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El Paradigma Neoclásico y la predominancia Ante las Teorías Rivales


Enviado por   •  20 de Febrero de 2018  •  Ensayo  •  4.072 Palabras (17 Páginas)  •  250 Visitas

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Universidad del Valle  

Facultad de Ciencias Sociales y Económicas

Pregrado en Economía

Ricardo Franco Arango

Metodología de la Economía.

El Paradigma Neoclásico y la predominancia Ante las Teorías Rivales

  1. INTRODUCCIÓN

Evidentemente, la forma en la que se piensa y se efectúa la economía actual es bajo el paradigma neoclásico. La metodología usada por este programa de investigación, su heurística, los modelos ejemplares formulados, el lenguaje, y aquella promesa de nuevos fenómenos esotéricos del mundo, usado por los científicos dentro del mainstream, ha suscitado la formación y construcción de un núcleo fuerte y, convencionalmente, aceptado por cada uno de los adherentes (Kuhn, 1962). Las hipótesis, los modelos, los teoremas y supuestos, impuestos por el paradigma neoclásico, son necesarios para estudiar la economía como una ciencia, ergo, si lo miramos desde una perspectiva un poco más ‘íntima’, podremos dilucidar cómo la realidad, la manera en la que se concibe y la forma en la que se actúa en el mundo actual, está completamente supeditado y cargado, del núcleo fuerte de la teoría económica actual, la teoría neoclásica. De hecho, Bouchaud (2008), plantea que los alcances del paradigma son tantos, que los postulados planteados dentro de esta teoría, se han convertido –y lo seguirán haciendo- en dogmas académicos usados por los economistas, sin tan siquiera detenerse a pensar en sus implicaciones, o ir más allá de sus aplicaciones.

Si bien, el paradigma neoclásico ha generado y suscitado el desarrollo de la ciencia económica en el último cuarto de siglo XX, la aparición de nuevas preguntas, nuevas respuestas, nuevos hechos estilizados y nuevos fenómenos, avance e innovación sobre los modelos ejemplares, mejores articulaciones, y demás, que permiten el desarrollo, no sólo de la investigación, sino de nuevas investigaciones, fue desacelerado o, de alguna manera, frenado y cuestionado, en el año 2007-8. La crisis financiera acaecida en el año 2007, y prolongada –de manera hostil, ya que hasta el día de hoy, es posible sentir aquella recesión- hasta el año 2009, fue un evento de tal magnitud que generó un movimiento sobre las bases y los pilares de la teoría neoclásica; el principal cuestionamiento y la principal discusión que se generó, fue la carente predictibilidad de la economía financiera, de dichas fluctuaciones negativas en la economía. De ser estrictos y rigurosos a la hora de pensar y hacer la ciencia económica, podríamos recurrir a Popper (1962) y afirmar que la teoría neoclásica debería ser rechazada y desechada, bajo el falsacionismo popperiano, ya que –evidentemente- la economía financiera no puede predecir crisis de esa magnitud; sin embargo, aunque vale la pena realizar un análisis bajo éste enfoque, no será el caso de la siguiente lectura, por cuestiones de parsimonia, al igual que el espacio del cual, no se prescinde. Luego, cabe preguntarse, ¿existen otras formas de pensar y plantear la economía? ¿El paradigma neoclásico presenta anomalías? ¿Existen enfoques que distan del paradigma, con la capacidad predictiva de la cual carece la teoría neoclásica? De haberlos ¿Se podrías estar generando una revolución científica en la economía? Dichas preguntas, tratarán de ser resueltas a los largo de este escrito.

  1. EL PARADIGMA NEOCLÁSICO

El paradigma, Kuhn (1962), en primera instancia, es el conjunto de prácticas que definen una disciplina científica, en término específico de tiempo. El paradigma es, entonces, el conjunto de experimentos modélicos capaces de ser copiados o emulados, siendo éstos, la base para crear un consenso científico, entre todos sus adherentes. El paradigma que prevalezca, evidentemente, es el encargado de dar los consensos imperantes, y de dicha manera, poder dilucidar la realidad y explicarla. En otras palabras, es toda una estructura y un conjunto de teorías, modelos y algunos otros instrumentos, que permiten resolver enigmas, o dar solución a problemas que antes no tenían solución, ergo, en la medida en que dicha teoría se convierta en paradigma, el modelo o el patrón de su uso, es convencionalmente aceptado y usado por todos los científicos. Para poder hablar de paradigma, es menester que exista una comunidad científica que resuelvan problemas, que hagan uso de la misma heurística y de los mismos modelos ejemplares, en otras palabras, si no hay adherentes, no hay paradigma.

Khun (1962), plantea que el paradigma surge por el devenir circunstancial de la historia, no por la ciencia normal; bajo el enfoque esbozado por Kuhn, la conjunción de teorías y modelos neoclásicos se tornaron en paradigma, por el éxito que tenían sobre las teorías rivales de aquél entonces, al generar y proponer problemas legítimos por investigar, es decir, plantear problemas que antes no existían; con el fin de resolver dichas nuevas inquietudes, se requerían de nuevas soluciones, o al menos, no planteadas anteriormente, cuyas propuestas fueran superiores a las del anterior paradigma; por último, generó la construcción de nuevos modelos ejemplares, con los cuales se pudieron encontrar nuevos problemas, nuevos fenómenos, y nuevas explicaciones a dichas cuestiones. Sin embargo, la teoría neoclásica, por esos tiempos, era lo suficientemente abierto como para dejar múltiples preguntas y problemas sin resolver, ya que, si todo está resuelto, no se hubiera convertido en paradigma.

Evidentemente, en la actualidad económica, el paradigma existe; es posible dilucidar como cada economista conoce los modelos ejemplares usados por la teoría neoclásica, sus hipótesis, las herramientas con las cuales se estudia cualquier evento en economía. Si ahondamos en las críticas hechas a la economía, tras la crisis, y las respuestas de sus principales exponentes –en los cuales ahondaremos más adelante- podremos ver que el núcleo fundamental de la ciencia (Lakatos, 1974) está blindado, luego, la ciencia no comete errores, quienes sí lo hacen son los científicos, ergo, el prestigio y el status que se encuentra en juego es el del científico, no el de la ciencia misma. Al observar los hechos ocurridos en la crisis del 2007-9, es posible argumentar que la ciencia, incontrovertiblemente, tiene errores de formulación, rupturas lógicas, que imposibilitan la explicación y la anticipación o predicción, de hechos de ésta índole. Estos hechos son llamados anomalías (Kuhn, 1962), entendiéndose como la violación por parte de la naturaleza de las expectativas del paradigma que rige una ciencia normal, en otras palabras, un evento fuera de lo normal, de lo común. Una característica crucial de las anomalías, que debemos tener en cuenta para las siguientes secciones, es que no son posibles de resolverse con las herramientas que se encuentran dentro del paradigma dominante.

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