Psicopatologia infantil..

201316234 Karen Andrea Santis Ruiz

Sección “A”, salón 302

PSICOPATOLOGIA INFANTIL

A lo largo de la historia en la psicopatología infantil han surgido diferentes modelos tradicionales, ya que se han clasificado distintos tipos de personalidad y problemas mentales desde Hipócrates. Es hasta el siglo XX en donde se dispone de sistemas de clasificación sobre las enfermedades mentales, dentro de los cuales no se sabía  la etiología de los mismos. Los modelos clásicos surgieron a través del esquema médico.

A finales del siglo XIX surgió un psiquiatra alemán, Emil Kraepelin, el cual es considerado  fundador de la psiquiatría moderna, psicofarmacología y la genética psiquiátrica^[1]. Este psiquiatra dio diferentes postulados, los cuales se denominan neo-krapelianos. Estos han tenido una vital impotencia ya que hace referencia a la importancia que tiene el modelo medico en la psiquiatría.

Al mismo tiempo, Kraepelin  consideraba que la psiquiatría debía basarse en el empirismo a través del método científico, reconociendo que se debe de tomar en cuenta la cualidad existiendo una diferencia entre lo normal y anormal. Para esto debe considerarse:

• El origen de las enfermedades mentales, conjuntamente el tratamiento y diagnóstico de las mismas.
• La psiquiatría debe centrarse en lo biológico de la enfermedad mental.
• Es de vital importancia la clasificación y diagnóstico.

Dentro de la manera tradicional la conducta anormal ha sido clasificada en base a los trastornos mentales que se presentan en los adultos. Es importante la consideración que muchos clínicos han tenido hacia los trastornos que los niños y adolescentes puedan presentar, ya que es de vital importancia tomar en cuenta el contexto de desarrollo y crecimiento que llevan ya que en el siglo XVIII se consideraba al niño como un adulto en miniatura.

Tras años de investigaciones y de diferentes puntos de vista que han aportado diferentes clínicos y teóricos, en la actualidad, se ha dado el nacimiento y la consideración de diferentes factores para poder evaluar y diagnosticar el trastorno que pueda presentar el niño, a través del estudio de las conductas, afectos, cogniciones y físico del niño; al mismo tiempo, observar y recabar información acerca del entorno familiar, escolar y social (la esfera ambiental del niño).

Se debe de tomar en cuenta que un niño se encuentra en desarrollo de sus cogniciones, conductas, afecto y físico. La información que se recabe debe de ser de diferentes personas con las cuales el niño conviva en un diario vivir. En la evaluación infantil debe de tomarse como un proceso complejo ya que requiere de:

• Entrevistas proyectivas.
• Observaciones.
• Auto-informes.
• Pruebas de inteligencia, aptitudes y logro.

Es fundamental el tomar en cuenta el contexto del paciente, ya que toma diferentes habilidades y adaptación al medio.

Dentro de la clasificación en la psicología y psiquiatría debe considerarse más como un lenguaje entre profesionales y brinda un mayor entendimiento dentro de los mismos. Y no se debe “cosificar” al paciente etiquetándolo como un trastorno ya que este no debe de perder su individualidad. La virtud de las clasificaciones:

• Comprensivo.
• Aceptable
• Claro.

Queda claro que los profesionales en psicología clínica y psiquiatría a diario se enfrentan a una gama extensa de fenómenos amplios en la práctica de esta ciencia. En la actualidad, se reafirma la necesidad que se tiene ante diferentes manuales que ayudan en la clasificación del trastorno que padece la persona y la comunicación dentro de los profesionales. Puede decirse que son tomados como un lenguaje universal en la práctica clínica-medica. Es importante la validez y fiabilidad de los criterios de diagnóstico y clasificación.

De acuerdo con Gonzáles y colaboradores (1998) dentro de la clasificación de los trastornos infantiles se puede tomar en cuenta dos tipos de sistemas:

1. Derivados de la nosología de adultos (DSM y CIE), que permiten la utilización de un enfoque descriptivo a cerca de las características clínicas que presenta el paciente,  definidas como signos y síntomas identificados como criterios operacionales de diagnóstico.
2. Sistemas creados para la infancia, derivados específicamente de la perspectiva psicoanalítica de Ana Freud, tomando en cuenta el funcionamiento del niño del desarrollo de las pulsiones, ego y súper ego; en los puntos de fijación y regresión, la tolerancia a la frustración; ansiedad, conflictos y potencial de la utilización del mecanismo de defensa de la sublimación. Los aspectos están divididos en:

• Categoriales.
• Dimensionales.
• Evolutivas.

Los cuales también toman en cuenta:

• Variaciones dentro de la normalidad.
• Síntomas transitorios a consecuencia de la tensión propia de la etapa del desarrollo.
• Neurosis infantiles y del carácter.
• Regresiones
• Trastornos limite, delictivos o psicóticos
• Personalidad retrasada, deficitaria y atípica.
• Alteraciones del desarrollo intelectual.

En el año de 1996 el Grupo de Avance de la Psiquiatría (GAP)  en el cual se toma en cuenta la dimensión evolutiva de la psicopatología e incluye categorías psicofisiológicas. Propuso 10 clasificaciones:

1. Respuestas adapatativas o de salud
2. Trastornos reactivos.
3. Anomalías del desarrollo
4. Trastornos psiconeuróticos
5. Trastornos de la personalidad
6. Trastornos psicóticos
7. Trastornos psicofísicos
8. Síndromes cerebrales
9. Retraso mental
10. Otras alteraciones

Es de relevancia mencionar que la propuesta de los diagnósticos de la GAP proporcionó poca fiabilidad y resultados muy pobres en el  diagnóstico del paciente.

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