El Cerebro Y La Inteligencia Emocional
Enviado por pepesotelo • 22 de Noviembre de 2013 • 2.113 Palabras (9 Páginas) • 700 Visitas
Ensayo de: El Cerebro y la Inteligencia Emocional: Nuevos Descubrimientos.
Autor: Daniel Goleman.
Del Autor.
Daniel Goleman es un psicólogo estadounidense, nacido en Stockton, California, el 7 de marzo de 1947. Adquirió fama mundial a partir de la publicación de su libro Emotional Intelligence (en español Inteligencia emocional) en 1995.
Daniel Goleman posteriormente también escribió Inteligencia social, la segunda parte del libro Inteligencia emocional.
Trabajó como redactor de la sección de ciencias de la conducta y del cerebro del periódico The New York Times. Ha sido editor de la revista Psychology Today y profesor de psicología en la Universidad de Harvard, en la que obtuvo su doctorado.
Goleman fue cofundador de la Collaborative for Academic, Social and Emotional Learning (Sociedad para el Aprendizaje Académico, Social y Emocional) en el Centro de Estudios Infantiles de la Universidad de Yale (posteriormente en la Universidad de Illinois, en Chicago), cuya misión es ayudar a las escuelas a introducir cursos de educación emocional.
Editado por primera vez en 1995, el libro Inteligencia emocional se mantuvo durante un año y medio en la lista de los libros más vendidos del The New York Times. Según la página web oficial de Daniel Goleman, se han vendido, hasta 2006, alrededor de 5.000.000 de ejemplares en treinta idiomas, y ha sido best seller en muchos países.
En 2009 se publicó en español su libro Inteligencia ecológica, en 2011 publicó Leadership: The Power of Emotional Intelligence y en 2012 se publicó en español su libro El Cerebro y La Inteligencia Emocional: Nuevos Descubrimientos, sobre el cual versa el presente ensayo.
El Cerebro y La Inteligencia Emocional: Nuevos Descubrimientos
Pese a ser un libro muy corto, (en cuanto a tamaño), desarrolla 15 capítulos, adicionales a la Introducción y Notas, los cuales procedo a desarrollar:
Introducción.
Desde la publicación del libro Inteligencia Emocional, el cual ha sido un éxito a nivel mundial, el autor refiere que concebiría como un éxito si dos personas desconocidas, se encontraran en la calle y platicaran sobre el término “inteligencia emocional” y ambas partes entendieran el significado de dicho concepto, IE, como se define el termino, habría penetrado en nuestra cultura y por lo tanto en nuestro léxico.
El libro de Inteligencia Emocional, es el resultado del análisis de más de diez años de estudios, sobre el cerebro y las emociones y lo que se conoce como neurociencia afectiva.
Estos estudios no culminaron con la creación del libro, si no que dieron paso de manera acelerada a más estudios que fueron, materia de la elaboración de diversos libros, hasta llegar al presente.
Existen 3 modelos dominantes de IE, pero desde luego hay muchos más, siendo estos, el primero el modelo de Peter Salovey y John Mayer, el segundo el del Reuven Bar-On y el tercero el desarrollado en El liderazgo esencial, libro co escrito con Annie McKee y Richard Boyatzis.
¿La inteligencia emocional conforma un conjunto diferenciado de capacidades?.
En este capítulo el autor realiza el planteamiento referente a la diferencia que existe entre la Inteligencia Emocional y el Coeficiente Intelectual.
Poniendo como ejemplo que desde que se encontraba estudiando, tuvo el presentimiento de que el Coeficiente Intelectual, no explicaba del todo el éxito laboral y sitúa su ejemplo citando a un compañero de la escuela, que pese a sacar buenas notas, tardó mucho tiempo en terminar la carrera, nunca acababa los trabajo y se despertaba muy tarde. Claramente le faltaban los recursos de la Inteligencia Emocional y de manera específico el autodominio.
En el debate referente a los distintos tipos de inteligencia más allá del coeficiente intelectual, Howard Garden, argumentaba que para que una inteligencia se reconociera como un conjunto diferenciado de capacidades, debía de existir un conjunto subyacente y exclusivo de zonas cerebrales que lo gobernara y regulara.
En la actualidad se han realizado diversos estudios referentes a los circuitos diferenciados de la inteligencia emocional y Reuven Bar-On ha realizado estudios de las lesiones cerebrales y la repercusión de estas en el pensamiento y comportamiento del ser humano. Es decir de las zonas del cerebro relacionadas con determinadas conductas y funciones mentales concretas. Y por consiguiente como habían quedado reducidas o mermadas ciertas capacidades, como resultado de dichos daños. En conjunto se revela que los centros cerebrales específicos que gobiernan la inteligencia emocional, siendo un conjunto diferente al que controla las capacidades académicas, o del coeficiente intelectual, así como de los rasgos de la personalidad.
Utilizando técnicas de neuroimagenes en el estudio de las lesiones, se encontró que la Amígdala tiene una relación muy estrecha con las reacciones emotivas y los recuerdos y de manera en particular, las lesiones en la amígdala derecha repercuten en perdida de autoconciencia emocional, es decir en la capacidad de ser consientes de nuestros propios sentimientos y a partir de allí comprenderlos.
Por su parte el córtex somatosensorial derecho, al ser lesionado, representa una disminución en la empatía, es decir en la conciencia de las emociones de los demás. Otra zona importante es la circonvolución del cíngulo anterior que se encarga de los impulsos, es decir de la capacidad de manejar las emociones en especial las angustias y demás sentimientos intensos. Para finalizar tenemos la franja ventromedial del córtex prefontal, que es la que se encarga de la capacidad de resolver problemas personales e interpersonales, de expresar los sentimientos de un modo eficaz y de interrelacionarnos con los demás.
Antonio Damasio, refiere el caso de un excelente abogado, el cual tras haber sido operado de un problema en el cerebro. Pierde su empleo, su esposa, su familia, más sin embargo mantiene su alto grado de inteligencia que le caracterizaba. Tras ser tratado por el neurocientífico referido, se sorprende al preguntarle a que hora le quedaba bien para agendarle una cita. Siendo el científico perfectamente capaz de recordad su agenda, pero no siendo capaz de determinar que hora le quedaba mejor, pues no lograba conectar los que pensaba con los pros y contras emocionales.
Estos sentimientos se activan cuando pensamos algo y los centros cerebrales hacen una rápida evaluación de modo positivo o negativo, es decir se activan recuerdos de cómo nos fue en el pasado cuando actuamos
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