Deprecion

Introducción

Durante muchos años solo se diagnosticaba con depresión a las personas adultas, no existía la depresión infantil, sin embargo gracias a estudios en los años 40, bajo los nombres de Akerson (1942); Spitz (1945); Bowlby (1951), entre otros, llegaron a la conclusión que los niños si sufren depresiones y que antes también hacían estos cuadros pero no lo asociaban a una depresión, no podía ser que un niño tuviera depresión.

Por lo tanto la depresión que antes solo se diagnosticaba en personas adultas, está cada día haciendo sufrir también a los niños. Ya no son sólo los adultos los que se deprimen.

A través del siguiente informe, se desarrollará la definición de depresión infantil, como podemos detectar que un niño puede estar presentando un cuadro depresivo, cuáles son sus síntomas, que deberíamos hacer con un niño con depresión, quienes son las personas adecuadas a las cuales se les debe derivar.

Además mostraremos la importancia y el rol que cumple la educadora, ya que esta es una de las personas más cercana al niño, y debería estar preparada ante un caso tan delicado como este.

También haremos alusión a la familia que es el rol primordial en los niños con depresión infantil.

Para finalizar se mostraran las técnica de tratamiento para un niño con depresión infantil

Fundamentación

Los niños son niños y como tal debieran tener una vida y desarrollo feliz, dónde sólo se dediquen a jugar, desarrollarse y aprender.

Un niño no debería sentir grandes tristezas o tener problemas, ya que aún no le corresponde, la mayoría son efectuados por terceros, que influyen en él.

Es por esto que queremos abordar la (DI) [1], para que cuando se detecte algún síntoma, se logre derivar y sacar de ese cuadro inmediatamente, para que no repercuta en su vida.

Como educadoras diferenciales, nos es muy importante conocer a nuestros niños, velar por su bienestar y felicidad.

Es por esto que escogimos el tema “Depresión infantil”, ya que además es un trastorno que se está dando cada vez con más frecuencia en los niños.

Nosotros somos parte importante de sus vidas y con quienes pasan la mayoría del tiempo, por lo tanto nosotras también tenemos la responsabilidad de velar por su bienestar y no solo preocuparnos de su aprendizaje.

Es necesario que las educadoras diferencial y educadoras en general, tenga una preparación de connotación más psicológica del niño, tenemos la ventaja de conocer mucho a nuestros alumnos, lo que nos permitirá detectar a tiempo si está presentando un cuadro depresivo.

Al tener las pistas, ver sus comportamientos, etc., lograremos intervenir a tiempo, derivándolo a un especialista, conversar con sus padres y principalmente ayudar al niño.

Desarrollo

Para comprender mejor la (DI), comenzaremos por definir lo que es depresión.

El DSMIV no contiene una categoría de diagnostico especial o una descripción de depresión en la infancia es por eso que usaremos criterios que se ocupan a los adultos con algunas modificaciones

Depresión; es un trastorno, ya sea desde la psicopatología o desde la psiquiatría. Según el modelo médico, psiquiatría la describe como trastorno del estado de ánimo y su síntoma habitual es un estado de abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente.

Depresión infantil; es un trastorno anímico caracterizado por síntomas como una sensación prolongada de:

• Falta de amigos.

• Incapacidad para divertirse o concentrase.

• Cansancio.

• Actividad excesiva o apatía.

• Sentimientos de poca valía.

• Cambios de peso.

• Dolencias físicas (cabeza, estómago).

• Pensamientos de muerte o suicidas.

• Está continuamente triste, llorando con más facilidad.

• Pierde el interés por los juegos preferidos y por la escuela.

• Se aleja de sus amigos y familia.

• Presenta una comunicación pobre.

• Se aburre y se cansa con facilidad.

• Presenta menos energía.

• Se queda irritable o demasiado sensible frente a pequeñas frustraciones, montando rabietas o berrinches con mayor facilidad.

• Se le nota extremamente sensible hacia el rechazo y fracaso.

• Expresa baja autoestima, depreciándose a sí mismo.

• Elige finales tristes para sus cuentos y representaciones.

• Se comporta de una manera agresiva.

• Duerme demasiado o muy poco.

• Come demasiado o muy poco.

• Sufre una regresión, hablando como un bebé u orinándose en la cama.

• Habla de escaparse de la casa.

•

Las causas exactas de la (DI) se desconocen, algunos estudios han mostrado que la heredabilidad es muy modesta; aunque si entre el 20 y 50 % de los niños y adolescentes deprimidos, tienen antecedentes familiares de depresión.

Esto significa que muchos niños deprimidos tienen padres deprimidos, además de los factores genéticos, pueden existir varias razones para explicar esta correlación. Los padres deprimidos pueden modelar estilos deprimidos de pensamiento o utilizar practicas disfuncionales hacia los niños o crear alto nivel de estrés en la familia, los niños tienden a deprimirse más cuando se encuentran en situaciones de estrés y utilizan un estilo de atribución en el que se culpan a sí mismo o cuando consideran que factores generales o inmutables son la causa de sus problemas

La taza de niños con depresión ha ido aumentando en nuestro país, por distintos motivos; como problemas en su casa, ya sea por problemas de los padres, separación, divorcio, cesantías, malos tratos, abuso de alcohol, drogas, o por violencia física., estos tipos de familia aumentan el riesgo en los niños de sufrir depresión.

Los estudios confirman que con frecuencia muchos pequeños se sienten tristes y mantiene con frecuencia tienen pensamientos como: soy tonto, feo y estúpido, desearía estar muerto, tú no me quieres. Aunque probablemente estos niños no cumplan con los criterios de una depresión pueden cumplir los criterios de un trastorno distimtico. El caso de Alan de 13 años, ilustra cuánto puede durar un trastorno distimico.

Cuando

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