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Colesterol


Enviado por   •  22 de Febrero de 2019  •  Ensayo  •  2.027 Palabras (9 Páginas)  •  91 Visitas

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El Colesterol

Juan Sebastián Guerra Caliman

Universidad del Quindío

06/04/2018

Docente: Luis Marino Gallego Murillo

Biología Humana

Licenciatura Educación Física y Deportes

Introducción

El colesterol despierta diferentes interpretaciones no solo en el ámbito medico sino en el general puesto que se relaciona con enfermedad. Sin embargo, es inherente a la existencia de nuestra especie, esto se debe a que desempeña funciones estructurales y metabólicas que son vitales para el ser humano, es insoluble en los medios acuosos por lo que para viajar  en la sangre tiene que unirse a una molécula proteica formando así lipoproteínas. Pero el hecho de que sea esencial para el ser humano no implica que debamos ingerirlo en abundancia. Por ende, sin colesterol no viviríamos, pero con un exceso podemos morir.

Desarrollo Temático

El colesterol es una molécula esencial de la membrana celular siendo precursor de varias vitaminas, la bilis y varias hormonas importantes e imprescindibles para el crecimiento y la reproducción. Se encuentra fijado estratégicamente en las membranas de cada célula donde afina la fluidez, permeabilidad y en consecuencia su función. (Maldonado Saavedra, Ramírez Sánchez, García Sánchez, Ceballos Reyes, & Méndez Bolaina) aseguran que “Esta regulación implica que el contenido en colesterol de las membranas modifica la actividad de las enzimas ancladas en ellas, así como la de algunas proteínas transportadoras y de receptores de membrana”.

Y es que el colesterol es tan importante para el cuerpo que casi todo el colesterol  que llega a nuestra corriente sanguínea es producido por el mismo, siendo el hígado quien mediante la metabolización de las grasas digerida lo fabrica, siendo mínima la fracción que se obtiene a través de los alimentos. Una vez en la sangre, es transportado por las lipoproteínas, las cuales son de diferente peso molecular.

Algunas se denominan lipoproteínas de alta densidad (HDL), tienen más proteína que lípido, contienen poco colesterol, encargadas de trasladar el colesterol desde los tejidos al hígado para su eliminación. Es conocido como el colesterol bueno, ejercen un papel protector en el organismo por lo que es conveniente tener altos sus niveles.

Otras se llaman lipoproteínas de baja densidad (LDL) conocido como colesterol malo, ya que contiene más lípido que proteína, son las que transportan la mayor parte del colesterol, llevándolo desde el hígado, que es el centro de operaciones de nuestro metabolismo, a los tejidos, entre ellos a la pared arterial formando una placa de arterosclerosis obstruyendo el flujo de la sangre a los diferentes órganos como el corazón o el cerebro.

Síntesis del colesterol

El colesterol de nuestro organismo tiene dos fuentes principales: la formación endógena en nuestro propio cuerpo y la dieta u origen exógeno. El colesterol es una sustancia necesaria para nuestro sistema metabólico. Todas nuestras células necesitan colesterol y por tanto todas ellas son capaces de formarlo.

Sin embargo, el órgano más importante para la síntesis de colesterol es el hígado. El hígado es la fábrica de nuestro organismo, el centro metabólico por excelencia, y por ello también es el encargado de formar el 70% del colesterol que se fabrica en nuestro cuerpo. Al colesterol sintetizado en el hígado se le denomina endógeno. Pero este órgano no solo se limita a formar colesterol sino que es el responsable fundamental del metabolismo de las lipoproteínas, es decir de las partículas que median en el transporten lipídico.

Es en las células hepáticas donde el colesterol se empaqueta en las VLDL (lipoproteínas de muy baja densidad) y de esta forma es secretado a la sangre. Estas partículas viajan por nuestro cuerpo y por modificaciones metabólicas diversas se transforman en las LDL, las lipoproteínas que llevan el colesterol malo. Estas últimas entregan su contenido a los distintos órganos y en gran parte regresan al hígado donde finalizan su viaje metabólico.

