PSICOPATOLOGÍA INFANTIL OCTUBRE 2017

A. PREGUNTAS SOBRE LAS ESCALAS CBCL, TRF Y YSR D’ACHENBACH

PREGUNTA 1:

        En primer lugar, en el presente caso se utilizó dos de los modelos con base empírica, el CBCL y el TRF.

En cuanto a la fuente de información del modelo CBCL, fue completado en este caso, por Amparo la madre de David, y Joaquín el padre de David. Referente al modelo de TRF, fue completado por el tutor de David.

        En una primera fase, las puntuaciones que presenta la madre de David, en los síndromes interiorizados son más bajo de 70, pero debemos de prestar atención a la puntuación obtenida en “aislamiento”, ya que está muy cerca de 70. En segundo lugar, el padre de David, presenta unas puntuaciones muy bajas en  los síndromes interiorizados. Finalmente, el tutor, expone unas puntuaciones bajas también, aunque en el apartado de “depresión”, podemos observar que tiene una puntuación de 50, un poco más relevante que los padres.

En este apartado, los tres informantes muestran una concordancia en la agrupación interiorizada. No obstante, debemos incidir en la puntuación de la madre del factor aislamiento y en la puntuación del tutor del factor depresión. A su vez, el factor de quejas somáticas se estable una concordancia generalizada por los tres informantes.

        En una segunda fase, se analizaron los problemas sociales, de pensamiento y de atención. Haciendo hincapié, en los problemas sociales, podemos hallar una puntuación muy alta del tutor de David, que en contraposición de los padres son más bajas. Aquí podemos hablar de posible significación clínica por parte del tutor. Con lo que respecta a los problemas de pensamiento existe una correlación muy igualitaria por parte de los tres informantes. Correspondiente al último problema, en este caso, problemas de atención, podemos observar una considerable similitud que existe entre la madre y el tutor de David, ambas puntuaciones se asemejan bastante (las dos por encima de 70). Cómo último punto de este caso, se analizaron los síndromes exteriorizados, aquellos problemas que implican conflictos con otras personas y con las normas sociales. Estamos hablando de la conducta delictiva y la conducta agresiva. En consideración a este punto, debemos detenernos un poco más, ya que los tres informantes muestran una notable correlación. Primeramente, los padres sobre la conducta agresiva exponen la misma puntuación (ambos 60), la cual se acerca considerablemente a 70. A su vez, el tutor expone una puntuación más alta de 70, lo que podemos estar hablando de una significación clínica.  En la conducta agresiva, es el apartado donde los tres informantes apuntan un gran paralelismo entre ellos. Se esclarece una posible significación clínica, ya que todas las puntuaciones son igual o más altas que 70.

        Como hemos estudiado en la Unidad 2 de nuestro manual, titulada “Modelos de clasificación en psicopatología”, hay diversas fuentes de evaluación. En nuestro caso tenemos por una parte a los padres, y por otra, al tutor. Como ya sabemos, los profesores no están en todos los contextos cotidianos de los niños, por lo que ellos mismos, no pueden evaluar de la misma manera que los padres. Esto da lugar a que los profesionales van a tener diferentes informaciones. Las figuras parentales son los informadores más importantes, ya que están desde del nacimiento con el niño. Una vez que el niño, toma contacto con la escuela, los profesores se convierten también en unos informadores muy relevantes aunque mantengan contacto con el niño en otro ámbito. En este caso, nos encontramos con una “evaluación multiinformador”.

        De acuerdo, al resumen de las escalas del CBCL, sugerimos diferentes hipótesis:

        HIPÓTESIS 1: Refiriéndonos, a los síndromes interiorizados (aislamiento, depresión y quejas somáticas), explicamos que en el contexto cotidiano en el que se encuentra la madre con David, ella puede observar varios síntomas en su hijo, como la poca comunicación que existe entre ellos, lo que conlleva a que David sea más reservado en su casa, a la pérdida de interés por el mundo que le rodea, y en cierto modo el profesor también encuentra un grado de aislamiento en él, pero como a día de hoy los profesores están más acostumbrados a tratar con adolescentes, son más tolerantes ante determinadas conductas. Y es aquí, donde destacamos el síntoma de depresión por parte del tutor. En este caso, podemos ver que el hecho de que David sólo mantenga un buen vínculo con el tutor, éste haya podido extrapolar la situación, derivando que los mecanismos de defensa que utiliza David (desafiar abiertamente a todos, enfadado con el mundo, lleno de rabia y resentimiento…), son claros ejemplos de que en su vida cotidiana no se siente valorado o querido por parte de sus familiares. Es decir, el tutor ve más allá que la madre. Ya que su salud mental no le permite percatarse a veces de que su hijo reclama atención y cariño a través de su rebeldía.

Los padres en comparación con los profesores, son más sensibles a la hora de determinar conductas o alteraciones de sus hijos, por eso los profesores también son una fuente muy fiable de información en cuanto a los niños.

        HIPÓTESIS 2: Respecto a los problemas sociales, de pensamiento y de atención, observamos diferencias que no deberían de sorprendernos. Los padres sólo ven las interacciones del niño con sus familiares o cuando está sólo. En cambio, los profesores observan al niño en su funcionamiento social. El tutor de David, ha presenciado las burlas que les hacía sus compañeros por su bajo rendimiento escolar, el no soportar las críticas y que como respuesta a ello sólo sabe desafiarlos para intimidarlos. Finalmente, la concordancia entre la madre y el tutor en cuanto a los problemas de atención, decimos que la madre ve como su hijo en su contexto familiar, presenta un comportamiento basado en mucha actividad, impulsividad, inquietud desde pequeño, y el profesor ve como su alumno en el contexto escolar presenta las mismas características pero lo muestra de diferente forma (escapándose de la salida al museo de Cosmocaixa, el déficit de concentración y atención, de ahí su bajo rendimiento escolar…). A todo ello, si observamos las puntuaciones tan bajas del padre en todos los apartados anteriores, podemos sugerir que el padre se mantiene al margen de todo, es decir, o no ve realmente lo que le sucede a su hijo o no tiene interés por lo que está sucediendo y es sólo la madre la que le preocupa la situación.

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