ESTRATEGIAS PARA DESPERTAR EL INTERES POR LAS MATEMATICAS EN ESTUDIANTES DE TERCER GARDO DE SECUNDARIA

ESTRATEGIAS PARA DESPERTAR EL INTERÉS POR LAS MATEMÁTICAS EN ESTUDIANTES DE TERCER GRADO DE SECUNDARIA.

A lo largo de toda la historia de la humanidad al aprendizaje de las Matemáticas se han asociado una serie de dificultades y problemas debido, en gran parte, al inadecuado uso o diseño tanto de métodos como de actividades de enseñanza o a la sobrevaloración de unos por encima de otros, haciendo que esta asignatura sea la menos favorecida en lo que a motivación e interés que hacia ella se refiere.

La falta de motivación es una de las causas de los problemas que se confrontan en la actualidad en relación con la enseñanza de las matemáticas, como son: El fracaso en el intento porque los estudiantes piensen y razonen; es decir, que cuando resuelvan algún ejercicio no basen la elección del procedimiento en palabras claves u otros factores no relacionados con el quehacer matemático correspondiente o si este ejercicio se refiere a una situación real, que estimen el tipo de solución al que se debe llegar con anterioridad al intento de su resolución.

Por ello, los Programas de estudio 2011 y Guía para el Maestro. Educación Básica. Secundaria. Matemáticas, se han establecido como uno de sus propósitos de estudio para esta asignatura que los estudiantes “muestren disposición para el estudio de la matemática y para el trabajo autónomo y colaborativo”. Esto con lleva que los profesores de secundaria implementen nuevas formas de trabajo que propicien que este propósito se cumpla; sin embargo, la encomienda no es tan fácil como parece en ocasiones, los alumnos no están dispuestos a llevar a cabo las actividades que se llevan planeadas y de esta manera es difícil lograr que aprendan algo significativo. Además de este propósito de estudio también se pretende alcanzar el estándar número cuatro relacionado directamente con el tema de estudio: Actitudes hacia el estudio de las matemáticas, este estándar hace referencia en parte a “desarrollar un concepto positivo de sí mismo como usuario de las matemáticas, el gusto y la inclinación por comprender y utilizar la notación, el vocabulario y los procesos matemáticos”.

La RIEB pretende que el profesorado de las instituciones educativas despierte el interés de los alumnos por aprender matemáticas conforme al enfoque resolutivo y funcional, la puesta en marcha es un desafío para cualquier docente de secundaria, ya que en esta etapa de su vida que comprende la adolescencia, sus intereses están centrados en otros temas de relevancia social ajenos a la escuela.

Sin embargo, la experiencia que los alumnos vivan en las aulas de clases son determinantes al estudiar matemáticas, de esta depende el gusto o rechazo, la manera de presentarlas y la forma de trabajo influyen en su actitud positiva o negativa hacia la asignatura, esto puede repercutir es su formación académica o desenvolvimiento en la sociedad. Por ello, es de vital importancia cuestionarse de qué manera realizar la enseñanza de las matemáticas en este nivel educativo.

En el programa de matemáticas de educación secundaria en el enfoque didáctico menciona en el planteamiento central en cuanto a la metodología didáctica que se sugiere para el estudio de las matemáticas, consiste en utilizar secuencias de situaciones problemáticas que despierten el interés de los alumnos y los inviten a reflexionar, a encontrar diferentes formas de resolver los problemas y a formular argumentos que validen los resultados. (SEP, 2011) Al mismo tiempo, las situaciones planteadas deberán implicar justamente los conocimientos y las habilidades que se quieren desarrollar.

En este marco la enseñanza de las matemáticas debe de estar basado en secuencias de situaciones problemáticas para despertar el interés de los alumnos y además lo inviten a reflexionar, presentar a los estudiantes situaciones que comprendan en un contexto su realidad, además de que tengan diferentes formas de resolverlas y se darán cuenta que existen varios procedimientos para solucionar un mismo problema, aunque estas propuestas sean buenas el diseño no garantiza que los alumnos realmente se motiven por el estudio las matemáticas y despertar el interés para favorecer su aprendizaje.

Para que los alumnos puedan aprender, lo primero que hay que conseguir es que quieran aprender, que tengan intención de hacer las actividades que se proponen con base en el interés que persigan esta meta. Para ello, lo primero es que aquello que han de aprender atraiga su curiosidad, esto es, que llame su atención, que les mueva a explorar su entorno, escuchando o indagando activamente. ¿Y qué llama nuestra atención? Lo novedoso, lo complejo, lo inesperado, lo ambiguo, lo que varía, lo que produce incertidumbre, lo que encierra un problema o plantea un interrogante (Tapia). Es decir buscar formas en que el alumno por su propia cuenta quiera aprender que lo que está haciendo en las aulas de clases lo disfrute y

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