Dada la complejidad de la molécula de colesterol, su síntesis requiere un gran esfuerzo metabólico, es compleja, se produce a través de más de veinte pasos metabólicos distintos. Por ello, y acreditando el dicho que la naturaleza es sabia, solemos aprovechar el colesterol que llega a nuestro cuerpo por la alimentación.

Una dieta media propia de nuestro entorno nos aporta entre 300 y 500 mg al día. En las células intestinales se forman otras partículas de transporte específicas para la entrada de grasa en el cuerpo que son los quilomicrones. A ellos se incorpora el colesterol de la dieta.

Por suerte, la cantidad de colesterol que el intestino puede absorber al día es limitada y en general solo admite la mitad del que le llega. Debemos tener en cuenta que aparte del colesterol que comemos, también se encuentra en el intestino el que es vertido a través de la vía biliar. Entre el dietético y el biliar entran al tubo digestivo cerca de dos gramos y medio de colesterol cada día y de este se absorbe la mitad. Este gramo y pico que pasa a la sangre desde el intestino, el colesterol exógeno, es una cantidad prácticamente idéntica a la que sintetiza el hígado diariamente. Además, estas dos fuentes están en equilibrio. Es decir, si nuestra dieta contiene muy poco colesterol hay un intento de compensación aumentando la producción hepática y, viceversa, si detuviéremos la fabricación hepática de colesterol, la capacidad de absorción se incrementaría. (Marin, 2009, págs. 19, 20, 21).

¿Para qué nos sirve?

El colesterol desempeña muchas funciones esenciales en nuestro organismo como:

  • Es componente esencial de las membranas celulares. Goldstein y Brown, en 1973, demostraron que la célula es capaz de producirlo, en su citoplasma, desde compuestos más sencillos. Gracias a este descubrimiento estos dos científicos recibieron el premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1985.
  • Fundador de cinco tipos principales de hormonas asteroideas: progestágenos, estrógenos, andrógenos, glucocorticoides y mineral corticoides. El ovario, por ejemplo, sintetiza estrógenos, progesterona y andrógenos, utilizando el colesterol. Por otro lado, tres hormonas del sistema reproductor masculino: testosterona, dihidrotestosterona, y el estradiol, provienen también del colesterol.
  • Es un compuesto usado por las glándulas suprarrenales para la síntesis de glucocorticoides, mineralcorticoides y andrógenos suprarrenales. El cortisol, principal glucocorticoide, cuya presencia en el organismo es fundamental para la vida, permite mantener el equilibrio metabólico, propicia la respuesta del organismo ante el estrés, conserva la glucosa en la sangre durante el ayuno y regula la liberación de otras hormonas. La aldosterona es el principal mineralocorticoide y se encarga de controlar el equilibrio hidrosalino mediante la regulación de la secreción de agua en el riñón y la reabsorción de sodio. Los andrógenos suprarrenales, generalmente, tienen una mínima actividad biológica: en realidad son transformados periféricamente en andrógenos más potentes.
  • Un generador de ácidos biliares. Los derivados más abundantes del colesterol son precisamente los ácidos biliares que, al mezclarse con otros compuestos, forman las sales biliares para la degeneración de las grasas en el intestino.
  • Un precursor de vitamina D, sintetizada por el organismo a partir de un intermediario del colesterol, y con la participación necesaria de la radiación solar. Esta vitamina impulsora de la absorción del calcio, no es posible encontrarla en las plantas, por lo que los vegetarianos deben fabricarla ellos mismos, y ¿Cómo lo realizarían si nuestro organismo no produjera colesterol?
  • Un componente que, junto con otros lípidos, concede a la piel enorme resistencia ante las sustancias hidrosolubles, los agentes químicos y la evaporación del agua de la piel.

Los niveles del colesterol aumentan según la cantidad de grasas saturadas que ingerimos. Por lo que el organismo continúa produciendo el colesterol necesario sin tener en cuenta el que hayamos podido ingerir con los alimentos. Existe una gran cantidad de alimentos que no contienen colesterol, pero que son ricos en grasas saturadas y que, por lo tanto, desencadena un aumento en el nivel de colesterol en la sangre.

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