Nutricion en el adulto mayor

Nutrición del adulto mayor

Alemán H. (2010) menciona que la Nutrición en el adulto mayor es sumamente importante como en cualquier otra etapa de la vida. Quizá el objetivo más significativo de la nutrición en términos biológicos es la de mantener la estructura y función del organismo, debido a que ya no hay crecimiento y desarrollo de tejidos (hiperplasia) como en las primeras etapas de la vida.

Así mismo, la nutrición en la tercera edad es una piedra angular para modular el proceso salud-enfermedad. Las enfermedades crónicas, los síndromes geriátricos, la desnutrición, la pérdida de la masa muscular o sarcopenia son trastornos asociados a una inadecuada nutrición o componente nutricional, y forman parte de las alteraciones más frecuentes en los adultos mayores.

Huerta R. (2010) refiere que un consumo inadecuado e insuficiente de alimentos o el aumento en los requerimientos nutricionales conducen a un pobre estado de nutrición, el cual es considerado como un determinante clave de mayor morbilidad, mayor riesgo de infección y mortalidad en los adultos mayores. Por todo lo anterior, cubrir los requerimientos calóricos y nutricionales, al igual que fomentar la actividad física deben ser componentes claves para una buena salud en el adulto mayor. Para mejorar la alimentación y nutrición, así como lograr un buen estado nutricional, es importante considerar algunas alteraciones fisiológicas que se acentúan conforme se envejece y que pueden modificar el proceso de nutrición.

Huerta R. (2010) menciona que en los adultos mayores existen cambios fisiológicos, como la disminución en la percepción sensorial, que pueden afectar el olfato y el gusto, y por consiguiente el consumo de alimentos.

Así mismo se presentan problemas de masticación por una mala dentadura o falta de piezas dentales, lo que se puede traducir en problemas asociados con la absorción y procesos de eliminación fecal; disminuye el peristaltismo en el aparato gastrointestinal, y se presenta la mala absorción de vitamina B unida a los alimentos.

Alemán H. (2010) hace referencia a que los requerimientos de energía en los adultos mayores disminuyen debido a una reducción de la tasa metabólica basal y a un menor gasto energético por actividad física; el descenso de la tasa metabólica basal se ha asociado a la disminución de la masa corporal libre de grasa. Todo lo anterior se traduce en una menor ingestión de calorías comparada con los adultos jóvenes.

Es importante evitar el ayuno prolongado, identificar las causas de desnutrición e indicar el apoyo nutricional tempranamente. Cabe mencionar que el más grave problema en algunos países en vías de desarrollo se deriva de hábitos culturales erróneos, una alimentación alta en grasa y baja en fibras, lo que determina que, por ejemplo, dos de cada tres mexicanos presenten problemas de obesidad y desnutrición. El impacto físico y psicosocial de este asunto se manifiesta por medio de los padecimientos cronicodegenerativos en la tercera edad. La obesidad esta en relación directa con prácticamente todas las enfermedades que se presentan en la vejez como: hipertensión arterial, arteriosclerosis, y en forma indirecta, osteoartritis, enfisema, etc.

Además de los aspectos culturales y tradicionales inherentes a la comida típica mexicana, la cual se compone de antojitos, dulces, frituras, y fritangas, existe el problema de que casi no se realizan programas dirigidos a la población sobre la forma adecuada y el tipo de nutrimentos que se debe ingerir

Problemas Nutricionales más frecuentes en el Adulto Mayor

• Desnutrición: Alemán H (2010) dice que la desnutrición es un estado patológico caracterizado por la falta de energía o nutrientes (o ambos) acordes con las necesidades biológicas del organismo, que produce un estado catabólico, sistémico y potencialmente reversible. Tal condición involucra una pérdida importante de la grasa corporal y masa magra, y es considerada uno de los problemas nutricionales más importantes en la vejez.

De acuerdo con estudios epidemiológicos la prevalencia de desnutrición va de 3 a 15% en adultos mayores de vida libre, 17 a 70% en los hospitalizados y hasta 85% en aquellos que viven en asilos

Existen diversos factores de riesgo nutricional en el adulto mayor, como algunas causas médicas y biológicas, en particular la anorexia y la enfermedad de base, circunstancias sociales como aislamiento o soledad y pobreza, así como otras causas psicológicas como la depresión, los trastornos psicóticos, y algunas alteraciones cognoscitivas que contribuyen por diferentes mecanismos a que el adulto mayor pierda el apetito o disminuya la ingestión de calorías, lo que finalmente conduce a la desnutrición.

• Deficiencia de Micronutrimentos: En las personas de edad avanzada existe variabilidad en los requerimientos de vitaminas y minerales por los problemas de absorción, enfermedades y alto consumo de fármacos, además de la baja ingestión calórica; todos estos factores dificultan la inclusión de los micronutrimentos necesarios, por lo que este grupo etario es vulnerable a cuadros de deficiencias de hierro, vitamina b y ácido fólico.

• Deficiencia de hierro: La anemia por la deficiencia de hierro es la causa más común de anemia a nivel mundial. Esta anemia es provocada por el bajo consumo de hierro o por una disminución en la biodisponibilidad del hierro dietario. La anemia, ya sea por deficiencia nutricional o por una enfermedad crónica como la insuficiencia renal, el cáncer o la artritis reumatoide, es común en el adulto mayor. La anémica provoca debilidad, fatiga, limitación de la actividad física y mayor riesgo de cuadros cardiovasculares
• Vitamina B y folato: La vitamina B el Ácido Fólico desempeñan un papel importante en el desarrollo del sistema nervioso central, en el metabolismo de algunos neurotransmisores y en la maduración de los glóbulos rojos. Las deficiencias de estas vitaminas en el adulto mayor se asocian a la presencia de anemia megaloblastica, manifestaciones neurológicas y la función mental.

La ingesta insuficiente de ácido fólico puede deberse a que por lo general para el adulto mayor no es posible comer verduras frescas o crudas si presenta problemas con la dentadura.

• Obesidad: Alemán H. (2010 menciona que la obesidad se define como un desorden crónico y se caracteriza por un exceso de grasa corporal, que coloca al individuo en riesgo de padecer o desarrollar otras enfermedades a corto, mediano o largo plazo. Entre los factores que contribuyen a la obesidad se encuentran las alteraciones de la regulación en el gasto energético total, la interacción de factores psicosociales, ambientales y genéticos, y los cambios hormonales entre otros.

Se reconoce que la Obesidad aumenta el riego de morbilidad en los adultos mayores; se asocia con osteoartritis, enfermedades metabólicas, así como enfermedades articulares degenerativas, trastornos de a vesícula biliar, gota, proteinuria, algunos canceres y disfunción inmune. Todas estas enfermedades pueden tener un efecto directo en la funcionalidad del anciano y por ende disminuir su calidad de vida.

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