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El Recien Nacido


Enviado por   •  25 de Marzo de 2014  •  2.511 Palabras (11 Páginas)  •  269 Visitas

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El recién nacido

Características físicas: las proporciones corporales del recién nacido se diferencian claramente del lactante, del niño o del adulto. La cabeza es relativamente grande, la cara redonda, y la mandíbula relativamente pequeña. El pecho tiende a ser redondeado más que aplanado en el eje anteroposterior, el abdomen es relativamente prominente y las extremidades son relativamente cortas. El punto medio de la estatura del recién nacido esta aproximadamente al nivel del ombligo, mientras que en el adulto está al nivel de la sínfisis púbica.

Al nacimiento puede haber edema en el vértex, o en otros lugares de presentación, o una deformación de la cabeza, modelada por el trabajo del parto, con acabalgamiento de los huesos de la bóveda craneana. La postura del recién nacido tiende a ser de flexión parcial. Es a menudo posible establecer cuál fue la posición intrauterina del niño, determinando la forma más fácil en que las extremidades pueden ser dobladas y ajustadas la una a la otra (“plegadas”), como para hacer que el niño adquiera una forma más o menos ovoidea. A veces anormalidades ortopédicas menores y ocasionalmente mayores reflejan el resultado de la postura intrauterina sobre el feto en crecimiento.

Entre las variantes anatómicas que pueden observarse en el recién nacido se incluyen las telagiectasias en los parpados y en la nuca, la mancha mongólica, la militaría, la fimosis y las perlas epiteliales de la mucosa bucal. El conducto auditivo externo del recién nacido es corto, y el tímpano es más grueso y opaco, y su emplazamiento es oblicuo respecto al conducto auditivo. El oído medio contiene una sustancia mucosa que puede confundirse con el exudado de una infección. La trompa de Eustaquio es corta y ancha. Existe normalmente una célula mastoidea única situada en el antro; los senos maxilares y etmoidales son pequeños, y los frontales y esfenoidales no están desarrollados. El hígado y el bazo normalmente son palpables a nivel del reborde costal o un poco más abajo, y los riñones son a menudo palpables.

El recién nacido de tipo medio pesa normalmente 3, 4kg (7 ½ lb) siendo ligeramente mayor en los niños que en las niñas. Aproximadamente el 95% de ls recién nacidos a término pesan entre 2,5 a 4,6kg (5,5-10 lb). La talla promedio esta alrededor de 50 cm (20 in), siendo en el 95% de los recién nacidos entre 45 y 55 cm (18-22 in). El perímetro cefálico medio es aproximadamente de 35 cm (14 in).

Fisiología. La necesidad más crítica del recién nacido es establecer una actividad respiratoria adecuada con un recambio efectivo de gases. La frecuencia respiratoria varía entre 35-50 respiraciones por minuto, con breves excursiones relativamente comunes fuera de este rango.

Los ajustes cardiacos en el periodo neonatal a menudo se asocian con soplos cardiacos transitorios. La frecuencia cardiaca varía entre 120-160 latidos por minuto. El corazón del recién nacido parece grande con respecto al tamaño del tórax cuando se compara con los standard del adulto.

Las actividades del recién nacido dirigidas a satisfacer sus necesidades nutritivas incluyen el llanto, los movimientos de la cabeza en busca del pezón u otros estímulos en el área oral (reflejo de búsqueda) cuando tiene hambre, así como los reflejos de succión, palatofaringeo y de deglución. El recién nacido es capaz de presentar náuseas y vómitos.

Inicialmente el recién nacido expresa la sensación de hambre a intervalos irregulares, pero durante la primera semana se adaptara fácilmente a intervalos entre 2-5 horas. No existe ningún horario de alimentación que satisfaga plenamente las necesidades y demandas de todos los niños. Si el niño y la madre están cerca durante el periodo postnatal inmediato, como cuando el niño tiene la cuna en la misma habitación que la madre, las posibilidades de satisfacer con comodidad las necesidades del niño son máximas.

La primera deposición se realiza generalmente en las primeras 24 horas; se trata de meconio. Con el inicio de la alimentación láctea el meconio empieza a ser sustituido, al tercero o cuarto día, por las deposiciones de transición de color verde oscuro y que pueden contener coágulos de leche. La típica deposición láctea aparece después del tercero o cuarto día. La frecuencia de las deposiciones en el recién nacido parece estrechamente relacionada con la frecuencia y la cantidad de alimento ingerido, siendo el promedio de 3-5 deposiciones diarias al final de la primera semana de vida. En cualquier día de la primera semana de vida. En cualquier día de la primera semana de la vida, un niño entre 50 puede que no presente ninguna deposición en todo ese día, y es inusual que realice más de 6-7 deposiciones diarias a partir del segundo día.

Al nacimiento la temperatura corporal de la madre y del niño es virtualmente la misma. Después del nacimiento el recién nacido presenta una disminución transitoria de la temperatura, que se recupera a las 4 u 8 horas de vida. Las necesidades calóricas del recién nacido para mantener la temperatura corporal y la actividad basal son alrededor de 55 calorías/kg/día, de las cuales un 50% proveen las necesidades metabólicas basales, un 40% se destina al crecimiento y actividad, un 5% a la acción dinámico-específica de las proteínas, y el 5% restante se pierde por orina y heces.

El recién nacido presenta una cantidad elevada de líquidos, constituyendo el compartimiento extracelular el 35% del peso corporal. Durante los primeros días de vida hay una pérdida del exceso de líquidos, que en ausencia de una ingesta inusual, es por término medio del 6% del peso corporal, pudiendo ocasionalmente superar el 10%. Cuando esta pérdida es excesiva puede presentarse deshidratación o fiebre por inanición hacia el tercero o cuarto día de vida.

Después de la primera semana de vida las necesidades de agua son entre 120-150 ml/kg/día. Aproximadamente la mitad es utilizada en la formación de orina y el resto en pérdidas insensibles por pulmón, piel, y otras pérdidas. Las pérdidas insensibles son relativamente fijas en relación con las calorías metabolizadas por el niño (alrededor de 40 ml/100 calorías). Las pérdidas por heces son variables y mínimas por el sudor.

La transición de la vida intrauterina a la extrauterina impone al recién nacido la necesidad de activar un numero elevado de funciones que habían permanecido latentes. Algunas de ellas, como la respiración o el mantenimiento de la temperatura corporal, son rapidamentemadquiridas. Por el contrario, existen retrasos en el desarrollo de ciertas funciones enzimáticas, hemostáticas e inmunológicas, por lo que el niño puede estar temporalmente sujeto a un mayor riesgo cuando se expone a infecciones o se le administran ciertos fármacos que sólo podrá

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