ENFERMERÍA MÉDICO QUIRÚRGICA

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA

CARRERA DE ENFERMERÍA

MÓDULO: ENFERMERÍA MÉDICO QUIRÚRGICA I

CIENCIAS SOCIALES:

ENSAYO FINAL

RESPONSABLE

E.L.E. León Quintero Ileana Betzabe

GRUPO: 3301

PROFESOR: GRANADOS MONROY ERICK DANIEL

AVENIDA GUELATAO 66, IZTAPALAPA, EJERCITO DE ORIENTE, 09230 CIUDAD DE MÉXICO, CDMX. 29 DE ENERO 2019

En el siguiente ensayo hablare sobre la vejes tratare a dos autores los cuales son Michel Foucault y Maud Mannoni.

La vejes en la actualidad es algo que denotamos como una etapa en la que ya somos parte inservible, o de otra manera un estorbo  en cualquier ámbito tanto para el ambiente familiar, en lo social y hasta en la política.

Tenemos que para la política el adulto mayor es un incremento de gastos ya que su esperanza de vida a aumentado y mientras haya mas viejos en el país es mas el gato tanto para su atención medica, como grupos de apoyo o de recreación a los que asisten.

Michel Foucault menciona:

“El hombre mueve el mundo, al igual que la vanidad. Ahora bien, la soberbia y la arrogancia mueven el mundo a través de la manipulación y el beneficio propio”

El nos menciona que el mundo se mueve a través de la manipulación y el beneficio del propio tal y como lo hemos tratando en donde vemos el beneficio para lo político y lo social y de esta manera tenemos que en la actualidad vemos a los adultos mayores como personas que ya no son funcionales, ya que no aportan nada y solo se ven como una carga.

No por esto quiere decir que sea verdad dado a que muchos de ellos a pesar de su edad y sus incapacidades quieres ser funcionales, productivos, pero desgraciadamente por situaciones sociales y hasta de la misma familia ve al adulto como algo y no como alguien, a esto me refiero a que solo lo ven como algo que ocupa espacio que estorba.

Anterior mente esto no sucedía ya que al adulto mayor se le tenía como un ser sabio por todos esos años de experiencia que tenía, ya sea una vida mala o buena pero se le respetaba porque tenía el don de la palabra , de prever cosas que él ya había pasado y que nos platican para que uno no las pase , pero que ahora no nos importa y no lo tomamos en cuenta como algo que nos puede servir en un futuro.

No logro entender por qué tenemos eso pensamiento si al fin y al cabo todos los seres humanos en el planeta llegamos a ese estado en donde  nuestras acciones y nuestro desempeño disminuye pero eso no quiere decir que seamos inservibles, aun se pueden integrar a la sociedad y al trabajo laboral, claro esto dependerá de sus capacidades.

Estoy en desacuerdo cuando noto esta parte en donde se trata mal o no se le toma en cuenta a la persona mayor por el simple hecho de que ya no es útil e importante como antes.

Yo pienso que las personas de la tercera edad son un punto muy importante para nosotros ya que debido a su travesía en esta vida a obtenido muchísimas experiencias que a nuestra edad no hemos pasado y quizá jamás pacemos por lo mismo, así ellos podrán orientarnos en cuestiones de la vida así  sería más fácil poder afrontar y superar cualquier situación que quizás ellos ya pasaron por lo mismo o por algo similar.

Por esta razón y muchísimas más debemos de respetar a los adultos mayores porque son igual de importantes que cuando eran jóvenes, quizá no seas tan hábiles pero siguen siendo útiles y sobre todo son muy buenos escuchando.

Ahora tratare un poco a Mannoni el trata a la vejes como la muerte y aunque siga viviendo si ya no es útil  es como si ya no estuviera vivo.

Identificar la inactividad profesional y el aspecto invalidante de una enfermedad con lo innombrable, es decir la muerte, es no dejar ya sitio para la palabra ni para el sueño.

En la vejez y la enfermedad las personas nos aferramos a las vías del displacer por no poder poner en palabras la vivencia de un presente en el que el sujeto ya no encuentra su sitio. La mirada del otro, lejos de ser un soporte, lo fragmenta.

La “condena a muerte” está ahí, pero uno acaba por olvidarla. La vejez no tiene nada que ver con la edad cronológica. Es una cuestión de generosidad del corazón, pero también una manera de conservar dentro de nosotros la suficiente complicidad con el niño que hemos sido.

Todos quisiéramos dejar para después, para lo más tarde posible, la renuncia a lo que fuimos. De ahí que la noción de vejez fijada arbitrariamente a los 60-65 años con la “jubilación” y confundida con el fin de la vida activa marca para el sujeto la entrada en la vejez. No sucede lo mismo con quienes tienen la suerte de encontrar a esta edad actividades sustitutivas

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