La Autonomia
Enviado por earbol • 15 de Noviembre de 2012 • 1.407 Palabras (6 Páginas) • 1.427 Visitas
La autonomía es la capacidad de tomar decisiones sin intervención ajena. Pero para tener autonomía hay que tener un buen desarrollo mental y psicológico, fundamentales para tener un buen criterio en las decisiones que tomemos.
Es muy importante para el adolescente establecer un sentido de autonomía es parte tan importante de volverse adulto como establecer un sentido de identidad. Llegar a ser una persona autónoma que se gobierna a sí misma es una de las tareas fundamentales del desarrollo de los años de la adolescencia.
La independencia un aspecto de la autonomía que todo adolescente desea tener y esta se refiere a la capacidad individual de actuar por sí mismo. El aumento de la independencia es, sin duda, parte de volverse autónomo duran-te la adolescencia pero la autonomía tiene elementos emocionales y cognoscitivos, así como conductuales. Durante la adolescencia, los muchachos dejan atrás la dependencia característica de la niñez y pasan a la autonomía típica de la edad adulta. Pero el aumento de la autonomía durante la adolescencia es frecuentemente mal interpretado. A menudo se confunde autonomía con rebelión y el volverse persona independiente, a su vez, se equipara con romper con la familia.
Hoy en día con el incremento de familias en que sólo está uno de los padres o en que ambos son profesionistas, se espera que hoy más jóvenes sean capaces de auto vigilarse durante una buena parte del día, y esto los hace sentir con libertad para hacer cosas sin que sus padres se enteren. Mientras que otros jóvenes se sienten presionados por los padres, los amigos y los medios informativos (moda, tv, revistas.) para crecer con rapidez y actuar como adultos desde temprana edad.
En muchos aspectos, las demandas que se hacen hoy a los jóvenes para que actúen con independencia son mayores que nunca.
Muchos jóvenes que son emocionalmente independientes encuentran frustrante descubrir que tienen que atenerse a las reglas de sus padres mientras estén siendo sostenidos económicamente.
El adolescente puede sentir que sus padres no tienen derecho a decirle cuándo entrar y cuándo salir.
Los desacuerdos por asuntos relacionados con la autonomía ocupan el primer lugar en la lista de cosas que provocan querellas entre los adolescentes y sus padres.
La autonomía como problema del adolescente
La autonomía y la identidad, es una cuestión psicosocial que sale una y otra vez a la superficie durante todo el ciclo vital. El desarrollo de la conducta independiente empieza mucho antes de la pubertad. La autonomía es la cuestión central para el niño que gatea, así como la identidad es la cuestión principal dela adolescencia. Los niños pequeños tratan de establecer un sentido inicial de autonomía cuando empiezan a explorar por su cuenta lo que los rodea y a afirmar su deseo de hacer lo que quieren. Por ejemplo niños de tres años, prefieren decir “¡No!”. En ciertos aspectos, la conducta del adolescente captada en el comienzo de este capítulo es muy similar.
Los adolescentes tienen un afán por apartarse de sus padres y acercarse a sus compañeros en busca de apoyo emocional desarrollo que es parte de establecer la independencia del adulto puede ser provocado por su naciente interés en las relaciones sexuales y por sus preocupaciones por cosas como salir con personas del otro sexo y establecer relaciones íntimas.
El adolescente ya no quiera depender emocionalmente tan sólo de una familia.
Los jóvenes que simplemente parecen más maduros pueden recibir mayor responsabilidad de los adultos que los rodean. Los cambios cognoscitivos de la adolescencia también desempeñan un papel importante en el desarrollo de la autonomía. Una parte de ser autónomo incluye el ser capaz de tomar nuestras decisiones. Participar en nuevos roles y asumir nuevas responsabilidades colocan al adolescente en situaciones que requieren y estimulan el desarrollo de la capacidad de tomar decisiones con independencia y la aclaración de sus valores personales.
Tres tipos de autonomía: La primera caracterización implica lo que los psicólogos llaman autonomía emocional, ese aspecto de la independencia que se relaciona con cambios en las relaciones íntimas de la persona, especialmente con sus padres. La segunda caracterización corresponde a lo que a veces se ha llamado autonomía conductual: la capacidad de tomar decisiones independientes y sostenerlas. La tercera caracterización incluye un aspecto de independencia al que se ha llamado autonomía de valores, que no es sencillamente la capacidad de resistir presiones ante las demandas de los demás; significa tener
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