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Aportes De La Psicología A La Pedagogía: El Niño Como Foco Principal En El Proceso Enseñanza -aprendizaje.


Enviado por   •  15 de Septiembre de 2014  •  2.417 Palabras (10 Páginas)  •  452 Visitas

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Aportes de la psicología a la pedagogía: el niño como foco principal en el proceso enseñanza -aprendizaje.

La búsqueda de mecanismos efectivos y definitivos de una enseñanza relevante y útil para el alumno es el problema esencial de la psico-educación: un cambio de paradigma desde lo cuantitativo hacia lo cualitativo, teniendo como principal foco el interés superior del niño.

Carmen Gloria Olivares Bilbao

Carrera de Psicología

Universidad Bolivariana de Ovalle.

I.- INTRODUCCIÓN.

(A) Presentación y tesis.

La relación entre la psicología y la educación ha representado siempre un problema sistemático, especialmente si atendemos a que varias de las inquietudes planteadas por el autor tienen un denominador común: la amplitud del problema. Son tantas las temáticas en que ambas disciplinas tienen tanto que decir, que simplemente el foco se extravía ante la diversidad de situaciones y elementos a considerar. Sin embargo, pese a la amplitud de la presentación del tema, el autor logra rozar con el foco, que a mi juicio, es lo más importante: cuales son las características de las prácticas educativas, cuales son las características de las escuelas o del aula, que deben tener para lograr el objetivo de construir la sociedad que queremos. Pese a que el autor responde esa pregunta al final de su desarrollo, nosotros pretendemos invertir el ejercicio; ya que, ninguna acción humana tiene sentido alguno sin haberse preguntado antes lo obvio: ¿cuál es el sentido de educar?

Este ensayo se plantea desde lo más difícil a juicio del autor, pero desde un tono más esperanzado respecto del éxito que logremos con este ejercicio; desde la lógica de que es posible y no una utopía. El autor plantea una pregunta: ¿Qué educación debemos diseñar para construir qué tipo de mentes?, es una pregunta válida, pero que olvida una premisa anterior y fundamental de este problema, la cual es: ¿Con qué tipo de mentes cuento antes de enseñar? ¿Cuál es mi materia prima? En este ejercicio, mi tesis se expresa quizás desde un punto de vista filosófico de la educación, como actividad diaria y práctica, donde el principal esfuerzo desde la psicología es la de ayudar al profesor en el cumplimiento de su deber esencial, que es la de construir sociedad con los medios limitados que posee, pero al mismo tiempo, ser efectivo y eficiente en la conclusión de dicho objetivo. Ese es el fin último. Para eso, debemos reconocer la realidad del mundo educativo con todas sus variables, vista en su contexto, en su pluralismo y heterogeneidad, en su complejidad y naturaleza dinámica; donde educador y psicólogo aúnan sus esfuerzos en la generación de técnicas directas de intervención, siempre según el caso concreto. Hay una verdad básica: todo niño está preparado para construir aprendizaje, pero para eso hay que trabajar centrado en el pluralismo, heterogeneidad, complejidad y naturaleza dinámica de este proceso.

La tesis recién planteada admite matices que deben señalarse. Existen presupuestos prácticos y teóricos que debemos clarificar y que buscaremos explicar someramente, desde lo filosófico hasta lo más cotidiano. Las ideas planteadas no buscan destruir los conocimientos asentados en la materia; sus críticas a una u otra forma de analizar el mismo problema no deben entenderse desde los absolutos, ya que las reconocemos como herramientas en función de un fin mayor: El aprendizaje de cada niño desde su realidad individual. Los variados mecanismos, instrumentos, teorías o visiones que se han esgrimidos a la luz de la psicología de la educación serán válidos o inválidos en conformidad a la realidad práctica del sistema concreto a analizar; comprendiendo que dichos sistemas (el aula, la escuela, el hogar o una población) son variados, numerosos y disímiles entre sí. (Así como cada niño es único, cada unidad educativa o familia es única) Dicho esto, reconocemos la necesidad de jerarquizar objetivos y mecanismos por medio de principios y prevenciones metodológicas que nos servirán para otorgar un sentido científico a este debate.

(B)Presupuestos esenciales: principios y prevenciones metodológicas.

1°.- EL INTERES SUPERIOR DEL NIÑO.

Expresado como principio general y sustantivo, el interés superior del niño va más allá de la norma internacional o nacional, involucrando todas las esferas en que los niños se relacionan. La Organización de las Naciones Unidas ha entregado directrices que potencian este principio, ya que “su interés superior sea una consideración primordial que se evalúe y tenga en cuenta al sopesar distintos intereses para tomar una decisión sobre una cuestión debatida, y la garantía de que ese derecho se pondrá en práctica siempre que se tenga que adoptar una decisión que afecte a un niño, a un grupo de niños concreto o genérico o a los niños en general (…)Además, la justificación de las decisiones debe dejar patente que se ha tenido en cuenta explícitamente ese derecho. En este sentido, los Estados partes deberán explicar cómo se ha respetado este derecho en la decisión, es decir, qué se ha considerado que atendía al interés superior del niño, en qué criterios se ha basado la decisión y cómo se han ponderado los intereses del niño frente a otras consideraciones, ya se trate de cuestiones normativas generales o de casos concretos.”

El interés superior del niño se expresa, por lo tanto, en todos los casos posibles en que un niño esté involucrado, y deberá ser explícito al momento de plantear una clase o diseñar alguna técnica educativa determinada. Poner al niño en el foco principal es por lo tanto el punto de inicio de esta disciplina. Este eje fundamental deberá estar explícito en toda consideración desde un punto de vista práctico y no teórico, ya que “se pondrá en práctica siempre que se tenga que adoptar una decisión que afecte a un niño, a un grupo de niños concreto o genérico o a los niños en general. ”

A la luz de este principio fundamental, no extraña que el autor considere fracasados los esfuerzos realizados en la fase del desdén. Los esfuerzos realizados desde la psicología no solo pierden efectividad desde el punto de vista metodológico, sino que además, su aplicación aterrizada al mundo concreto puede atentar contra el interés superior del niño, en la medida de que le afecte negativamente. De ahí que sea importante la evolución hacia la fase de respeto, y se valora como un fenómeno positivo, ya que tal y como señala el autor, “Ambos, modelo de actuación profesional y enfoque teórico, se enfrentan a una realidad social y educativa, unas prácticas y unas preocupaciones, y necesidades de los protagonistas de estas prácticas que, en su formación actual, no contemplan de manera suficiente.”

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