Seguridad Social

Perspectivas de la Seguridad Social en el Siglo XXI

En el siglo XXI la seguridad social fue un antecedente realmente relevante debido a que de ahí aparecieron importantes oportunidades para los trabajadores, y comenzó una nueva etapa para el país ya que en 1942 se crea la conferencia de la seguridad social en Santiago de chile y en 1927 se crea la asociación internacional de la seguridad social en brúcelas, la seguridad social contemporánea se dirige hacia un desarrollo irremediable.

Se destacó el mercado laboral, pues es una institución determinante en el desempeño de los sistemas de pensiones en la región en cuanto a extensión y calidad de la cobertura. Dadas las características estructurales del mercado laboral, no pueden ensayarse estrategias extremas. Por un lado, no es aconsejable pensar en una vinculación de la protección de los trabajadores únicamente en función de su inserción con el mercado laboral.

En la seguridad social la protección social de los trabajadores se encuentra estrechamente relacionada con las condiciones del mercado laboral y particularmente del empleo. En la mayoría de los países de América Latina, sólo quienes tienen un trabajo tanto formal como estable, acceden a beneficios sociales como la cobertura de jubilaciones y las prestaciones de los seguros de desempleo y salud; mientras que los trabajadores informales y las personas sin empleo suelen carecer de éstos o dependen de programas sociales estatales, principalmente de naturaleza asistencial.

Las pruebas demuestran que las transferencias de la seguridad social son una herramienta fundamental para combatir la pobreza y la exclusión social, e impulsar el desarrollo, según el Sr. Michael Cichon, Director del Departamento de Seguridad Social de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).

Las simulaciones de la OIT confirman que un paquete básico de prestaciones de la seguridad social en los países con bajos ingresos, por ejemplo, con la introducción de regímenes comunitarios, pensiones no contributivas y transferencias económicas, es realista y asequible, y que costaría una media de entre el 6 y el 8 por ciento del PIB nacional.

A pesar de ello, la seguridad social sigue siendo frecuentemente ignorada en los programas de desarrollo, y la actual crisis financiera podría poner en peligro los avances conseguidos, según el Sr. Cichon, quien, además, destacó que los fondos y garantías propuestos por los gobiernos para responder a la actual crisis financiera representan el equivalente de los costes que supondrían varios años de seguridad social básica.

Según el Sr. Peter Bieler, de la OCDE, hay indicios de que el interés en la protección social está creciendo entre los países donantes, puesto que cada vez hay más pruebas de que la protección social es una inversión fundamental que contribuye al crecimiento económico sostenible al mismo tiempo que reduce directamente la pobreza. Advirtió que las instituciones tienen que colaborar para garantizar que los gobiernos mantengan y refuercen las políticas de protección social al afrontar prioridades igualmente importantes.

Durante un amplio intercambio de experiencias, los participantes reconocieron que es necesario combinar los instrumentos de política nacional adaptados a cada contexto nacional, y pidieron que se reforzara la coordinación y sinergia entre las organizaciones internacionales y las instituciones de seguridad social .En la seguridad social existían el CDN y sus ideas consistían en mantener el componente redistributivo de los regímenes de reparto financiados con cotizaciones y rentas generales y incorporar un elemento estrictamente actuarial que opere bajo la lógica

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