Socializacion
Enviado por lu_19 • 2 de Octubre de 2011 • 1.289 Palabras (6 Páginas) • 452 Visitas
PROCESOS DE SOCIALIZACIÓN
Al nacer, el niño se encuentra totalmente indefenso; necesita del adulto para sobrevivir. Tiene respuestas emocionales poco específicas y diferenciadas. Durante las primeras semanas, su actividad va a ser exclusivamente sensomotora, sin poder representarse mentalmente el mundo físico y social que le rodea.
Sin embargo, posee grandes capacidades perceptivas y de aprendizaje y está pre orientado socialmente. Podríamos decir que nacemos con una predisposición innata para la sociabilidad, entendiendo esta como una actitud vital, positiva, abierta y dinámica para vivir en sociedad.
Por una parte, el niño manifiesta preferencia por los estímulos que de alguna manera pueden catalogarse de sociales (la cara, la voz humana, la temperatura y tacto del cuerpo). Por otra parte el bebé parece sentir una necesidad primaria de crear vínculos afectivos con los miembros de su propia especie. El niño, desde su nacimiento, es un activo buscador de estímulos sociales.
Estos vínculos van a ser la base afectiva y social para que a lo largo de la infancia y de la adolescencia, el niño pueda ir adquiriendo todos aquellos saberes y habilidades que le van a caracterizar como adulto. A este proceso de adquisición se le denomina Proceso de Socialización.
Durante la infancia, los niños se irán identificando con los adultos y conseguirán interiorizar y apropiarse del significado que tiene las normas y reglas sociales. La interiorización se consigue gracias al establecimiento de sólidos vínculos afectivos que actúan como vías de paso a la comprensión de esas normas y reglas. La generalización, cuando el niño se da cuenta de que las normas que son válidas para el contexto familiar lo son también para otros contextos.
En la adolescencia, los jóvenes empiezan a introducirse en una serie de roles propios de la vida adulta y social del grupo al que pertenecen. Así, los procesos de socialización se relacionan con la división del trabajo, con la diversidad profesional y con los intereses culturales y personales, entre otros.
CONTEXTOS DE SOCIALIZACIÓN
La Familia, es la unidad o sistema primario de socialización, principalmente en los dos primeros años de vida. Se trata de un contexto abierto en continuo cambio.
Otros adultos, otras instituciones que actualmente constituyen otras instancias de socialización para el niño a edad temprana: profesores, monitores, parientes, canguros... La socialización se ejerce, en consecuencia, en dos direcciones: una vertical, la que corresponde a las relaciones jerarquizadas y que tienen una dimensión formal -con los adultos- y otra horizontal, con interacciones más espontáneas y que tiene una dimensión informal – las relaciones entre iguales -.
Los medios de Comunicación. Constituyen un agente socializador que inculcan normas, ofrecen modelos, dan versiones y visiones del mundo, y están cada vez más presentes en todos y cada uno de los contextos educativos que influyen en el desarrollo social del niño.
LOS PROCESOS DE SOCIALIZACIÓN
Consideramos el desarrollo social como un proceso de adquisición progresivo de conductas, hábitos, normas y reglas, y actitudes sociales por parte de los miembros más jóvenes de la sociedad con el fin de integrarse en ella.
Diversos autores coinciden en señalar tres procesos básicos de socialización que son necesariamente independientes:
• Adquisición de conductas prosociales. Desarrollo de la ética social. Este proceso implica la interiorización progresiva de razones, creencias, normas y valores propios de la cultura de referencia.
• Adquisición de conocimientos y habilidades sociales. Desarrollo cognitivo-social.
• Adquisición de actitudes de sociabilidad. Desarrollo afectivo-social.
EVOLUCIÓN DEL DESARROLLO SOCIAL
DESARROLLO SOCIAL EN LOS DOS PRIMEROS AÑOS
La figura de apego influirá de modo decisivo en el desarrollo social del niño durante los dos primeros años. El niño aprenderá a comunicarse con los demás a través de formas y sistemas de comunicación que aumentarán en complejidad y simbolismo social.
La unión afectiva es la base de la conducta prosocial. El niño aprende a vivenciar el estado emocional del otro, a reconocerlo y a ajustar su conducta para mantener el carácter positivo de esas vivencias. Se desarrollarán en él sentimientos de empatía y se interiorizarán progresivamente las sensaciones de autosatisfacción que produce la adquisición y el seguimiento de patrones de comunicación y patrones sociales que transmite el contexto social y afectivo.
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