus apartados “Los economistas buscamos la lógica que se esconde detrás de la vida; la manera en que le dan forma a incontables y ocultas decisiones racionales”.

Unas veces estas decisiones racionales hacen que la vida sea mejor; otras veces, la empeoran, pero el  modo de pensar de los economistas implica respuestas más profundas y análisis más afondo en el mero ejercicio de vivir y si queremos entender nuestro mundo o cómo cambiarlo, comprender las elecciones racionales que le dan forma constituye un buen punto de partida del estudio de la economía heterodoxa, porque permite ver el comportamiento humano y la incidencia de este en el mundo de lo económico.

Desde esta perspectiva, es importante que bajo estos trazados analicemos, tanto comportamientos racionales como irracionales, que en distintos campos pero en parecidas circunstancias, conforman la subyacente lógica de la toma de decisiones de nosotros como, seres pensantes y actuantes. A la fecha se ha comprobado que la cognición afecta el comportamiento económico y la estructura cerebral afecta la cognición, así, la conexión entre estos factores no es irrelevante.^[1] 

Si se quiere comprender los verdaderos movimientos y las decisiones de causa y efecto en nuestro mundo contemporáneo, la rama de la teoría de juegos y la neuroeconomia analiza mancomunadamente una lógica multidimensional casi impredecible pero cuantificable de comportamiento humano.

De manera que en el marco de la elección racional, la teoría de juegos permite la comprensión del mundo, tal vez, para ser más precisos, es una herramienta de compuestos poderes que radiografía la vida humana permitiendo ver el trasfondo de las decisiones. En primer lugar, la conducta se fundamenta en los incentivos a tomar ciertas decisiones que progresivamente tomamos sean conscientes ó inconscientemente, en esa medida todos hemos aprendido a responder a los incentivos, negativos y positivos, desde el comienzo de la vida^[2].

El análisis experimental realizado en Bernat, Mora y Zuluaga (2012), muestra que el comportamiento del consumo cultural en la ciudad de Cali, se caracteriza por la relación positiva del nivel educativo de los demandantes frente a la proporción del gasto en cultura, en tanto, a mayor nivel de educación de los jefes de hogar se potencializa la capacidad de “pensamiento, imaginación y percepción”^[3] a través de las expresiones culturares de la región. Por tanto, el análisis económico de los bienes y servicios culturales medibles (BSC) señala la variación del promedio de gastos en cultura y tiene como variable dependiendo de los estratos de los hogares, así si se parte de la premisa que los hogares están conformados por un numero bajo de miembros, se alude que el poder de consumo  aumenta o se consumen bienes y servicios de altos precios.

En ese sentido, este estudio de la comprensión de los hábitos y tendencias de la muestra poblacional consolida la información sistemática de los fenómenos frente a los gastos en cultura. Así, los hogares con mayores ingresos y a la vez poseen altos niveles de educación representan los parámetros más significativos respecto a la probabilidad de gastar en cultura. Lo que es estable y predecible en nuestro medio, social y natural, nos permite salir adelante, dentro de los límites establecidos por nuestro conocimiento y nuestras habilidades computacionales para realizar actividades específicas.

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