ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

DESAFIOS DE EVALUAR EL APRENDIZAJE MATEMATICO


Enviado por   •  11 de Noviembre de 2012  •  3.890 Palabras (16 Páginas)  •  1.844 Visitas

Página 1 de 16

El desafio de evaluar los aprendizajes matemáticos

Adriana Marisa Cañellas

Nos proponemos visualizar y aceptar a la evaluación como un elemento ineludible de la educación, inherente alas procesos de enseñanza y de aprendizaje, con la finalidad de tomar decisiones. Para ello la evaluación se centra en lo disciplinar, en los contenidos y procesos propios de la etapa.

En la evaluación, los docentes encontramos, además, un instrumento de seguimiento, no sólo del alumno, sino también de nuestra práctica, como asimismo de la institución y de su proyecto educativo.

Definiendo evaluación

En la tarea docente ha estado siempre presente la evaluación entendida desde variadas concepciones y son muchos los interrogantes que se presentan a su alrededor: ¿qué es evaluar?, ¿quiénes son evaluados?, ¿evaluar para construir el perfil del niño?, ¿evaluar para tomar decisiones?, ¿es lo mismo evaluar que acreditar?, ¿qué hay que evaluar en matemática?

Las diferentes respuestas corresponden a diferentes concepciones de evaluación.

En el sistema educativo podemos encontrar dos sentidos: “como inherente a la dinámica interna del enseñar y del aprender en el reconocimiento mutuo de ambos procesos, y como acreditación, que implica dar cuenta o rendir cuenta de los resultados de aprendizajes logrados en un tiempo y nivel de escolaridad determinados”.

Es decir, en el ámbito educativo, a veces, se encuentra asociado a la comprensión de un proceso y relacionado con el mejoramiento de la práctica docente,y otras lo vemos como meros datos cuantitativos de un resultado. En este último sentido, vemos la marca del paradigma positivista: el docente no puede permitirse equivocarse, necesita tener el control, tener transparencia en lo que evalúa y así recurre a la estandarización de los resultados. Como lo explica Liliana Pastor, se trató de cuantificar “científicamente” las capacidades y el aprendizaje de los alumnos.

Estos dos sentidos que menciona Maté, es decir, evaluar para enseñar y evaluar para acreditar, se deben integrar en la práctica, sin confundirlos, ya que ambos constituyen la práctica, pero no son de la misma naturaleza.

En el Diseño Curricular de la provincia de Río Negro del Nivel Inicial (1997), encontramos:

La evaluación se torna un instrumento de investigación para el docente en tanto le permite obtener datos y tomar decisiones en consecuencia sobre dos dimensiones fundamentales: su propia práctica y los progresos, logros, dificultades de los alumnos.

En este contexto se entiende a la evaluación como un proceso que:

• Contribuye a la comprensión del amplio y complejo contexto en el que se desarrolla el proceso educativo.

• Se preocupa más de la descripción e interpretación que de la medida y la predicción.

• Se orienta más al análisis de los procesos que de los productos, aunque este último análisis no sea excluyente.

• Utiliza como técnicas privilegiadas para la recolección de datos la observación y la entrevista.

Evaluar significa valorar, establecer un juicio acerca de algo, comunicar los resultados. En nuestra vida cotidiana siempre estamos evaluando, a veces, sin tomar conciencia de ello. Ese juicio de valor se organiza desde la diferencia entre lo esperado y lo acontecido.

Evaluar en el nivel inicial, como en otras instancias educativas, implica reconocer esta práctica como un proceso social continuo, que, partiendo del análisis de la práctica educativa, permite tomar decisiones fundamentales para retroalimentarla.

Al evaluar se busca ser objetivo, pero esta objetividad no se alcanza.Tiene que ver con concepciones histórico-sociales predominantes en un contexto determinado.

La evaluación, lejos de rotular al niño y limitar sus posibilidades, le permite seguir aprendiendo a través de las nuevas estrategias que el docente puede construir tomando en cuenta lo evaluado.

Evaluar significa volver a recorrer el camino realizado en un intento de su comprensión histórica.

La enseñanza y la evaluación de la matemática en la educación infantil

La evaluación en el nivel inicial siempre ha estado fuertemente determinada por el análisis de los componentes personales de los alumnos y de sus adquisiciones sociales.

Importaba más la manera de relacionarse de los niños y su forma de comportamiento en la escuela con sus pares y docentes que los demás aprendizajes específicos, y cuando éstos eran considerados, se hacía en términos de habilidades o capacidades que resultaran significativas para los futuros aprendizajes.

Respecto a la enseñanza de la matemática, con el auge de la teoría psicogenética y la matemática moderna, surgieron las actividades llamadas “prenuméricas” que consistían, principalmente, en tareas como clasificar, seriar, corresponder, tratando a veces de reproducir las pruebas piagetianas, como, por ejemplo, la conservación de la cantidad.

Es así que aparecieron cuadernillos y manuales donde las tareas se referían a los atributos de los objetos, a las posiciones o al establecimiento de correspondencias.

El énfasis estaba puesto en la construcción lógico-matemática del número, tal y como lo describía Piaget en sus investigaciones. Estas tareas se llamaban de “aprestamiento”, para luego adquirir el concepto de número en la escuela primaria. Se pensó, en muchos casos, que con manipular bloques lógicos, explorar el espacio y usar material concreto se estaría “preparando” al niño para posteriores aprendizajes.

Esta visión no tenía en cuenta que la definición matemática de número es fruto de una larga construcción histórica y que la construcción del concepto de número en el niño se logra con la utilización de los números para resolver situaciones problemáticas que se plantean en su interacción con el medio, esto está avalado por las investigaciones más actuales sobre el tema. Los niños no aguardan a alcanzarlo conservación numérica para usar los números y cuestionarse acerca de ellos, [ya que] se encuentran inmersos en una sociedad donde los números tienen presencia.

En la evaluación, entonces, desde la perspectiva psicogenética, de aspectos matemáticos, se trataba de indagar sobre cuestiones como: conocimientos topológicos, proyectivos y euclideanos, las actividades prenuméricas (seriar, clasificar, corresponder, cuantificar, etcétera) y la famosa prueba de “conservación de la cantidad”. Todos estos datos eran depositados en el legajo del alumno y, como resultado de estos “tests psicológicos”, el alumno recibía un

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (26 Kb)
Leer 15 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com