CAPITULO I. CONTEXTO LOCAL DE LA OBSERVACIÓN..

CAPITULO I. CONTEXTO LOCAL DE LA OBSERVACIÓN.

La Unidad Educativa Nacional Bolivariana “Luis Cáceres de Arismendi” es una escuela que se encuentra ubicada en la ciudad de La Asunción, capital del Estado Nueva Esparta y que a su vez se encuentra dentro de los límites del Municipio Arismendi. Dicha escuela está situada en la Avenida Juan Cancio Rodríguez, en un terreno que cuenta con una extensión de ciento cinco metros con ochenta centímetros (105,80) de largo, por noventa metros con noventa centímetros (90,90) de ancho, cuyos linderos exactos son: por el Norte con terrenos de la señora Carmen Luisa Sanabria de Rivas, por el Sur con terrenos de La Asunción, por el Este con terrenos de la sucesión Navarro y por el Oeste con la previamente mencionada Avenida Juan Cancio Rodríguez. Adicionalmente, la escuela tiene la fortuna de encontrarse ubicada frente a un punto de referencia estratégico reconocido por todo el estado Nueva Esparta por ser una de las estructuras históricas más antiguas con las que posee el estado y el mismo es El Puente Colonial. Este puente fue hecho para el paso de peatones, carretas y quitrines, por allá por el año 1609 y sin embargo, soportó el peso de carros, camiones, gandolas y tractores, sin resentirse por ninguna parte a pesar de su longevidad. Ahora está convertido en una joya de las más hermosas con que cuenta la Ciudad. Acerca de él se han tejido historias y leyendas, que se han transmitido de generación en generación con el pasar de los años.

Antes de ser lo que conocemos hoy en día como la U.E.N.B. “Luisa Cáceres de Arismendi”, la institución no fue más que una pequeña escuela federal que impartía estudios dirigidos únicamente a niñas y que se fundó el 04 de Octubre de 1912, con apenas una matrícula de 140 alumnas. En un principio, la escuela no tenía una planta física fija como sucede hoy en día sino que funcionó en varias casas del Municipio Arismendi, generalmente ubicadas alrededor de la plaza por ser ésta una zona céntrica de concentración de la población. Para el año 2000, la escuela fue trasladada por un período de tiempo de dos años al Liceo Francisco Antonio Rísquez y al antiguo Palacio de Justicia para su rehabilitación por parte de la UCER, para así ser reinaugurada y que la celebración coincidiera con el Centenario del Natalicio de Luis Beltrán Prieto Figueroa el 14 de marzo de 2002 y fue en este momento en el que se estableció oficialmente como Escuela Nacional Bolivariana cumpliendo así con un horario corrido de 8am a 4pm.

Ahora bien, tanto la escuela como el Municipio donde se encuentra ubicada la misma, deben su nombre a una de las más grandes heroínas de la historia de Venezuela: Luisa Cáceres de Arismendi.

María Luisa Cáceres Díaz, nació en Caracas el 12 de septiembre de 1799 pero debido al asesinato de su padre y su hermano, decide junto a su madre emigrar hacia Oriente con la ayuda de quien sería su futuro marido, el Coronel Juan Bautista Arismendi y con quien fijaría residencia en la isla. Su huella en la historia comenzó primero con las actividades revolucionarias de su esposo quien era perseguido por todo el país sin éxito de captura, por lo que se decidió tomar venganza contra Luisa Cáceres tomándola prisionera sin respetar su avanzado estado de embarazo y quien lamentablemente sufriría una serie de torturas, improperios y amenazas que la conducirían luego a dar a luz a una pequeña niña muerta el 26 de enero de 1816.

Después de muchas penalidades y numerosos traslados logra fugarse a Norteamérica, con la ayuda de un oficial de apellido Caraballo y de un caballero de nacionalidad inglesa; llegando a Filadelfia el 3 de mayo de 1818, y desde allí, acompañada del Coronel patriota, Luis Rieux, arriba a Juangriego el 26 de julio de 1818. La isla entera celebró alborozada el retorno de la Máxima Heroína, donde se unió a su esposo, el General Juan Bautista Arismendi, para continuar una vida feliz y amorosa, porque ya la Isla estaba totalmente liberada del poderío español, y su esposo actuaba como Gobernador. Once hijos le nacieron después de este acontecimiento, completando la docena con la fallecida en el Castillo de La Asunción. La familia Arismendi se trasladó a Caracas, donde ambos fallecieron como dice la historia: él de muerte natural, el 22 de junio de 1841; y ella de una caída que le fracturó la base del cráneo, el 2 de junio de 1886.

Muchos años han transcurrido desde la época colonial pero al hablar de La Asunción, no cabe duda de que es una de las pocas ciudades que todavía conservan la misma esencia (aunque no intacta) que tuvo en siglos pasados. Al ser la capital de la isla y la residencia del gobernador, siempre fue una Ciudad pequeña pero muy bien construida, aunque sus habitantes nunca se han caracterizado por ser ricos; pero sí se distingue por su bienestar e industria. Anteriormente su población se caracterizaba por su agricultura siendo la cosecha de cambur, casabe y maíz sus principales recursos, sin embargo, los habitantes solían cultivar en pequeña cantidad y sólo para su consumo productos como la caña de azúcar, el café, el cacao entre otros a causa de la aridez del suelo y la sequedad del clima. También se criaban muchas ovejas, cabras y toda clase de aves con las que se hacían pequeños comercios con la venta de estos animales y de los derivados que se obtenían de ellos (leche, huevo, queso…) De igual forma se manejaba mucho el trueque, los pescadores intercambiaban sus pesca del día por otros alimentos, como arepas, maíz o tortas de casabe.

Hoy en día las actividades económicas han avanzado junto con el pasar de los años, ya no depende fielmente de la agricultura sino que al convertirse en una zona urbana, goza de los privilegios que precisan en estas áreas como supermercados, carnicerías, charcuterías, abastos, panaderías, librerías, puestos de comida, entre muchos otros establecimientos que son parte de la economía de la ciudad, además de contar con servicios básicos de luz, agua y gas. Hoy en día también es mucho mayor el porcentaje de la población que cuenta con estudios superiores y que se dedican a ejercer carreras como médicos, abogados, contadores, docentes, ingenieros, arquitectos, políticos, entre muchos otros y que hacen vida en esta región. Los ingresos económicos de cada uno de estos pobladores dependerán de los salarios que devengan en sector de los servicios en las diferentes dependencias del gobierno nacional y regional.

Otra característica fundamental que define a los pobladores es su devoción religiosa y prueba de ello es la trascendental Catedral de La Asunción y las numerosas festividades religiosas que el pueblo aun realiza en torno a ella. Dicha catedral es un monumento de la cristiandad margariteña, partícipe muda de las injusticias coloniales, de la Gesta Emancipadora

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